Radiografía de un violador…electoral.
Hugo Triano Gómez.
Lo que mal empieza mal termina, reza el dicho
popular. Atenidos a esa lógica, los adelantados para el próximo proceso
electoral del 2015 no darán resultados de llegar a ser electos.
Y es que para ellos estos son tiempos de
violación a la ley, de prometer las perlas de la virgen, de dizque humanizar la
política, donde todos los suspirantes son más que sensibles, cuando todos
comprenden las necesidades del atribulado pueblo y lo mejor de todo, nadie les
dice… algo.
La escena por si misma es grotesca pues oculta
con alevosía el verdadero interés de quienes la protagonizan. En otras
palabras da vida a la parábola aquella del lobo vestido de oveja.
Ahora se aprecian las sonrisas a todo
esplendor. Lo mismo de hombres que de mujeres, de rojos o amarillos, de
contendientes o aspirantes. Como si dichas fórmulas para ganar conciencias -y
por ende adeptos- fueran un camino que condujera a la trascendencia, uno no
explorado, uno que gozara de autenticidad.
Es verdad -por otro lado- que quien se ha
equivocado antes en un episodio de poder, puede aspirar como todos a una “segunda
oportunidad” si cuando más no cumplió lo que prometió, solo que su manera
de buscar llegar debiera ser distinta. No como ya lo hizo, no como se ha hecho
siempre.
Los que por primera vez intentan “sacrificarse”
por la gente debieran ser innovadores y apelar por lo menos a nuevos discursos
y nuevos esquemas. Olvidarse por ejemplo de montar agrupaciones sociales para
pasar después casi casi a cobrar los “apoyos” dados. Pero sobre todo
respetar los tiempos y formas o lo que es lo mismo: La ley.
De los que se sienten parte de una extirpe o de "los que dieron resultados" cuando no, mejor ni hablar. Buscarán como siempre, lo de
siempre.
Lo anterior pasa sin embargo a segundo
término ante la violación a la norma electoral que Tirios y Troyanos auspician
cada que se puede, donde se puede.
¿Quién no ha advertido los diversos destapes
en estos tiempos que debieran ser de veda electoral y “concentración
laboral”?. Desde adentro o afuera de la estructura
gubernamental en Tabasco la tónica es la misma y de nuevo la autoridad
electoral... bien gracias.
Es cierto también que ninguno de los actuales
árbitros electorales en suelo choco continuará en el encargo en unos días más,
empero dejar hacer a los políticos lo que les conviene, sitúa al IEPC en una
plataforma nunca deseable para una institución de este tipo: En la de una
caricatura, una sombra de lo que debiera ser.
Es verdad además que los consejeros salientes
tienen aún afrentas que resolver producto del escándalo de la adquisición -a un
presunto sobre precio- del edificio que nunca los albergó, que los consejeros
dedicaron tiempo para tratar de avanzar en el proceso que ahora culminará con
el nombramiento de sus sucesores. Nada justifica sin embargo que ni por
equivocación se haya hecho una sola excitativa, un solo llamado a los que
aspiran en el afán de que no adelantaran como han hecho, los tiempos
electorales.
Ahora es tarde. La efervescencia de la
política electoral ha empezado a tomar forma. Que la Suprema Corte diga en una nueva resolución que los “destapes” en los medios de comunicación forman parte de un acto
proselitista luce tardío por lo menos en Tabasco cuando
la gallera anda desbocada y deja muchas tuercas por apretar a los jueces
electorales.
¿De qué servirá la medida si no se deja claro
su alcance, si se carece del valor de sancionar ejemplarmente a quien no
respeta la norma, a quien se adelanta? ¿Hasta dónde será capaz de llegar la
autoridad electoral? ¿A amonestar, a cancelar o negar registros a quien no se
apegue al criterio de la corte? ¿Qué garantía hay de tratar a todos los actores de la misma forma, con el mismo rasero?
No se trata de dudar por dudar. Baste recordar que la nación Mexicana ha tenido ya en Vicente Fox un Presidente que puso en riesgo la elección
de su sucesor al cargar los dados y en Enrique Peña a otro que aún rebasando
los topes de gastos de campaña, hoy... “mueve a México”.
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