Lo seguro de la inseguridad.
Hugo Triano Gómez.
La seguridad pública es sin duda una de las tres principales aspiraciones de toda sociedad. Puede quizás tolerarse vivir con dificultades económicas pero no con la incertidumbre de que el patrimonio, incluida la vida, sea visto como moneda de cambio para quienes se dedican a delinquir.
Por eso es lógico y natural que la reacción al dicho del gobernador Tabasqueño Arturo Núñez, de que “no hay hoy en el estado una persona en cautiverio” producto de algún secuestro, no haya sido tan bien recibida y hasta parezca un exceso de parte del jefe del ejecutivo estatal.
Y es que Núñez no puede olvidar que aún y cuando el logro sea real, no existe el ambiente propicio para aceptarlo, menos para celebrarlo. No cuando las afrentas de los que han resultado afectados por el flagelo son por mucho superiores y no hay certeza de que la readaptación social -por citar algo- haya adoptado matices de eficacia no solo en Tabasco, sino en México. Si acaso, el dicho Nuñista coloca a su autor al nivel del Presidente Peña Nieto, "padeciendo" también de la incredulidad pública cuando vocifera que la situación del país en materia de seguridad ha mejorado.
Hablar de un avance real en el combate al delito de alto impacto como también hizo Núñez en Cárdenas, suena en contraparte, mesurado. No obstante que la aseveración del Procurador Fernando Valenzuela queriendo corregir la escena de su jefe, limitando todo al día y al lugar que éste visitó, no hace más que evidenciar al gobierno. Lo evidencia una vez más en sus fallas a la hora de comunicar.
Con todo, tampoco pueden echarse en saco roto las advertencias del ex candidato panista a la gubernatura Gerardo Priego Tapia, que no luce errado al acuñar la lapidaria frase de que el gobierno posee el privilegio de la seguridad, mientras los índices delictivos se “democratizan”… afectando pues a las masas.
¿Qué son diez las camionetas blindadas que protegen al gobernador? Así fueran más, la realidad es que es muy arriesgado -para todos- dejar a la “buena de Dios” no toparse con algún grupo que a esto se dedique.
La profesionalización de la policía con todo y la creación de la gendarmería nacional, sigue siendo además asignatura pendiente, no solo porque no se ha terminado su certificación con la complacencia de las autoridades federales y estatales sino por la espera de resultados y el sentimiento de temor incrustado en la psique de los compatriotas, quizás más en unas zonas del país que en otras.
A todo esto, también es real el hecho de que no se le ha dado el seguimiento indispensable a quienes han sido separados de las corporaciones policiacas con aquello de la mejora de la institución. ¿A dónde están? ¿A qué se dedican? ¿Se generaron resentimientos? ¿Cómo terminó la relación? La lógica en este caso no puede ser ligera. Obliga -sin obsesiones- a por lo menos un "monitoreo básico" de su nuevo actuar.
De colofón vale la pena insistir en que nadie debe engañarse ni confiarse con "las cifras del día", así se hable de 14 bandas desarticuladas o lo que se guste. Que Tabasco (4) según el observatorio nacional ciudadano esté por casos de secuestro solo superado en número de "municipios afectados" por Tamaulipas (6) y por arriba de Morelos (3) y Michoacán (3) no son por mucho motivos para celebrar. Eso ...es seguro.