Metamorfósis: De PHIT a P-H-T.
Hugo Triano Gómez.
Si la expectativa sobre la visita de José Luis Luege a la Entidad fue alta, quienes así pensaron estarán ahora mismo, decepcionados. Y es que en los anuncios hechos en la “actualización” del llamado Plan Hídrico se descuidaron dos aspectos fundamentales, que bien justificarían retirarle el mote de “integral”, al susodicho PHIT.
De entrada, calificar de Integral a un proyecto supone exhaustividad, el estudio y consideración de todas –no de la mayoría- de las variables; obliga a no dejar de lado como en este caso, tareas trascendentales como el desasolve de los ríos Grijalva y Usumacinta hasta su desembocadura al Golfo de México en el municipio de Centla y por supuesto los de sobra comentados trabajos de reforestación en la selva chiapaneca, que serviría de “freno” natural a las aguas provenientes del llamado Alto Grijalva.
Lo grave del hecho es que pese a tener plenamente identificada la necesidad, por enésima ocasión el Gobierno de Tabasco, el de Andrés Granier, optó por conformarse y por solicitar “tibiamente” sin obtener respuesta, una consideración del asunto.
Así de trágica resulta la omisión, que no se escuchó decir que un solo peso se destinará para dichas tareas. O dicho de otra manera, que habrá cero inversión para un desasolve “mayúsculo” como el que requieren el Grijalva y el Usumacinta y cero pesos destinados a reforestar la zona que directamente afecta a Tabasco, tras su devastación.
Por si fuera poco, lo “presentado” ayer se trató también como una “ratificación de obras” para los últimos 2 años de los sexenios Calderonista y Granierista, lo cual hace temer con justificada razón, que para el 2012 la tónica no cambiará, ya sea por la cerrazón de uno para programar presupuesto y la incapacidad del otro para buscar alternativas incluso sui géneris, administrativamente hablando.
Por supuesto que habrá quien busque minimizar la escena, aludiendo el desasolve del dren samaria anunciado para este año y adjudicado a PEMEX según los presentadores, solo que pese a ser importante no podrá nunca compararse con lo requerido para los citados afluentes Grijalva y Usumacinta.
Con una nueva duda apareció en la escena, el dicho de Luege Tamargo respecto a que el plan hídrico no es para el corto plazo, si no para la seguridad futura de los tabasqueños, para el largo plazo. ¿A cuántos años se referirá? ¿a 15, a 20, a más?
Por lo menos con los anuncios de ayer quedó claro que el Gobierno Granierista avala -y por tanto será corresponsable de los efectos que produzca- el proyecto de la CONAGUA. Más adelante, no podrá deslindarse, ni negar que se va –como se dijo- en el “camino correcto”.
Destacables sin duda resultaron los primeros conceptos vertidos por el Director General de la CONAGUA, en su intervención de ayer. Sin mayores aspavientos eliminó cualquier posibilidad de “malos entendidos” al alegar que el PHIT –solo- busca disminuir al máximo posible las condiciones de riesgo y vulnerabilidad de Tabasco frente a fenómenos hidrometeorológicos. Nunca habló de extinguir, de acabar con dicho riesgo. Sin duda entenderá, el que así lo quiera.
Que si Luege “se puso el parche” antes de la aparición del grano, no deja de ser anecdótico. Lo cierto es que la declaración del visitante coincide con lo dicho no hace mucho por Jorge Mijangos, -que habrá que reconocerle- por lo menos fue sincero al admitir terminando 2010, que en 2011 la zozobra y la incertidumbre volverán a estar presentes en los tabasqueños, si bien nos va.
No se trata aquí de desdeñar los anuncios de las obras, que si los hubo. Sí de encender la luz de alerta ante las omisiones descritas y fijar la mirada en las que se han prometido realizar con calidad, en tiempo y forma, talón de Aquiles de la obra pública en general.
Al final del camino, de nuevo los tabasqueños tendrán que “confiar” en que las cosas se hagan, en que por fin se pase del dicho al hecho.
Al final del día, la visita de Luege se aprecia solo como una reacción política-discursiva a la molestia política-discursiva mostrada al interior del Comité Técnico de Operación de Obras Hidráulicas Regional del Gobierno Granierista, que aún debe por cierto, explicar por qué avaló –otra vez- un proyecto que de integral solo tiene el mote y las siglas.
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