El postday... del conflicto policial.
Hugo Triano Gómez.
Como
se ha dicho antes, el conflicto de los policías en Tabasco no está resuelto, a
lo sumo está destrabado. Para poder acuñar el término hace falta aún que varias
cosas sucedan. De entrada que cese el desconocimiento a los mandos medios por
parte de la tropa.
Y es
que mientras eso no ocurra, la posibilidad de que el fuego se reavive bajo
cualquier pretexto seguirá latente. Es importante señalar por eso que la
denuncia de un dinero desaparecido, etiquetado por el SUBSEMUN y cuyo destino
eran los gendarmes, no es cosa menor ni puede ser echada en saco roto.
Es
cierto que la acusación es grave porque señala a los administradores de manejar
incorrectamente cantidades millonarias, pero la autoridad estatal no puede
cerrarse a rechazar el dicho porque sí, si quiere mantener el diálogo y el
reinicio de las actividades en la coporación, vigentes.
¿Quién
si no la Secretaría de Finanzas debe saber qué sucedió con ese monto que se
afirma podría rondar los 100 millones de pesos? ¿Qué papel desempeñó en el
mismo proceso el área administrativa de la secretaría de seguridad? Obligado se torna aportar elementos de prueba si es que ese dinero nunca
aterrizó.
Nadie
que haya seguido el conflicto en sus momentos más difíciles puede negar que las
partes llevaron la situación al extremo, aunque tampoco olvidar que en ambos
casos hay ganadores. Los policías por la promesa de que ahora sí recibirán
mejoras razonables a sus condiciones laborales y el gobierno al no exhibirse
represor, si firme, y al final "deseoso"
de pretender obtener el control del territorio, uno de los paraísos para los
flagelos de alto impacto en el país. Menos que todo eso sigue en riesgo.
La
petición de los policías para cesar mandos medios sigue luciendo hueca sin elementos de peso de por medio; empero hay que admitir que poco se podrá esperar de
gente que "cumple" lo mínimo -por su inconformidad y poco profesionalismo- a
la hora de "garantizar" la
seguridad ciudadana.
En
este contexto es que luce válida la rotación de los mandos que el gobierno ve
como alternativa, solo en ese.
¿Qué
pasará con la convocatoria que para renovar el colegio de policía emitió el
gobernador Arturo Núñez en el ultimátum que envió previo al destrabe del conflicto? Aunque quizás no sea necesario ratificarlo,
luce obligado mantenerlo en pie. Lo contrario tendría que asumirse como un
error, como haber desperdiciado la coyuntura.
Difícil
es, por otro lado, vincular lo sucedido en la corporación estatal con lo
suscitado en la policía de Nacajuca. No porque no pudieran existir intereses de
por medio, sino que a juzgar por los planteamientos hechos y las formas
exhibidas, más parece una inercia consecuente con un deseo genuino. Al final, la
diferencia entre el ámbito estatal y el municipal puede ser abismal y hacerse
presente. La capacidad de diálogo y el carácter del gobernante -Pedro Landero-
estarán a prueba con el riesgo de exhibir lo que el aludido Núñez tanto cuidó.
Finalmente
hay que decir que aunque parezca algo negativo, la decisión de no "apurar" la creación de una
comisión especial del congreso que dé seguimiento a los compromisos entre el
estado y los policías, puede resultar algo positivo.
Después
de todo, los perredistas sin darse cuenta y tratando solo de defender a
ultranza a su gobernador, impidieron -por ahora- que más grillos se involucren
escudados en las instituciones, en un asunto que ante todo requiere…. serenidad y
paciencia.
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