Relevo en Tabasco: Libertad de expresión.
Hugo Triano Gómez.
En
el marco de la contienda electoral local y a propósito del día de la libertad de expresión, se impone
observar con seriedad lo que han abonado los candidatos a la gubernatura sobre
el manejo que le darán al fenómeno comunicativo en Tabasco, de ser electos el
primero de Julio.
De
inicio es de advertirse que el asunto no es uno que parezca de vital
importancia como política pública
para los candidatos. Los pocos señalamientos vertidos de motu proprio al
respecto, lo confirman.
Es
más, en plena recta final de las campañas no se sabe aún –porque no lo han
dicho- si alguno tiene el interés real de convertirlo en una política de estado
y cómo piensa hacerlo o si de plano desea mantener de aliados en base a
billetazos al llamado cuarto poder.
A
estas alturas es claro que socialmente hablando, nada aporta mantener una
estructura como la de la coordinación de comunicación social y relaciones
públicas del gobierno que ni comunica a la gente ni hace relaciones públicas en
el sentido estricto de la palabra; por el contrario guarda silencio cuando
debió atajar y aclarar versiones; poner a disposición elementos y posiciones
oficiales sin esperar “tempestades”, en
pocas palabras: Ponerse a trabajar.
Es
de suponerse por supuesto, que las órdenes para ser omisos en el trabajo de la
coordinación de comunicación debieron provenir de los superiores, pero ello no
exime de culpas; más si se piensa en la dignidad y en la ética de la formación
profesional.
Como
sea, es claro que si se concreta una alternancia política, habrá mayores
elementos para exigir cambios de fondo. Inmoral será ver surgir con auspicio
del “nuevo” gobierno, nuevos
pasquines o el fortalecimiento de algunos basados en el apoyo que hayan podido
dar en los tiempos de campaña. Será reeditar vicios hasta ahora criticados y
que sin duda, marcarán el sendero a seguir por la próxima administración.
Que
la manera de contratar la propaganda del gobierno cambiará partiendo de los
raittings de los medios ha planteado el Candidato Núñez ¿Qué vislumbran sus
adversarios en la contienda? ¿Qué ajustes planean –los tres- para la televisora
tabasqueña, aquella que incidió en la anulación de las elecciones del año 2000?
¿Pensarán los Candidatos que basta con
copiar y adecuar el marco legal federal para “garantizar” la seguridad de los periodistas en el terruño?
Más
allá de impresiones, es preciso admitir que faltan más elementos que una simple
palabra o un simple discurso para creer que el próximo gobierno de Tabasco será
tolerante y atento respecto a la crítica y la manifestación de las ideas en la
opinión pública. Es preciso admitir -para intentar corregir- que como en otros
rubros Tabasco ha retrocedido en la materia; que tiene una deuda con la verdad…
imposible de postergar.
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