Sucesión 2012: Penúltimo round.
Difícil e infructuoso si se quiere ser serio, es hablar de un ganador tras
el segundo debate entre los candidatos a la Presidencia de la República,
efectuado ayer. Lo es, porque de inicio no hubo un éxtasis en la discusión de
algún asunto y por tanto no hubo margen para determinar que tal abanderado tuvo
la razón respecto al otro.
Es cierto que en el encuentro otra vez hubo nervios, aunque también
golpes, intentos de revire, algunas ideas, contradicciones y mucho qué pensar.
Sorpresa pudo haber causado el hecho de que Andrés Manuel López Obrador
no haya sido–como se vaticinó- el objeto número 1 de los ataques de sus
adversarios. Para acabar pronto, el asunto no comprobado del pase de charola
acusado por el PRI, ni siquiera asomó la cabeza.
Ver a una Josefina Vázquez Mota al abordaje, atacando a sus adversarios,
puede dar a muchos la certeza de que la Panista en efecto jugó su última carta
en pos de recuperar lo que alguna vez tuvo en las preferencias electorales y
que su tiempo en el ring está contado. No aportar algo nuevo en ello y sí en
cambio subrayar lo ya acuñado contra sus adversarios, no parece haberle dado
los resultados que buscaba.
En contraparte el gancho bien colocado que Gabriel Quadri le conectó por
su relación con Elba Esther Gordillo a estas alturas del combate, aunque no la
derrumbará sí podría hacerle perder puntos vitales ante los grandes “jueces”
del primero de Julio, sin muchas posibilidades de recuperarlos ante los últimos
segundos de combate. Después de todo en la percepción primera de las cosas, no
puede negarse que Vázquez Mota se dirigió a Gordillo en el video de you tube
-que aquél refirió-como su “Querida Amiga”, más allá de la institucionalidad
que alegó en su defensa la ex secretaria de educación.
Enrique Peña y Andrés Manuel López Obrador en efecto, parecen haber
seguido casi al pie de la letra una estrategia de no confrontación, ni entre
ellos ni con los otros contendientes; como queriendo llegar al último episodio
de la contienda con la reserva necesaria que les permita con un “golpe de
último segundo” llevarse la victoria en una contienda que pese a las negativas,
da la impresión de en verdad haberse cerrado. Hablar de los márgenes del
mismísimo 2006 aún parece difícil de establecer, pues ni los más osados en
aquel año lo veían así.
En Peña pareció hacerse presente de nuevo el nerviosismo, aunque en
López Obrador la “muestra” de que no se equivoca en lo que dice, sigue siendo
la llave para sus detractores por aquello del mesianismo.
También tras el debate de anoche quedó claro que penalizar el aborto en las mujeres no estará en la agenda a seguir, gane quien gane; hay señales de que
se insistirá en la reforma política trabada hace algunos meses con los
elementos que el Presidente Calderón dejó en la mesa: La reducción del número de diputados y senadores, las candidaturas ciudadanas y quizás un nuevo intento
por consumar la no suficientemente argumentada reelección de alcaldes y
legisladores. La señal es reveladora en tanto que el PRI y su candidato Peña se
ratifican dispuestos a avanzar en la materia, cuando en el pasado reciente no
lograron concretar sus “buenos oficios” de hoy.
Como sea, esos siguen sonando a cambios de forma, cuando los de fondo:
El crecimiento económico, el combate a la pobreza, la recuperación del lugar
del país en los indicadores internacionales tendrán que pasar por muchas manos
y visiones, dejando aún a 20 días de los comicios muchos enigmas y más
dudas…por delante.
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