Febrero 5

Posted on 6:59 by Hugo Triano Gomez | 2 comentarios


                                  Hugo Triano Gómez.


Amén de egocentrismos, yo soy el Universo. Soy el origen, el seno, la causa, incluso el pretexto perfecto de donde ha partido toda o casi toda acción de "mi hogar", buena o mala.
He sido testigo de muchas cosas. De buenos intentos, de auténticos actos de pureza, pero también de bajezas, de traiciones; de actitudes personalísimas, de locuras, de engaños y actitudes hipócritas en nombre de la justicia y del bien común.
Por supuesto me he emocionado, aunque también decepcionado. Me han catalogado de todo. Me han hecho a su manera, como han querido. Apuntaba a ser
cabecera de un monarca efímero, pero me abortaron haciendo incluso creer que en esa etapa estaba maldita, basados en una errónea e inducida interpretación que lleva incluso a hacer pensar que conceptos distintos como la monarquía y la tiranía, son uno solo
No les importó que prácticamente me empujaran a correr, sin enseñarme a caminar antes, volviéndome republicana y democrática. He tenido que aprender, que ni siendo tan venerada puedo lograr superar la condición y las pasiones humanas. He tenido que aceptar que de mis principales alfiles puede venir cualquier cosa, no importa que me haga parecer y sentir incómoda, incongruente. Después de todo -presumen- sigo siendo la misma.
Quienes mandan quieren olvidar mi origen, me celebran ya mayor. Le dicen a quienes ignoran que solo hay un partegauas. Se olvidan de mi difícil transe, del camino andado, de los aprendizajes, de las enseñanzas, de los errores y . Es como si Apatzingán nunca hubiera existido, como si 1824 y 1857 se desligaran de mi sin más ni más.
Me tildaron de centralista, después de federalista; me exigieron ser liberal, más tarde conservadora y de nuevo liberalista. Y en medio de todo, entre tanto mareo, sigue mi espíritu intacto clamando piedad, respeto, hechos.
Es cierto, me enorgullece prohibir la esclavitud, no así que se permita la explotación y se guarde silencio; menos que no se combata en serio la ignorancia, el caldo de cultivo de dicho mal.
Me enorgullece dar derechos a los trabajadores, no así el sindicalismo charro que sigue alcanzando más y más esferas, como si ser vivillo, corrupto y traficante de influencias fuera virtud; como si los tiempos no exigieran trabajo y producción por encima del placer y las canonjías mal habidas.
Me satisface respetar los derechos humanos, no así dejar en la indefensión a hombres bien intencionados, que por exigir sanciones ejemplares y firmeza en el actuar de los encargados de suministrar la justicia, resultan señalados y criticados cual chacales, siendo víctimas.
Me emociona saber que es posible satisfacer las necesidades de la gente haciendo el uso racional de los recursos de nuestro cuerno de la abundancia; pierdo el aliento sin embargo, cuando el mandato y la posibilidad se escapan por el arco del triunfo.
Suena hermoso hablar de la tenencia de la tierra de quien la trabaja. Es espantoso ver la realidad de la oportunidad perdida. Más presumir que el campo está rescatado, ya no digamos transformado.
Decía pues que sigo esperando ganarme el valor objetivo y subjetivo, el material y el espiritual de todos a quienes dicen, rijo.
¿Qué quien soy? Sé que lo sabes. Soy la Constitución vivo en y por México. Y hoy (5 de Febrero) -me dicen- cumplo 96 años.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Feliz cumpleaños, si realmente puede ser feliz.

Saludos

Hassan George dijo...

Saludos

Ahora que publicas una entrada sobre el tema de la alianza PAN-PRD, te paso la liga de una cápsula de humor muy buena:

http://www.youtube.com/watch?v=UC7fSJ-B-B4

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