Relevo en Tabasco: La lectura del debate.
Hugo Triano Gómez.
A
como en el debate entre los aspirantes a
la Presidencia, en el de los que buscan la gubernatura en Tabasco un
ausente se llevó los “honores”;
aunque para la ocasión sería más apropiado decir las deshonras.
También
como en el primer ejercicio, se “avanzó”
en tópicos en específico que a juzgar
por los dichos de los participantes, habrán de concretarse ganen ellos o sus
adversarios el próximo primero de Julio.
Con
los contenidos floreciendo, con los ataques políticos y las defensas
apareciendo, el debate entre los “choquitos”
superó las expectativas y toda proporción guardada, pareció carburar, ser más candente y entretener más que el de sus
homólogos nacionales.
Como
era de esperarse ninguno de los 3 interesados en suceder a Andrés Granier se
salvó de que le recordarán su pasado; por un lado a Gerardo Priego Tapia le sonaron
sus “vínculos noventeros” con Roberto
Madrazo, a Arturo Núñez su gestión y “actuación principalísima” con el siempre
despreciado fobaproa y a Jesús Alí su respaldo a los excesos Granieristas desde
el Congreso local, incluido el de los empréstitos que contrató su gobierno y
que luego “regresó” sin usar, mediante
el respectivo pago de intereses a costa del erario. Verdades que solo Priego
intentó refutar.
En
el terreno de las propuestas habrá que destacar las promesas de los 3
abanderados por privilegiar la generación de empleos, específicamente en la
población joven. Y aunque es de suponerse que se aplicaría acá el proyecto
federal, da la impresión que faltó ponerle nombre a los “beneficios” que el sector empresarial del estado recibiría si
privilegia la contratación de éstos, en el entendido de que las retribuciones
fiscales son exclusivas y fueron establecidas desde unos años por el gobierno
federal.
La
“conversión del agua en un aliado de los
tabasqueños” también fue un tema de unanimidad. Los 3 candidatos al menos
en el discurso, tienen claro que hace falta cambiar estructuras para que ello
sea posible. No obstante, más allá de nomenclaturas, la Secretaría que se
cocina para su atención nacería con infinidad de retos a la par de obstáculos y
riesgos de volverla infructuosa.
Y
es que pese a la “voluntad” exhibida,
algo más tendrá que pasar para lograr el (millonario) desazolve oportuno de los
ríos que retomó Alí; para lograr que Tabasco tenga una “mejor participación” en el Comité Técnico que decide el manejo del
sistema de presas como planteó Núñez o que de resultados con (solo) llenarla de
“especialistas” como planteó Priego
Tapia.
El
objetivo de volver a la Secretaría del Agua (o como se llame) vigilante de la
CONAGUA por aquello de las obras del Plan hídrico, acuñado por Núñez y Alí, no
solo es el peligro mayor para la distracción de sus objetivos; si no también la
puerta abierta para politizar otra vez el asunto, sin llegar a resultados.
Tampoco
–da la impresión- servirá de mucho que la nueva dependencia estatal se encargue
de la ampliación de drenajes y de la red de agua potable en los municipios como
mencionó Alí, cuando ello supondrá que ésta absorba a la CEAS –antes SAPAET-
con toda la carga burocrática y de deficiencias que arrastra desde hace
décadas. En contraste suena “oportuna”
la idea del fortalecimiento presupuestal municipal para reasignar tareas, so
pena de castigar a quien no cumpla el cometido.
Para
no dejar cabos sueltos, seguro es que el de los “honores iniciales” de los que aquí se habló, fue el más interesado
en el encuentro. ¿Quien si no? si ha contribuido con mucho al triste diagnóstico
de la realidad local. ¿Por qué no? Si podría
sentir ya de cerca el temor por dejar un estado de cosas que todos –candidatos o
no- quieren cambiar… Su nombre: Andrés Granier.
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