Jonuta 2016: Conclusiones, efectos y riesgos.
Hugo Triano Gómez.
El asunto ya no es de escándalo, es sí, reflejo fiel de
la política a la mexicana. Uno que sirve para entender porqué estamos como
estamos, para dar vida a la “destrucción de la democracia” de la que habla
Mario Vargas Llosa: La que se basa en la corrupción, los sobornos y maniobras a
las que recurren quienes buscan eternizarse en el poder.
En otras palabras, que el síndico (con D) de hacienda
electo del ayuntamiento de Jonuta, Francisco Filigrana, reconociera que hará a
un lado a su mujer quien lo suplió por orden del tribunal electoral federal en
la nominación perredista a la alcaldía -para ungirse él como primer regidor- es
una acción que forma parte del mismo sistema de simulaciones que se niega a
morir, a reformarse, con todo y que el discurso de los nuevos vientos y formas
de hacer política no dejan de anunciarse.
También es claro que la escena no es propia, exclusiva,
de este amolado rincón tabasqueño. Injusto sería hacer parecer que lo es.
Empero, lo que Tito Filigrana pretende hacer con la
anuencia de varios “doble cara”, es imponerse a “golpe de machismo político” en
una posición que aunque él lo crea así, no le corresponde. No al menos en un
estado que haga cumplir la ley, y más aún, el verdadero espíritu de la norma
por el que se reguló la paridad de género.
En el caso no solo Filigrana es responsable. La
dirigencia perredista que ahora dice no compartir la actitud del “cuidador del
Ceibón”, avaló su sustitución obligada bajo los términos en que se dio; es
decir con la esposa de aquél. Indecente bajo cualquier óptica es querer hacer
parecer ahora que las cosas no sucedieron como ocurrieron.
Hace falta además ser muy ingenuo o poseedor de poca
vergüenza, para creer primero y negar después, que desde la dirigencia sol
aztequista Candelario Pérez no calculó al menos que ante la falta de
experiencia “política” de Ana Lilia Díaz Zubieta, la susodicha era fácilmente
manipulable, “sustituible".
Afortunadamente para las mujeres y demás interesados en
la “cosa de la paridad”, el Tribunal Electoral de la Federación presumiblemente
tiene elementos para echar abajo mediante interpretaciones “novedosas”, lo que
en esta tierra parece, nadie se atreverá a detener.
Lo que tienen que entender las mujeres metidas a la
política -y en las cosas serias- es que con la imposición de Tito Filigrana en
la alcaldía de Jonuta, no solo se hablará de la perpetuidad del machismo
político, sino que también se cuestionará su
debilidad, su desinterés y hasta su complicidad en la farsa, todo lo que
supuestamente han buscado y deseado… combatir.