Generación NINI (El caos que se avecina)

Posted on 6:21 by Hugo Triano Gomez | 1 comentarios


Hugo Triano Gómez



Si bien el término podría mover a risa, en esencia la generación Nini debiera representar una auténtica preocupación.


Y es que no puede verse de otra forma, cuando son precisamente nuestros jóvenes los principales protagonistas –según la BBC de Londres- de tan poco halagador escenario.


Ser Nini pues, como ya es de suponerse no es sinónimo de grandeza, de orgullo, con todo y que pueda hablarse de ella como una corriente regional y hasta mundial .Se refiere en cambio, al conformismo que habría alcanzado ya a 7 millones de jóvenes en México, que simplemente habrían decidido, movidos por “la realidad económica y educativa del país” ni trabajar, ni estudiar.


Es de alarmarnos pues se supone que su propia condición de joven es la que tendría que estar procurando, generando, llamando a la actividad, al cambio de las cosas, de las estructuras que podrían parecer fuera de lugar, arcaicas, estancadas.


Por si fuera poco, según otras cifras y estimaciones no oficiales, la cantidad de muchachos en la condición referida seguirá en aumento y con tendencia a la violencia en aras de satisfacer sus necesidades -eso sí nunca desaparecidas- de liderazgo, de poder, no importa de qué manera


En contraparte haciéndoles “chico favor” tenemos autoridades de todos los niveles pretendiendo ocultar la realidad de las cosas sobre los factores que inciden en dicha decepción, en dicha búsqueda de los satisfactores a costa de lo que sea.


Ahí tenemos por ejemplo a una Secretaría de Educación que aquí y allá, allá y acá, sigue defendiendo a capa y espada su famosísima, falsa, poco efectiva y nunca debidamente explicada revolución educativa.


Ahí tenemos una institución que allá y acá, acá y allá, vive prendida y esperanzada a que el fantasma de los rankings, le dote de la calidad que la aleje de la mediocridad, hoy más cerca que nunca.


Ahí tenemos a los Gobiernos de allá y de acá, de acá y de allá, hablando de crisis superadas, de escenarios transformados, de metrópolis y ciudades de primer mundo existentes solo en sus mentes atrofiadas por tanto egocentrismo.


Gobiernos que allá y acá, acá y allá, huyen no solo a su responsabilidad de bien educar, si no a la de corregir por la vía legal lo que los núcleos familiares y educacionales no pudieron, muy a pesar de que faltan así a su compromiso de procurar y mantener el orden en la convivencia.


No se trata de ser pesimistas, pero ¿que futuro le espera a nuestro país con jóvenes nini, jóvenes dispersos, distraídos, engañados y hasta dudosamente influenciados? ¿A dónde iremos con medios de comunicación aplaudiendo y promoviendo realitys (Aún en México no) a favor de esta "Tribu" como si verdaderamente se tratara de algo encomiable? ¿A dónde llegaremos con jefes de familia aplaudiendo programaciones chatarra que dan al traste con cualquier intento de bien encauzar al niño primero y al joven después? ¿A dónde, si nuestros líderes (o al menos el de los jóvenes) emanan "a chorros" de este tipo de sociedades ante la falta de principios y claridad entre lo bueno y lo malo?


Decíamos que no se trata de ser pesimistas pero todo apunta a que seguiremos viendo y viviendo situaciones delictivas en la que el sector juvenil jugará un papel primordial, no solo por que haya decidido sumarse a los nini, si no por que quienes deben hacerle entrar en razón también forma parte conciente e inconsciente de su clan, pues ni son capaces, ni dan muestras verdaderas de que les interese revertir la situación.


Nomás no se sorprenda usted hombre de leyes, hombre de las instituciones, de buena fe, que la justicia por la propia mano sea de nuevo, en breve, la norma para “resolver” el caos que se avecina.

La vida sencilla

Posted on 9:10 by Hugo Triano Gomez | 0 comentarios


Iván Triano Gómez


En los días actuales, en que el individualismo exalta el simple fin de tener, y empuja al hombre a ir detrás de todo bien material en forma preferente y casi exclusiva, pensar en el ideal de una vida sencilla, parecería un extravío.

La poesía es sin dudas el aperitivo para el alma, su estudio no requiere esfuerzo, se trata de una pausa en el tiempo; en Mass Opinión resulta grato dedicar unas líneas a las diversas inspiraciones que han elevado al espíritu humano por encima de sí mismo.


Para quienes resulte extraño, el poeta hispano José María Pelmán, constituye un ejemplo verídico de sencillez, con todo y su pluma brillante que por regla general refleja el ideal de una vida serena, dedicada a simplemente vivir, y desde luego el de una vida menos materialista y agitada.


Para los amigos lectores, se destina este aporte tan sólo como una pincelada de la maravillosa y abundante producción literaria del maestro español, en espera que sea degustada tal cual vino hispano, en una tarde soleada sin angustias superfluas, simplemente con: aroma a vida sencilla.


Elogio de la vida sencilla
(José María Pemán)

Vida inquieta, frenesí de la ambición desmedida...
¡Qué mal comprende la vida el que la comprende así!

la vida es soplo de hielo que va marchitando flores;
no la riegues con sudores ni la labres con desvelo;
la vida no lo merece,
que esa ambición desmedida es planta que no florece en los huertos de la vida.

Necio es quien lucha y se afana de su porvenir en pos:
gana hoy pan y deja a Dios el cuidado de mañana.
Vida serena y sencilla, yo quiero abrazarme a ti,
que eres la sola semilla que nos da flores aquí.

Conciencia tranquila y sana es el tesoro que quiero;
nada pido y nada espero para el día de mañana.
Y así, si me da ese día algo, aunque poco quizás,
siempre me parece más de lo que yo le pedía.

Ni voy de la gloria en pos, ni torpe ambición me afana,
y al nacer cada mañana tan sólo le pido a Dios casa limpia en que albergar,
pan tierno para comer, un libro para leer y un Cristo para rezar;
que el que se esfuerza y se agita nada encuentra que le llene,
y el que menos necesita tiene más que el que más tiene.

Quiero gozar cuanto pueda, y, con acierto y medida,
gastar moneda a moneda el tesoro de mi vida;
mas no quiero ser jamás como el que amontona el oro
y no goza del tesoro por acrecentarlo más.

Quiero gozar sin pasión, esperar sin ansiedad,
sufrir con resignación, morir con tranquilidad;
que, al llegar mi postrer día, quiero pensar y decir:
"Viví como viviría si ahora volviera a vivir.
Viví como un peregrino, que, olvidando los dolores,
pasó cogiendo las flores de los lados del camino;
cantando he dejado atrás la vida que recorrí;
pedí poco y tuve más de lo poco que pedí;
que si nadie me envidió en el mundo necio y loco,
en ese mundo tampoco he envidiado a nadie yo".

Tras los honores no voy; la vida es una tirana,
que llena de honores hoy al que deshonra mañana.
No quiero honores de nombres;vivo sin ambicionar,
que ese es honor que los hombres no me lo pueden quitar.

He resuelto despreciar toda ambición desmedida
y no pedirle a la vida lo que no me puede dar.
He resuelto no correr tras un bien que no me calma;
llevo un tesoro en el alma que no lo quiero perder,
y lo guardo porque espero que he de morir confiado
en que se lo llevo entero al Señor, que me lo ha dado.

Caricatura..... ó ¿Caricaturo?

Posted on 14:43 by Hugo Triano Gomez | 0 comentarios


Opinión
Hugo Triano Gómez


Mass opinión presenta a sus lectores, la "alta oficial" de Nancho, el monero (no moreno) que faltaba para explorar y hacer explotar criterios en el terreno de la caricatura.

Mediante el humor negro (
y dale con los morenos), el humor blanco, la sátira y tal vez la ironía, nuestro experimentado Nancho hará de las suyas sobre los temas de interés.

No sabemos si será o hará las delicias de los visitantes, pero si que su visión será interesante, profesional y sobre todo
suya.

Nancho con sus años de experiencia y su talento, no está a sus órdenes (ja) solo a las de él. Es bienvenido por ser partícipe del ideal de contribuir a atender asuntos serios con el toque que le corresponde.

Resta decir que
Nancho dio esta vez, muestras de ser lector de su blog, pues presentó a ustedes en su primer cartón su confusión, o mejor dicho, las que ustedes puedan distinguir. !Que la disfruten!

Discriminación democrática, un contrasentido. (De los nuevos derechos gay)

Posted on 15:21 by Hugo Triano Gomez | 0 comentarios

Opinión
Iván Triano Gómez.



Quienes presumen saber y hablan de democracia, al asumir posiciones defensivas en torno a temas tabúes, pierden de vista la esencia de dicho ideal: Que todos seamos incluidos en la discusión o debate de equis asunto, y que desde luego se sea considerado en la solución concreta del mismo, a fin de no afectar derechos por medio de la omisión.

Hoy más que nunca, pensar en
contra corriente con la moda ideológica, resulta impopular; no se es crítico, sino arcaico; hay que aceptar lo inaceptable por estimarse “bueno”, “tolerante” “incluyente” o bien, “progresista”. Nada más falso.

La discriminación tan temida, con todo y las legislaciones
“progresistas” de la asamblea del distrito federal, concretamente la que permite la adopción de hijos a los nuevos géneros de cónyuges, a los del mismo sexo, existe.

En efecto, la moda política ha impuesto la creencia de que en la medida que se
“proteja” a los sectores débiles de la sociedad, se avanza en el plano democrático y social. Juicio igualmente falso.

Surge ahora, un fenómeno esencialmente sutil, casi imperceptible: la
discriminación inversa.

A quienes no comparten el denominado
“derecho” a que personas del mismo sexo adopten niños, para criarlos como hijos propios, sólo les queda opinar; sin duda el más básico y elemental derecho, pues se podrá sufrir externamente el peor de los tormentos y aislamientos, sin embargo, el espíritu será siempre libre.

No obstante, desde el punto de vista de la representación política quien no favorezca los intereses homosexuales sufre
discriminación.

Se discrimina cuando se es
ignorado, cuando se relativiza el sentir de otro, en esa lógica no es posible generar o “reconocer” derechos a partir del despojo de los derechos de terceros.

¿
Dónde quedan los derechos de quienes no comparten la adopción por parte de parejas homosexuales?, ¿Es o no fundado el temor de los heterosexuales, respecto de los productos de tales prácticas? El problema toral estriba en que concediendo prerrogativas a los presuntos débiles o “minorías” de la sociedad, se trastoca el sentir de los más, sin tomar en cuenta sus derechos adquiridos.

Esto último es
discriminación y verdadero faccionismo, al no surgir tal determinación legislativa, de un verdadero ejercicio dialéctico y mucho menos, de verdaderos mecanismos representativos.

Decisiones como la de la anexión de Austria al tercer Reich, tan recurrida como ejemplo de infundado expansionismo y totalitarismo, fueron sometidas al plebiscito; es decir, al debate público y popular, con todo y que los retractores del régimen nacional socialista minimicen tal hecho por presuntas manipulaciones.

Por otra parte, la izquierda comunista desde siempre ha atacado a la institución de la
familia. Basta con recordar los dogmas marxistas en torno a la misma.

Nada nuevo, sólo que hoy con el mundo globalizado y las buenas costumbres cuestionadas y etiquetadas como hipocresía clerical, el ataque ya es más sutil, indirecto, al fin y al cabo la resistencia ha mermado en cantidad y calidad; es más, aún y cuando tal aseveración fuera errada, las cadenas mentales son más.

En efecto, la democracia ha sembrado en tierra fértil sus propios
dogmas; es decir, aquéllas verdades incuestionables y aceptadas ciegamente, que en su momento criticó del estado nacional clerical.

De tal forma, hoy es incuestionable la
democracia misma, reducida al simple proceso electoral; echando así a la basura todo debate en torno a otras figuras que fortalecerían verídicamente la participación ciudadana, tal es el caso de la reglamentación del plebiscito y referéndum.

En este contexto dogmático democrático, se pretende imponer sin mirar a los más, a los muchos -inversamente pues- mayores “derechos” en una ley sin razón, que beneficia tan sólo a una minoría, en detrimento de los derechos de los más, por simple
ego político, por demostrar que sí se puede, por captar capital político; pero lo verdaderamente grave es que se realiza, con apoyo en una ficción jurídica parlamentaria que sin dudas no representa la voluntad de la mayoría de la sociedad defeña que muy difícilmente puede expresarse u oponerse ante la inexistencia de medios efectivos.

Ahora ya no debe ocuparnos el hecho de las uniones entre personas del mismo sexo, ni mucho menos espantarnos; ello, se trata de una cuestión y decisión muy
personal, natural o no.

Lo que debe ocuparnos es la
adopción permisible a las parejas homosexuales, sin dudas cuestionable y por ello oponible, en tanto que tergiversar el desarrollo psico sexual de niños, que por lógica aún no son aptos para autodeterminarse sexualmente, no es un asunto del orden ético, personal; se trata de una cuestión que necesariamente ha de producir efectos en terceros, en la colectividad, pues la familia nuclear es el laboratorio del futuro adulto, del futuro hombre o mujer en sociedad.

Luego, no es
dable aceptar políticas por simple moda, mientras permanecemos de brazos cruzados y callados.

Dicha moda capitalina, no tardará en extenderse al resto de la “
república” o debo concluir de ¿la oligarquía?

Dura lex, GAY lex.

Posted on 9:04 by Hugo Triano Gomez | 0 comentarios

Opinión

Hugo Triano Gómez


La homosexualidad ha existido desde hace mucho tiempo, no siempre. Que ello haya ocurrido no quiere decir que sea bueno, con todo y las preferencias de los grandes artistas de siglos pasados. Tampoco que sea normal, natural, menos que tenga que sernos impuesta sin siquiera ejercer el derecho de disentir.


Superada la barrera personal de cada quien para decidir abundar al respecto, procede atender el asunto con seriedad y aunque parezca contradictorio, con disposición a advertir las diversas vertientes del asunto. Después de todo, este es un caso que rebasa la tradicional arena de los liberales y los mochos, la de la religión y los izquierdosos. Es uno que necesariamente atiende a la moral. Sin considerarla, cualquier discusión será tendiente a los vicios de la democracia y por ende, a terminar siendo solo una pérdida de tiempo y de energía.

Considerar entonces que los homosexuales deben tener derechos específicos en una sociedad que ya los reconoce parece una exageración, pues nunca han dejado de ser ciudadanos por su condición, pero también un acto de discriminación de quienes irónicamente buscan “protegerlos”, al hacerlos “especiales” con sus designios legales.

Es cierto, los también llamados gays no podían casarse en suelo mexicano y gracias a recientes reformas podrán hacerlo a partir de Marzo en la capital del país. Inevitable resulta cuestionar la funcionalidad de la democracia electoral, luego que la corriente política mayoritaria del DF (PRD) apostó por una aspiración de un grupo minoritario, más allá de que puedan saturar con su presencia alguna plaza pública.


Fuera de realidad estaría afirmar que garantizar la posibilidad del matrimonio entre “iguales” es un deseo de las mayorías, pues amén de ideas de tolerancia, es tanto como insinuar que los capitalinos están a favor de dichas tendencias; peor aún, que su aspiración sea revolucionar la institucionalidad de la familia.

Y es que no puede perderse de vista que es justamente el papel de ésta, el que está en juego en el presente escenario. Así, como no debe haber temor a las críticas por considerar antinatural una condición de "gusto" por las personas del mismo sexo, tampoco debe haberlo para reconocer a la familia como la célula mínima e indispensable para el desarrollo de una sociedad. Es justamente el elemento clave para su formación, como el municipio lo es –en teoría- para con un Estado.

Este no es un asunto de “open minds”, sí es el debate por el fortalecimiento o la denigración de la familia, la institución de la que todos, incluso los que votaron a favor de este golpe a sus cimientos, salimos algún día.
Una familia vale la pena recordar, nunca dejará de serlo pese a los problemas que enfrente, incluida la falta de alguno de sus miembros por las razones que sean, incluido el abandono. Dejará de ser una familia completa, pero con mamá e hijos seguirá denominándose así.

Quizás una argumentación válida en todo esto, pudo ser el hecho del surgimiento de problemas entre las parejas de iguales que decidieran separarse y la posible salida de éstos sin incidentes mayores, de parte de sus miembros. Desafortunadamente para sus seguidores la misma ley de sociedad de convivencia para el Distrito Federal plantea ya alternativas y derechos-responsabilidades adquiridos entre los unidos, lo que significa que el verdadero espíritu de la disposición solo busca dar muestras de poder político y arrinconar cual inquisidor criticado, a quien o quienes busquen un refugio en las buenas costumbres.

Buscando en el fondo de la olla, suena a burla la aspiración de la Secretaría de Turimo del Distrito Federal, que ya reconoció que ante la entrada en vigor de la nueva norma, podrían generarse más divisas por las visitas a la ciudad, además de ser reconocida en algún momento como capital del sexo.
Se le olvida al Gobierno de la urbe Mexicana que ningún dinero justifica cualquier acción para corromper.

Mención aparte merece la poco escrupulosa idea de dotar a la misma pareja gay de la posibilidad de adoptar hijos, siendo que un Gobierno que se jacte de ser serio lo que debería hacer es promover el rescate o la manutención para su fortalecimiento, de las consideradas instituciones fundamentales.
Para decirlo de otro modo, ya bastante significa el reconocimiento legal de la boda entre homosexuales como para permitirles ahora, inducir hacia sus prácticas a una cría ajena que sin deberla ni temerla, no tendrá más opción en su vida que repetir las prácticas que por su entorno, terminará por creer válidas, correctas, justas, necesarias.

¿Quién podrá entonces sugerir siquiera que la vida es al revés, que no debe confundirse lo anormal con lo normal?
Mentiras serán las afirmaciones de los aspirantes a padres ficticios, de que solo quieren brindarse la oportunidad de dar amor. El objeto verdadero de estos, es propagar una célula que inevitablemente si no se detiene el cruso de las cosas, expandirá la idea de que la familia a como la conocemos no tiene razón de ser. Una que incluso podría sugerir, que el padre de hoy, mañana puede ser la madre tanto en forma como en fondo.

No nos quejemos pues luego de este nuestro mundo. Si seguimos actuando libertinamente en nombre de la libertad, más temprano que tarde calificaremos como correcta, justa, válida y hasta necesaria, la perversión de las relaciones con animales. No tardará en volverse común que nuestras niñas sean entregadas o vendidas de nuevo al mejor postor. Tomaremos sin sorpresa y pudor decisiones más alejadas a la libertad que tanto se pregona. Olvidaremos más pronto que un suspiro, que la libertad tiene que ser acotada por un espíritu de orden y bienestar, más allá de los lamentos de unos cuántos convencidos y de verdaderos encerrados en el clóset de sus propios traumas.

Bodas gay: Entre la intolerancia y la educación inducida

Posted on 14:54 by Hugo Triano Gomez | 0 comentarios

Opinión
Alberto Martínez Pérez


La laicidad y el laicismo no son sinónimos, antes bien, la laicidad significa el respeto que deben tenerse tanto las religiones así como el Estado del cual formen parte y viceversa, mientras que el laicismo es la hostilidad o indiferencia que el Estado profesa en contra de la o las religiones que profesen sus habitantes.

Desgraciadamente el concepto de Estado Laico que las autoridades en el País proclaman es casi sinónimo de laicismo, y en sus actividades cotidianas los políticos se han encargado cada día más, de que el concepto de estado laico y laicismo sean entendidos por igual, a pesar de que esto signifique un retroceso para la libertad de expresión que debe imperar.

En efecto, y con la discusión generada a fines de 2009 por la legalización de los matrimonios “gay” y su derecho para adoptar hijos en el distrito federal, los diputados del PRD han alzado la voz para pedir sistemáticamente que el Clero Mexicano deje de opinar sobre el tema y que prácticamente los jerarcas de la Iglesia se callen.

Ante lo anterior surge la pregunta: ¿Por qué los políticos piden que tanto la Iglesia Católica y las diversas Iglesias que se han unido en rechazo a esta propuesta se callen?; ¿Acaso en una democracia no todos tenemos derecho a opinar sobre las decisiones que nuestros representantes llevan a efecto?.

Los legisladores del PRD argumentan que la campaña en contra del matrimonio “gay” genera actitudes “discriminatorias y homofóbicas”, pero no explican por qué el llamado de la Iglesia Católica ha sido hacia la discriminación y la homofobia, cuando al contrario muchos han escuchado los argumentos de las diversas Iglesias Cristianas, católicas, evangélicas y de otras denominaciones sin que alguna haya llamado a la población a tener sentimientos de odio, indiferencia o aversión hacia las personas de preferencia homosexual.

Esto es, las diversas iglesias cristianas se han pronunciado desde siempre por el respeto y amor hacia los homosexuales haciendo –eso sí- llamados en contra de la práctica del homosexualismo; o lo que en palabras de muchos ministros de culto significa: “Se debe amar al pecador, pero no a su pecado”. Así, la practica de la homosexualidad es condenada como pecado dentro de las diversas iglesias, pero siempre se habla del respeto que debe tenerse para con dichas personas; por tanto, y para efectos legales, nunca se ha fomentado abiertamente desde la religión la discriminación y la homofobia.

Por tanto, dicho argumento de los legisladores de izquierda es más un pretexto para tratar de callar a las iglesias cristianas sobre las críticas a las reformas realizadas a la legislación civil, solo que dicho proceder raya en la intolerancia que los mismos pregonan combatir.

Debemos insistir en que en una democracia es menester que todos los habitantes tengan el derecho a opinar sobre todos los temas de interés público, por tanto cuando se alega que un grupo determinado no tiene ese derecho, se violenta la libertad de expresión tan necesaria para ese grupo y para la colectividad, debido a que se priva a la mayoría de la oportunidad de conocer la información que ese grupo quiere proporcionar, para estar así en aptitud de tomar la mejor decisión.

Más de uno podrá alegar que en el caso de los ministros de culto, tienen la limitación constitucional en el artículo 130 para hablar de determinados temas como el presente, sobre una legislación como la de los los matrimonios gay, pero se vuelve a cuestionar ¿Acaso dicho artículo es una limitación constitucional para la libertad de expresión consagrada en el artículo 6ºto? ¿Si es una limitación constitucional, acaso la misma no va en contra del artículo 12 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos que habla sobre la libertad de conciencia y religión? ¿Acaso no es más conveniente para nuestro país, dar un paso adelante en materia de protección de derechos humanos y eliminar la limitante establecida en el artículo 130 constitucional, para además estar acorde al concierto internacional?

La limitante constitucional establecida en el artículo 130, ha logrado sostenerse en gran parte, debido al desconocimiento de gran parte de la historia de este país y porque a la mayoría de la población se le ha educado más en un concepto de laicismo que de laicidad. Para nadie es nuevo que desde las clases oficiales de historia de México, la Iglesia Católica aparece como causante o coadyuvante histórico del retraso nacional; como aquella que promovía la ignorancia en la población por el aborrecimiento de la ciencia, como aquella que acaparó la mayor parte de la riqueza nacional y el poder público. Así, nuestros políticos siempre encuentran pretexto para afirmar que, a la Iglesia Católica no debe permitírsele regresar a opinar sobre los temas de interés público, porque puede manipular a la población para su interés particular.

Lejos de querer refutar la percepción que muchos tienen sobre la Iglesia Católica y demás denominaciones religiosas, tan sólo podemos afirmar que si una Institución fue la que veló por la alfabetización y la educación de los habitantes de México después de la conquista, fue precisamente la iglesia con los misioneros católicos. La Iglesia fue la que realizó la primer defensa de los derechos humanos de los indígenas en estas tierras, al luchar por el reconocimiento de ellos como hijos de Dios y por ello como ciudadanos de la Corona Española; que si nuestro país ha estado enfrascado en el retraso, ha sido más por culpa de nuestros vecinos del Norte y a nuestros políticos que siempre han vendido sus intereses al mejor postor.

Luego, no existe motivación suficiente para que se siga coartando la libertad de expresión de los ministros de culto. En consecuencia debe permitirse que opinen sobre este y otros temas de interés, debemos confiar en que la ciudadanía asumirá la decisión que mejor le parezca, pero debemos cuidar el respeto a la libertad de cada uno a manifestar sus ideas, aunque no coincidamos con ellas.

Tampoco es dable afirmar bajo la idea de “Lo que es del Cesar al Cesar, y lo que es de Dios a Dios”, que los ministros de culto no deben opinar de temas de interés público, porque al parecer “violentan esta máxima divina al inmiscuirse en asuntos que no son de su templo”; esto ya corresponde a cada ministro de culto adoptarlo como quiera, y solo quedará en el ámbito de lo privado.

Por otra parte, y como paréntesis, muchos ministros de culto afirman que dicha frase no debe ser entendida en el sentido de que ellos no pueden hablar de plano de temas de interés públicos, sino que para ellos significa que la religión de cada uno, no debe ser un impedimento para cumplir con los deberes que se tienen para con la comunidad. Desde pagar los impuestos hasta pagar las deudas que se tengan con los vecinos.

La intolerancia debe combatirse. Muestra de ella es que en la discusión sobre el matrimonio “gay” se lanzaron descalificaciones como las expresadas por un legislador Perredista sobre un ministro de culto ya muerto por cierto (es fácil atacar a quien ya no puede defenderse), que afirmó que éste que tuvo un hijo; cuando esto sólo demuestra carencia de argumentos y que lo único que queda es tratar de desprestigiar al adversario.

En una democracia debemos evitar caer en insultos hacia aquellos que piensen diferente a nosotros, debemos aceptar que todos tienen derecho a opinar aunque muchos piensen lo contrario a lo propio; debemos velar (y hacer valer) con hechos la máxima de Voltaire: “Podré no estar de acuerdo contigo, pero defenderé hasta la muerte tu derecho a decirlo”.

2010

Posted on 8:37 by Hugo Triano Gomez | 0 comentarios

Soy el Año Nuevo, vengo a ti puro e inmaculado, acabo de salir de las manos de Dios. Cada día es una perla de gran precio que te es concedida para que la ensartes en el hilo de plata de la vida. Una vez ensartada ya no puede deshebrarse jamás; queda allí como un testimonio inmortal de tu fe y tu destreza. Debes fundir entonces cada minuto, como eslabón dorado, a la cadena eterna de las horas.

En tus manos te han sido entregados riqueza y poder para hacer de tu vida lo que quieras. Te doy, libremente y sin reservas, doce meses gloriosos de lluvia refrescante como una caricia y de luz de sol con fulgores de oro. Los días, para trabajar y recrearte en la belleza de las cosas; las noches, para que duermas con un señor tranquilo.

Todo lo que tengo te lo doy con un amor que no puede definirse. Todo lo que te pido es que no permitas que nadie profane tu fe, ni oscurezca tu visión.