Reflexiones bicentenarias II.

Posted on 10:52 by Hugo Triano Gomez | 0 comentarios

Iván Triano Gómez




Retomando el quehacer y la caída del Primer Imperio Mexicano resulta cierto que no fue el pueblo sino los enemigos ideológicos del futuro magno de nuestra nación, quienes adoptaron y decidieron jugar el rol de Judas, a fin de hacer fracasar el plan de las tres garantías (o de Iguala como también se le denomina), por el cual la nueva nación surgida del antiguo, ordenado y pacífico Virreinato Novo hispano, estaba llamada a ser mucho antes que Norteamérica, el poder hegemónico del hemisferio occidental, como genuino heredero de la grandeza de la madre patria.
Posibilidad lanzada a la basura por el espejismo de la igualdad, la libertad y la fraternidad universal.
Tal eslogan constituiría el veneno ideológico por el cual un grupo con visión de dominio global, habría de dividir a la hasta entonces, uniforme sociedad Novo hispana.
Luego, las decisiones personales de los actores políticos, a favor de los antagónicos ideológicos de la posibilidad de un Imperio de tradición y herencia Hispana, fueron fundamentales, pues optaron por colocarse en el lado de su conveniencia por algunas monedas de oro y una vez sometidos al lavado de cerebro decidieron jugar el papel de la alianza interna, apoyada y financiada desde afuera para destronar dicha influencia hispana en el territorio del Virreinato. Como si la tendencia Norteamericana con todos y sus titulares de libertad y fraternidad, no constituyeran ideologías extrañas a la esencia del Novo hispano y sólo la influencia europeísta fuera “dañina” para los mismos.
En resumen, se optó por el americanismo no nacional, sino exclusivamente anglo sajón, con el objetivo de engrandecer a una nación incipiente pero ya con visión de hegemonía hemisférica, a costa del empequeñecimiento del Virreinato Español; todo por las monedas de igualdad, libertad y fraternidad universal, que en sentido estricto se enarboló no para la universalidad humana, sino para un pequeño grupo de seres con convicción de “su” destino manifiesto.
Lo grave hoy es que la cúpula gubernamental sigue sosteniendo - no obstante la “alternancia” partidista en el poder ejecutivo federal – las grandes mentiras de nuestra historia.
No se aprecia en el horizonte, un mínimo de interés por reconocer no sólo a Iturbide, sino a muchos más actores verdaderamente forjadores de nuestra nación, cuyo único pecadoverídico amor por el suelo patrio. ha sido observar –en su momento- la realidad nacional con un cristal diverso al de los tradicionalmente llamados liberales; pero que supieron defender virilmente sus convicciones ideológicas, teniendo como eje de su defensa, un
Cuando ello suceda, si es que es factible, el Mexicano podrá reflexionar mayormente y tener claro su destino, un destino que hoy ni siquiera se cree tener, pero que alguna vez fue latente, faltó la consolidación; destino que no puede ser jamás el de verdadera colonia económica (a como acontece hoy día) o traspatio del Imperio Global Anglo Sajón. Sólo entonces se podrá reiniciar la búsqueda y obtención de nuestro verídico destino.
Por ello es lamentable que el Estado Mexicano promueva indirectamente la “educación”“históricas” de la guerrilla iniciadora del movimiento de 1810. superficial y barata de la masa, a través de sus dos televisoras, con pseudos representaciones
Aún más grave es la pretensión de “educar” en historia nacional a la niñez mexicana, a través de caricaturas bicentenarias. Más bien se trata de la reiteración hipnótica de la historia nacional falsificada, con el único objetivo de crear zombis sin juicio crítico.
Hacer creer a la niñez nacional que Morelos tenía apariencia de “He-Man”, en nada ayudará a esta nación, pues mientras se engrandece el mito, se reduce al futuro hombre pensante y así, la farsa continúa (y lastimosamente continuará)
Religión, Independencia y Unión..

Reflexiones bicentenarias I.

Posted on 10:08 by Hugo Triano Gomez | 0 comentarios

Iván Triano Gómez.



La reciente celebración bicentenaria nada tuvo de veraz ejercicio cívico; ni de reconocimiento sincero a los fundadores de nuestra nación. Se trató sólo de parafernalia gubernamental, de banal exaltación.
El hecho que entre las osamentas exhibidas al público en la ciudad de México, por iniciativa de la presidencia de la República, no se hallen las que pertenecieron a Don Agustín de Iturbide y Aramburu, así lo demuestran.
En efecto, dicho acto no persiguió más que objetivos fetichistas; alimentar la natural curiosidad de las generaciones actuales en torno a lo mismo de siempre: la historia nacional falsificada.
Tan falsa fue la celebración en detrimento del erario, que en vez de celebrar la fecha en que de acuerdo al acta de independencia se obtiene ésta, se prefirió por disposición gubernamental, vitorear el inicio del movimiento con todo y que trágicamente derivó en meses de lucha guerrillera, sin mayor resultado, más que miles de novo hispanos muertos.
Y es que de acuerdo con la influencia derivada del imperio norteamericano, que celebra la firma del acta de virginia de 1789, por la cual se erigen los nuevos Estados Unidos de Norteamérica; es dicho acontecimiento el que se justifica celebrar por constituir la consumación de los sacrificios militares, económicos y sociales hechos.
Nada más incongruente que celebrar el inicio de un movimiento sin resultados.
Sólo un gobierno lleno de rencor pudo instaurar tal celebración.
De este modo, hasta en lo superfluo el mexicano se halla extraviado. Cual elefante atado desde su incipiente existencia a la estaca, ha adquirido gusto al cautiverio, a las cadenas, a las mentiras. Cree que aún y cuando ha crecido en tamaño y poder, nunca le será posible librarse, no cree en otra cosa que en lo que le han contado.
La guerrilla que constituyó en estricto sentido el denominado movimiento independentista, iniciado alegórica y formalmente con el grito de dolores Hidalgo del 16 de septiembre de 1810; no pudo nunca concretar un triunfo de la dimensión que habría de darse el 24 de febrero de 1821, encabezado por actores políticos muy diversos a los oficialmente señalados.
La historia humana enseña que ningún movimiento guerrillero insurgente nacional es factible de triunfar, a no ser que cuente con el apoyo decidido y pleno de una entidad hegemónica que lo auxilie desde el exterior.
Ciertamente, la insurgencia será capaz de muchos y nobles actos de sacrificio, pero sin apoyo político, de propaganda y logístico, se hallará casi siempre destinado al fracaso.
Precisamente el fracaso alcanzó al movimiento interno de 1810 con la muerte de sus principales actores: Hidalgo y Morelos incluido. De este modo, si bien se mostró coraje y deseo de autonomía por parte de un sector de la sociedad novo hispana, tales peculiaridades no fueron suficientes para consolidar la llamada independencia.
De pronto la convulsión social existente en la mayor parte de la Nueva España (hasta 1810 casi inexistente) fue controlada, si no es que exterminada. En la sierra de lo que hoy es Guerrero - exclusivamente - el caudillo que inspiró el nombre de dicha entidad federativa, continuó resistiendo con una guerra de guerrillas. Mientras en Europa, la invasión Napoleónica continuaba y con ello los acontecimientos.
Aislada la guerrilla en lo que entonces se conoció como el territorio de Valladolid, habrían de transcurrir varios años desde la muerte de los principales iniciadores del conflicto bélico independentista; entre victorias y derrotas a veces virreinales, otras insurgentes, pero sin posibilidad de verídico triunfo para el último bando.
Así, en el año de 1821 surge como principal actor de la política Novohispana (militarmente ya había destacado años atrás) Don Agustín de Iturbide y Aramburu, a quien la cúpula gubernamental revolucionaria liberal del siglo XIX y sus herederos del siglo XX, condenaron visceralmente al rincón del olvido de la historia nacional.
¿La razón? El hecho de haber concebido un Imperio. Como si ello fuere la peor de las determinaciones de un pueblo, con capacidad para ello. La única diferencia hoy en día, estriba en que los imperios son económicos y no políticos, aunque el primer factor permite el ejercicio del segundo.
Se le ha acusado además de ególatra por ambicionar para sí, un poder tan absoluto como el que goza un emperador.
Tales imputaciones carecen de base.
La tendencia de Iturbide hacia la monarquía no era ilógica en el incipiente siglo XIX, por el contrario era natural que un Virreinato, aspirara a ser un propio reino.
Además, por la extensión de dicho reino, también era natural que tendiera al Imperio, pues las fronteras del Virreinato de la Nueva España, se extendían desde Tejas y la Alta California hasta la frontera de lo que entonces era la Gran Colombia, que aún contaba con el territorio desmembrado posteriormente, de Panamá.
Y es que la administración de tan vasto territorio, ameritó una cabeza política visible que diera unidad a la administración del mismo; tan es así que al proclamarse emperador Iturbide, contrario a lo que se afirma, las hoy naciones centro americanas, provincias o capitanías de la entonces Nueva España, de manera espontánea reconocieron en aquél, a su líder y guía. Hasta entonces no producía efecto el veneno ideológico de la fragmentación política.
Ególatra y absolutista son dos imputaciones que de ningún modo corresponden a la personalidad del Emperador Mexicano. Iturbide, como todo humano algo debió tener de ególatra, sería antinatural sino fuese así.
La formación militar del Emperador, generó una sensibilidad nacionalista que le permitió en su momento renunciar al advertir la posibilidad de mayor derramamiento de sangre nacional, ante la inminente crisis social que generaron los acontecimientos en torno a su ascenso como emperador, en gran medida provocada por el propio parlamento Mexicano. ¿Acaso no es ésta, señal de la renuncia al ego? ¿Renunciar al poder, no es renuncia al interés particular? La historia Mexicana demuestra la perpetuidad (e intento de perpetuarse en el poder) de líderes sin mayor argumento y sin embargo, poco o nada se les condena.
¿Absolutista? ¡Nada más absurdo! Agustín de Iturbide y Aramburu gobernó brevemente el Imperio Mexicano con un congreso de “representantes” conforme a la vanguardia ideológica de la época y como margen de su actuación pública administrativa, una constitución; por tales circunstancias jamás pudo ser un absolutista; con todo y que suprimió al primero, pues tal desaparición se suscitó políticamente tarde, tanto así que ello contribuyó al derrocamiento de su gobierno. Hasta aquí una primera reflexión.

UNAM: Alma de un centenario.

Posted on 9:31 by Hugo Triano Gomez | 0 comentarios

Flor de Líz Pérez Morales.


 
Cien años cumple la UNAM como la máxima casa de estudios de México, lo que también la ha llevado a ser considerada la mejor Universidad de américa latina. Cien años en los cuales ha hecho y conformado el patrimonio más importante de nuestro país, el de la formación de sus profesionistas; con ello ha tenido la más alta encomienda pública: educación para la sociedad. Es a partir de estos festejos que el rector José Narro Robles hace dos declaraciones significativas; por un lado, habla de de los excluidos sociales y por otro, apela a una posición de la Universidad para no confundirla con una “arena electoral''. Ambos apuntes vale la pena que se particularicen.
Atender los comentarios del hombre que hoy dirige el alma de la Universidad Nacional Autónoma de México, a partir de sus profesionistas, significa cavilar en frases que se vuelven contundentes en asuntos donde la historia, como bien menciona, aún tiene una “deuda pendiente, de una igualdad negada y de una brecha profundizada de la igualdad”, acciones que evidentemente muy poco se han discutido en los fastuosos eventos del bicentenario.
Justamente a ello se refiere el doctor Narro Robles cuando desmiente los números que la SEP da respecto a la generación NI-NI (jóvenes que ni estudian, ni trabajan) y dice “es una vergüenza que tengamos 7.5 millones de jóvenes en esta situación, fundamentalmente porque no hay oportunidades para ellos… Si sólo se pretende matizar las cosas, si nos planteamos un mundo color de rosa, nos vamos a equivocar de manera muy grave”.
En un fragmento clave se convierte justamente lo dicho en la más pura forma de la crítica que condena a quienes hablan en forma de una educación incluyente, pero que en el plano social dejan ver el panorama desolador y desesperanzador de un país que no han podido cumplir, a través de sus instituciones educativas y las instituciones sociales, en lo más vital del desarrollo social: la oferta de empleo para sus jóvenes.
Lo que supone esta exposición es una crítica al papel al que han sido relegadas las instituciones de educación superior, es decir, en ellas se representa lo endeble de todos los sistemas, incapaces de brindar oportunidades a este sector de la población que debería apuntalar el desarrollo económico y social. Hoy no puede negarse que muchos de los problemas se vierten en una educación que no ha soportado ser una vértebra de inclusión social; que el desempleo, la pobreza, la corrupción, la intolerancia, la violencia, la inseguridad, los desastres naturales producto de la destrucción de los ambiente y las catástrofes del mundo son los rasgos que amparan y dan cuentan de sectores y comunidades marginadas que muestran las amplias desigualdades sociales y que evidentemente delinean el perfil de los excluidos.
A estos enclaves de reflexión, el rector sumó una más cuando mencionó que “la Universidad no debe ser militante, no debe ser participante de un proceso político-electoral… [ ] La institución debe seguir siendo tan plural y abierta como lo ha sido, y ahí estará el éxito”. Sin negar su carácter de formación política el rector le quitó los dobleces y el maquillaje que deforma los procesos democráticos, actitudes que la universidad no debe prodigar. Por el contrario, el papel se estima en garantizar que las instituciones de educación superior son y deben ser formadoras de sujetos que develen el conocimiento y las actitudes de convivencia para la vida social, esencia de toda sociedad democrática. La formación se torna entonces en un permanente diálogo entre el conocimiento y el actuar cotidiano.
Frente a estas declaraciones el rector de la UNAM se somete a la crítica y a la autocrítica que su autoridad le demanda, sólo así se puede pensar en el crecimiento social de un país que lo necesita; desde ahí se coloca y propone instituciones que formen para la pluralidad política y social, y para la igualdad de oportunidades, evidentemente bajo el resguardo de una formación ética.
En resumidas cuentas, las reflexiones emitidas se amparan en la demolición de un presente de excluidos y un futuro irremediablemente sin esperanzas y pone un alto a las acciones en donde se trata por todos los ámbitos de empezar a jugar a elecciones adelantadas y poco se atiende lo esencial de una sociedad como lo es su gente; se trata entonces de apostar y de erigir, sobre bases más sólidas, al país digno por el cual valga la pena celebrar. . . su centenario.

Mass Opinión: Un año después.

Posted on 8:26 by Hugo Triano Gomez | 0 comentarios


Hugo Triano Gómez.



Opinar es un privilegio. Estar en contacto con otros criterios genera una gran responsabilidad, representa un reto.

Conceptualmente una Opinión no puede verse jamás como algo bueno o malo, como algo útil o inútil; es un parámetro demasiado corto para una herramienta de la comunicación humana tan amplia; Debe entenderse sí, como una visión profunda o superficial de las cosas. Nunca podrá considerarse una verdad absoluta pues habría que ubicarla entonces en el terreno de la ciencia, amén que ésta evoluciona también en algunos casos.

Una Opinión pues es una aserción que está más cercana al saber, en función de cuanto más probables son los argumentos en los que se apoya. Una que –decíamos- se convierte en un privilegio, cuando se ejerce con libertad.

Hoy que Mass Opinión recuerda su “primera luz” no olvida que una mera inquietud, terminó siendo el reflejo de todo un anhelo de aquellos tiempos estudiantiles, en los que las ganas de incursionar en el terreno florecían, escaseando en contraste, los medios para lograrlo.

En Mass Opinión, todo este año hemos tratado de ser serios y de perseguir objetivos específicos; de hacer compromiso, el compartir los sentires de nuestros autores buscando siempre aportar algo.

En Mass Opinión la única premisa sigue siendo esforzarse por atraer la atención hacia temas relevantes, no necesariamente los mediáticos.

Desde un inicio dijimos que nos interesaría la política, no así la politiquería, de tal manera que exploramos terrenos de la ética, la educación, la historia, el humor y en ocasiones de la cultura.

Ahí están como testimoniales las 99 entregas previas que a lo largo del año, nos han llevado desde las entrañas de “Granier-landia” pasando por las “Compadrecencias”, las “Inundaciones y gabanes”; por los “Despidos a granel de Granier” y las “lecciones politiqueras de una elección” hasta “las lecturas del cuarto” de la SEGOB, el “autoritarismo presupuestal” del Ayuntamiento de Centro, las “marigüanadas de alto nivel” y las “celebraciones patito” del Congreso Tabasqueño.

También son testigos del compromiso, las preocupaciones por la “Generación Nini” cuando el fenómeno social recién fue definido: las generadas por la “Discriminación democrática” de los derechos gay, las precisiones de la “Dura lex, gay lex” y la realidad del “Aborto y otras aberraciones”.

Le hemos dado sin embargo, su sitio a la “Vida sencilla", al “Teatro”, a la “madre” y a la niñez con su celebración anual de cada “Abril 30”.

Aquí mismo surgió la “pregunta mínima” ante la nueva alza de impuestos, ante los “Empréstitos y bonos de marcha” y la de los raros olores y justificaciones en asuntos como el de “Lo indefendible: Fuchi Rattings”, procurando siempre de usted una actitud de “Fitch-jese bien”.

Ha habido polémica en asuntos como la conveniencia de una “Economía plateada”, mucho interés en situaciones verdaderamente dramáticas como las que enfrenta “Palestina” ante la indiferencia de Occidente o los riesgos del “Uranio de la CIA”. De nuevo polémica cuando los mitos “Hitlerianos”, “Juariztas” y hasta “Colosistas” aparecieron en escena.

La cuidadora de nuestros derechos alzó la voz aquel “Febrero 5”, la “Lealtad” ha reflexionado también a su manera, sin olvidar el nicho del “PEMEX que todos quieren”.

Ha habido hasta oportunidad para desahogar los sentimientos ante pérdidas como la de “Saramago” y la de los que sufren las inundaciones viendo las cosas “Detrás de la Marea”.

Hubo hasta oportunidad de hablar del “Mass Mundial” y de la “Ilusión llamada Selección” y por supuesto del “Bicentenario (que a algunos) le da risa”.

Resta decir que para quienes hacemos Mass Opinión, el compromiso sigue intacto y siendo ambicioso. Dependiendo directamente de sus autores, de sus preocupaciones, de sus estados de ánimo y hasta de sus tiempos. Que seguimos enamorados del respeto y el compromiso con la verdad -nuestra verdad-.

Siga esperando pues, apreciado lector, firmeza y convicción, argumentación y apertura; que Mass Opinión mantendrá su vela en el rumbo aquel de que el “cuarto poder” no tiene nada que hacer al lado de lo que está bien.

México creo en tí.

Posted on 6:57 by Hugo Triano Gomez | 0 comentarios

Creer es un acto de fé, de humildad, pero también de convicción, de decisión.

Hoy, en uno de los llamados días grandes de la patria Mexicana, M.O comparte con usted el profundo sentir del yucateco Ricardo López Méndez, que ha trascendido las fronteras del espacio y del tiempo, haciendo vibrar a generaciones de connacionales. Con la idea de retomar principios y sentires hoy extraviados; con la esperanza paralela, de que algún día México sea en verdad -como se ha querido siempre- una patria ordenada y justa, que no solo haga alarde de su unión y libertades, si no que las goce. Una que le de el lugar que merece a cada quien por sus virtudes, cual sentimientos de la Nación y reconozca las consumaciones al mismo tiempo que el inicio de sus más importantes acontecimientos.





I
México, creo en ti
como en el vértice de un juramento.
Tú hueles a tragedia, tierra mía,
y sin embargo ríes demasiado,
acaso porque sabes que la risa
es la envoltura de un dolor callado.
II
México, creo en ti,
sin que te represente en una forma
porque te llevo dentro, sin que sepa
lo que tú eres en mí; pero presiento
que mucho te pareces a mi alma,
que sé que existe, pero no la veo.
III
México, creo en ti,
en el vuelo sutil de tus canciones
que nacen porque sí, en la plegaria
que yo aprendí para llamarte Patria:
algo que es mío en mí como tu sombra,
que se tiende con vida sobre el mapa.
IV
México, creo en ti,
en forma tal que tienes de mi amada
la promesa y el beso que son míos,
sin que sepa por qué se me entregaron:
no sé si por ser bueno o por ser malo,
o porque del perdón nazca el milagro.
V
México, creo en ti
sin preocuparme el oro de tu entraña:
es bastante la vida de tu barro
que refresca lo claro de las aguas,
en el jarro que llora por los poros
la opresión de la carne de tu raza.
VI
México, creo en ti,
porque creyendo te me vuelves ansia
y castidad y celo y esperanza.
Si yo conozco el cielo, es por tu cielo,
si conozco el dolor, es por tus lágrimas
que están en mí aprendiendo a ser lloradas.
VII
México, creo en ti,
en tus cosechas de milagrerías
que sólo son deseo en las palabras.
Te consagras de auroras que te cantan
¡y todo el bosque se te vuelve carne!,
¡y todo el hombre se te vuelve selva!
VIII
México, creo en ti,
porque nací de ti, como la flama
es compendio del fuego y de la brasa;
porque me puse a meditar que existes
en el sueño y materia que me forman
y en el delirio de escalar montañas.
IX
México, creo en ti,
porque escribes tu nombre con la equis,
que algo tiene de cruz y de calvario;
porque el águila brava de tu escudo
se divierte jugando a los volados
con la vida y, a veces, con la muerte.
X
México, creo en ti,
como creo en los clavos que te sangran,
en las espinas que hay en tu corona,
y en el mar que te aprieta la cintura
para que tomes en la forma humana
hechura de sirena en las espumas.
XI
México, creo en ti,
porque si no creyera que eres mío
el propio corazón me lo gritara,
y te arrebataría con mis brazos
a todo intento de volverte ajeno
¡sintiendo que a mí mismo me salvaba!
XII
México, creo en ti,
porque eres el alto de mi marcha
y el punto de partida de mi impulso.
¡Mi credo, Patria, tiene que ser tuyo,
como la voz que salva y como el ancla...!

Ricardo López Méndez
Ciudad de México, 1940.

El bicentenario me da risa.

Posted on 7:52 by Hugo Triano Gomez | 0 comentarios




Hassan George vuelve a hacer de las suyas en su nueva aportación...Aunque esta vez, un misterioso personaje es el que al final, da los dolores de cabeza en esta animación. ¿Qué si quién es? Mejor, descúbralo usted mismo.


Celebración Patito.

Posted on 12:42 by Hugo Triano Gomez | 0 comentarios


Hugo Triano Gómez



Cuando se habla de celebrar el “bicentenario”, razones van y vienen tratando de justificar por qué sí y por qué no debe llevarse a ese terreno, la efeméride en mención. En pocos casos se tiene tan claro que homenajear más que una burla, es un insulto. Ese es el caso de la legislatura local.

Sumidos en la pereza y en la mediocridad, la actual legislatura osó celebrar la inauguración del edificio del Congreso local, el pasado 6 de Septiembre.

Olvidaron que a este nivel, celebrar es homenajear y que dicho concepto denota algo más que admiración, que Incluye asimilar, respetar, Imitar, pero también corregir para mejorar, honrar.

Ajustado a los exhortos que carecen de valor legal para una vinculación, el Congreso tabasqueño ha dado muestras de no tener idea, oficio, ni interés para presentar iniciativas verdaderamente útiles a la sociedad que no representan, convirtiéndose por decisión propia, conveniencia política e ignorancia en uno que duerme en sus laureles, que nada de a muertito al son que le toquen las cámaras federales, con el riesgo de que si allá no pasa nada, acá menos.

Es desde hace mucho, el puesto perfecto para que alguien pueda sentirse y creerse importante, sin de verdad serlo o estar cerca tan siquiera.

No se niega por supuesto, que haya gente capaz, estudiada y hasta bien intencionada de origen, solo que de nada sirven todas esas cualidades cuando están como ahora -como hace mucho, desde siempre- al servicio del gobernante en turno.

¿Qué norma de verdadero impacto social ha logrado sacar adelante la legislatura, que no sea la de entregarle al Poder Ejecutivo la facultad de poder contraer deuda pública sin su aval? En el origen y la teoría, el legislativo serviría de contrapeso a los otros entes, en la actualidad y en la realidad, el congreso no ha dejado de ser el medio para que el Ejecutivo oficialice sus deseos, necesidades y hasta gustos. ¿Qué celebrar entonces?

¿Qué celebrar y con qué calidad, si es el mismo órgano que dice en los discursos no congeniar con el centralismo, pero espera todo del ámbito federal y no es capaz de promover el auténtico federalismo adelantándose a los escenarios y crear un nuevo marco legal y de vida para una Entidad distinta -para bien y para mal- a muchas partes del país?

¿Por qué celebrar la "sede" de un congreso que dice actuará conforme a derecho, con decencia y transparencia en la fiscalización de los dineros públicos, cuando hace buen rato gente de peso como el ex Gobernador Manuel Andrade y el propio Presidente de la Junta de Coordinación Política Fernando Calzada, sostuvieron sin pelos en la lengua que la calificación es un ejercicio político y una cuestión intramuscular? (quizás por aquello de que solo le duele al que se la aplican)

¿Cómo vanagloriarse que el recinto legislativo llegó a ser el más moderno del país y de los más funcionales, cuando la referida fiscalización es copia fiel de una pantomima que solo deja satisfechos a los fieles –que no leales- y a los políticos que pese a todas sus fallas siguen ocupados y preocupados por el qué dirán?

¿Cómo secundar un festejo de estos, con un Congreso que no ha corregido sus vicios del pasado y por el contrario se hunde más en ellos? ¿Cómo si huye a los temas torales y no explora, sugiere, ni explota ideas que pudieran ser de interés nacional y solo se resigna a ver los toros desde la barrera?

¿Cómo admirar una legislatura que se contradice desde siempre y no es capaz de darse a si mismo el sitio que le corresponde en la división de poderes, con tal de preferir las canonjías que da ser el “enviado” al Congreso por el sr. Gobernador? ¿Cómo si ni siquiera considera “tema” hablar de la posibilidad de meterle mano -para corregir o sugerir reorientar- a la ley de ingresos y el proyecto de presupuesto del Estado, a fin de que el Ejecutivo no sea el único autor de los errores administrativos de sobra conocidos?

¿Cómo respetar a un Congreso que se contradice también al coincidir en la necesidad de hacer regresar al Presidente de la República a las Cámaras Federales para rendir su informe de Gobierno y aquí ha hecho, hace y hará hasta lo imposible por evitar que el Gobernador vaya al legislativo a exponer argumentos, ante la presencia de los presuntos y reales opositores a él?

¿Cómo festejar, cómo celebrar? ¡Si! solo que sea.. .un festejo o una celebración patito.

Inundaciones: Estado, responsabilidad y desorden social.

Posted on 7:04 by Hugo Triano Gomez | 1 comentarios


Flor de Líz Pérez Morales.




Uno se preguntaría qué es lo que está pasando en Tabasco, tal vez la respuesta no sea tan fácil de encontrar; parafraseando un poco la canción de Drexler, “el mundo (la vida) es más complejo de lo que parece”. Desde esta postura comprender y desentrañar lo que está ocurriendo en nuestra entidad pudiera darse, quizás, desde la mirada del mundo complicado o incierto en el que se inscribe.
En la búsqueda por aclarar lo contingente, Zygmunt Bauman se acerca de la manera más llana a explicarlo. Dice él, la constitución de un Estado en su equilibrio de fuerzas se articula sobre tres elementos que le permiten asumir la responsabilidad social; es sobre la economía, el ejército y la cultura donde se configura su papel político.
Lo cierto es que en los tiempos actuales, menciona el filosofo, la soberanía de los Estados está en juego y corriendo sobre otras dinámicas; situaciones donde los poderes, económico y cultural, ya no están en sus manos, lo que implica que sólo le queda lo militar. Cuando esto sucede el Estado se colapsa, pierde su capacidad política y el desorden entra en juego. Lamentablemente las catástrofes entran en esos procesos de negociación
En efecto, esto plantea que el Estado dejó de tener responsabilidad social, no porque no quiera, sino simplemente porque no controla lo económico y lo cultural (social) se le fue de las manos. Ha depositado en “otros” lo que le correspondía hacer. Sin la capacidad para detentar su accionar los gobiernos y sus estructuras se inmovilizan y no responden a sus gobernados.
Es desde este microscopio social donde encaja lo que vemos ahora con las inundaciones vividas desde el 2007; nuestra experiencia dictaría explicaciones sencillas, pero imposibles de dar. Esta emergencia natural en Tabasco se ha convertido en la evidencia más clara del desorden social que hoy nos toca vivir.
Sin la capacidad económica, porque se carece del poder financiero, al ser éste consignado en los dispendios, caravanas electoreras y a los mercados internacionales, los que en un abrir y cerrar de ojos controlaron todo, incluyendo a los gobiernos, las comunidades y sus consumos, se perdió el compromiso de atención ciudadana.
En la entidad no hay pues posibilidades financieras porque desde hace mucho se dio a otros; no hay recursos para asumir lo que tocaba asumir. Su urgente búsqueda ha llevado al malsano entendimiento que, en el más irrisible de los casos, las inundaciones podía ser un “negocio” político y social. El gobierno asumiendo que los recursos económicos podían llegar y ser un trozo de las partidas presupuestales de cada año y la población asumiendo que las contingencias podían ser parte de los procesos de sobrevivencia frente a la marginalidad; en pocas palabras se aplicó el dicho de “a rio revuelto ganancia de pescadores”, el drama de todo lo anterior es que nadie pescó nada.
Sin la capacidad para responder al ciudadano también se ausenta el poder cultural. Ni se plantean estrategias porque no hay proyectos de orden social, no hay la inteligencia para articular planes, programas que den salidas a las emergencias y al caos. No se puede hablar entonces de un Estado responsable y vigilante cuando no se otorgan las condiciones que requiere un acontecimiento social como los ya vividos en Tabasco. No es sólo con el acto impositivo de la fuerza, aplicada desde el ejército como se administra la política de una población; y sin embargo desde aquí entendemos porque el gobierno sólo puede responder con los militares con acciones que se miran como gestos de ayuda humanitaria en la necesidad, pero que desde el sentir social se traducen como actos impositivos que salen a bote pronto.
Las preguntas a responder se pueden significar entonces como puntos clave para ver cuál será nuestro rumbo: ¿Debemos tener albergues permanentes que cada año se conviertan en hogares? ¿No tendrían entonces que tener las condiciones para vivir en ellos? ¿Se abrirán cada año canales de alivio en zonas diferentes? ¿Los habitantes de áreas vulnerables tendrán diversos tipos de vecinos dos veces por año? ¿Serán dos hogares por año? ¿Cuáles serán las próximas colonias reubicadas? Aún y cuando las respuestas puedan estar implícitas, no son las adecuadas y si lamentablemente esto es el futuro, ¿no tendrían ya que elaborarse los programas políticos en relación a ello y contribuir a dar certidumbre en algo? En el dicho popular hay quienes preguntan si no sería más fácil que llevar y traer a la gente como cada año, pensar en viviendas tipo plataforma.
En su dilucidación Bauman dice que finalmente en el desorden social, lo más golpeado no es la cima, sino la base, y mientras no se fortifique al mundo en sus localidades, su futuro seguirá siendo caótico. Queda claro que el porvenir es incierto, poco claro; que las respuestas no vendrán desde un sistema de gobierno capaz de dar orden, que las estructuras políticas están maniatadas, que la ciudadanía no mira su participación como algo crucial, que las instituciones no tienen respuestas y que seguramente sin hacer nada cada año se seguirán padeciendo la inundaciones como las nuevas “negociaciones” políticas y sociales donde nadie. . .absolutamente nadie gana.

Exorcismo tapatío.

Posted on 12:25 by Hugo Triano Gomez | 0 comentarios




Si bien no se emplearon aquí
"términos" como los del Cardenal Sandoval cuando el asunto de las adopciones gay, Hassan George vuelve a la carga poniendo a pensar ni más ni menos que al Ebrard del Distrito Federal. ¿A tí te gustaría que te hicieran esto?...Parece preguntarle. ¿no cree ud?

Inundaciones: Detrás de la marea.

Posted on 10:00 by Hugo Triano Gomez | 0 comentarios


Flor de Líz Pérez Morales



Simplemente no lo concibo, y sin embargo está sucediendo. Por cuarta vez y antes de lo previsto las familias salen huyendo de lo que sabíamos iba a pasar, pero que en algún momento creímos que se podía evitar: la inundación de los hogares. Mucho se puede decir al respecto y hasta el cansancio; lo único claro en todo esto es que el gobierno de Tabasco ha sido capaz de discutir pero no de gestionar.

Ahora mismo vemos nuevamente el drama de muchas familias, camionetas cargadas de objetos caseros y personales buscando el reacomodo de las cosas donde se pueda. A los más ventajosos tal vez les dio tiempo de construir un desván para almacenar durante las lluvias los objetos personales para luego guarecerse en alguna otra casa familiar. ¿Es esta la salida? ¿Frente a esto dónde quedan los excluidos?

El ciudadano común ve, compara, reflexiona en relación a lo que han hecho “los otros”, y simplemente les da como resultado la gran cantidad de disputas estériles entre las instancias que pudieron hacer algo.

Las más recientes inundaciones en Monterrey obligaron a sus autoridades a un trabajo colectivo de gobierno, empresas y sociedad civil; justo desde la perspectiva de los regios la respuesta fue para la emergencia. Nosotros desde el 2007 no nos hemos preparado para la adaptabilidad de los escenarios venideros, mucho menos para gestionar los riesgos. Se le sigue dando vuelta a un asunto que no tiene vuelta de hoja.

En Tabasco ahora mismo se discute si lo prioritario es la gente o la manera de protegerla; todo se presta a un ciclo sin ruptura donde la inercia no dio pie a resoluciones. Se colocan costales, se buscan casas, se levantan muros, se provocan los desalojos sin alternativas. ¿Dónde quedaron los planes?¿Y el papel de los congresistas?¿Y los partidos políticos?¿Y los medios de comunicación? Repitieron hasta el cansancio lo vulnerable que es Tabasco, los riesgos que tenemos al vivir en una zona de alta humedad, pero al respecto qué salida tenemos.

Es verdad que la razón genérica esgrimida ha sido el calentamiento global y el desequilibrio ecológico. La gran mayoría de los medios de comunicación locales no han abordado con seriedad el tema; en el mejor de los casos se limitan a dar los informes oficiales dejando de lado las verdaderas preocupaciones. Ahora si vienen los tiempos de sacar la bandera roja de la contingencia y la rebatinga de las comunidades.

Evidentemente la respuesta es política y no social. Sin embargo, aún cuando esta respuesta sea política, lo que se delinea es la ausencia del Estado.

Lo cierto es que los escenarios venideros no se plantean como agradables, por el contrario, los imponderables serán más. Estamos en un mundo donde cada día los cambios sociales demandan situaciones y respuestas rápidas y no tenemos un gobierno que haya pensado en eso. Nuestras instituciones políticas, educativas y medios de comunicación están acostumbrados a caminar por detrás de la marea y no necesariamente por delante. Se está pensando en el gobierno próximo para dejar responsabilidades, se apuesta a las elecciones, se vocifera en una defensa ciudadana que lamentablemente tiene memoria corta.

No pedimos más que a alguien le importe Tabasco. No se trata de solicitar un Estado benefactor, que por años nos ha hecho mal, sino de un Estado vigilante, que asuma la responsabilidad de procrear alternativas frente a las emergencias.

Cuatro años van que lo que nos acompaña son las costaleras, las camionetas cargadas de cosas, todos jalan para donde pueden y como pueden, no se espera más, es la desesperanza de los alicaídos, de los de cada año, de la sobreviviencia. Si, penosamente ese es el juego que hoy todos jugamos.