La pudrición...de la ilusión.
Hugo Triano Gómez.
El problema de la laguna de las ilusiones -en Villahermosa- es de todos. Debería importarle a todos.
Como
no ocurría hace años, el otrora orgullo de la capital tabasqueña ha registrado
sus más bajos niveles dejando paradójicamente de manifiesto el alto -al
altísimo- grado de contaminación que día a día la "asfixia".
Infestada
de basura, convertida en un depósito de aguas negras, padeciendo el efecto de
los innegables rellenos de terrenos aledaños, la laguna paga día a día una muy
cara factura, de la que por lo menos ahora se tiene certeza.
Y es
que a como suelen ser las cosas en Tabasco, hablar del asunto con seriedad no
es fácil; es de hecho en sí mismo un "logro",
uno que debe servir de algo ante tanta indolencia histórica de los sectores
social y gubernamental que se llenan la boca sosteniendo su interés en el
asunto, pero en los hechos dan más pasos para atrás que un habitante de cangrejópolis.
Es
en este marco precisamente que se torna irónica la acusación a los pescadores
de parte de la SERNAPAM y la CONAGUA de que fueron ellos los que abrieron
"la compuerta del guayabo" en pos de lograr una mejor pesca,
afectando los niveles de la laguna. Se torna así por que lo que en verdad se
abrió fue una rendija para entender las tropelías que parece se han cometido
con el patrimonio ambiental de los tabasqueños, y más importante aún, abre una
nueva posibilidad para por fin meterle manos al asunto.
¿Cómo
puede la CONAGUA declararse cierta de que los responsables de la apertura de la
compuerta operan por la noche y buscarlos solo por la mañana y por la tarde?
Parece -para no lucir violentos- una explicación de vacile, cosa de tontos,
algo digno del mundo de lo absurdo. Algo equiparable a buscar delincuentes, sin
tener ganas…de encontrarlos.
¿Fue
acaso un intento de la CONAGUA para intentar escapar de alguna responsabilidad
pública ante el deterioro de "la compuerta
del guayabo", cuya función es regular el flujo en este cuerpo de agua?
Si bien se reconoce como una infraestructura añeja y nada es eterno ¿Cuál fue
el cuidado que se tuvo con dicha infraestructura? ¿Puede CONAGUA probar que
hizo lo indispensable? ¿Cuánto dinero se destinó al mantenimiento de la
referida compuerta? ¿Se ejerció como debía? son interrogantes que no deben ser
minimizadas con todo y que ya esté en marcha la edificación de una sustituta,
prevista por cierto para ponerse en operación la semana entrante.
Nadie
desconoce tampoco que la inadecuada planeación del crecimiento de Villahermosa
es un factor principalísimo en la podredumbre de la desilusionada laguna. De
nuevo los habitantes de la ciudad, pero también los que otorgaron permisos de
construcción en sus márgenes y no vigilaron su estricto cumplimiento; los que
"justificaron" en la "escasez de recursos" la nula conexión de los canales de desagüe a
plantas de tratamiento de aguas residuales antes de su desalojo final y los que
no han podido por incapacidad -o dolo- ponerlas en marcha; los que no han
logrado hacer permear una cultura del agua adecuada en una sociedad rodeada de
ella y los que -en síntesis- solo han simulado cumplir su deber, son
responsables de lo que pasa.
Es
cierto también que las políticas públicas en materia ambiental son
relativamente jóvenes en el país -por ende en Tabasco- lo que hace
prácticamente imposible juzgar omisiones del pasado; empero ello no significa
que no puedan recriminarse actitudes y sobre todo exigir detener el problema,
intentar evitar que el status quo se mantenga.
A
reserva de los dichos de los especialistas, parece obvio que los interminables
desfogues de agua cruda a la laguna no pueden cancelarse así nada más por que
sí, so pena de generar otros problemas de tipo social y sanitarios; urge sí del
lado estatal y federal dejar de lado el burocratismo para la construcción de
las plantas de tratamiento que hacen falta, para lograr las conexiones debidas
previas inversiones millonarias; abandonar esa actitud para no incurrir en más
subejercicios y dejar de una vez y para siempre de mantener en segundo plano la
cuestión ambiental.
En
el ámbito municipal la tarea luce simple, aunque no sencilla. No debe seguir
permitiendo edificaciones sin la respectiva conexión a las plantas de
tratamiento trátese de quien se trate.
En
lo que actualmente sucede en la laguna de las ilusiones, la teoría de que el
"retraimiento" fue inducido -a
drede- no es cualquier cosa. Implica amén de una investigación profunda, la
aclaración de si se está ante posibles actos de corrupción al alcance de
sanciones ejemplares que sienten precedentes en materia ecológica, si es que al
final no le tiembla la mano a quienes tienen el poder de su lado.
A
esto hay que añadir que el Ayuntamiento de Centro ha dejado claro que no piensa
en denunciar algo para iniciar una averiguación, posición que puede resultar
entendible por aquello de evitar conflictos cuando se tiene que trabajar de
"manera coordinada" y de forma tripartita; no obstante que ello es
también dejar al ciudadano común -a los afectados- al garete, luchando contra
los intereses del dinero y las influencias. En otros términos, es solo cuestión
de analizar con cuál actitud se pierde más, en cual hay un deber ético que cumplir.
Cuál ayuda por fin a hacer trascender el podrido discurso… de la pudrición.
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