La caída.
Hugo Triano Gómez.
Lo
que en las últimas horas le pasó al PRD Tabasco no es normal, aunque sí común
bajo la dirección de Roberto Romero del Valle, el dirigente que prefirió saltar
del barco antes de que el agua terminara por llegarle al cuello.
No es normal porque haya sido como haya sido, el del sol azteca es el partido en el poder en el pantano choco. La falta de oficio y la fanfarronería sin embargo, fueron características de la dirigencia que ahora se quedó sin gas.
Considerado dentro del grupo de los duros, en los que aguantar presión y echar puño y patada lucía normal, Romero del Valle encabezó una dirigencia acorde al papel de oposición del perredismo, que sin embargo se fue extraviando después de la llegada de Arturo Núñez a la gubernatura. Fue entonces cuando Romero del Valle finalmente sucumbió, pues tardó en entender que al formar parte de los "ganadores", tenía ahora que tragar sapos y culebras aunque supieran a rayos.
Fue por eso que el ahora ex dirigente sol aztequista batalló y en serio con su carácter, con su institucionalidad. Fue -por recordar algo- el primero en poner en riesgo los acercamientos del nuevo gobierno estatal con el PRI, cuando se buscaba la firma del acuerdo político por Tabasco, ante su insistencia de que los tricolores seguían traumados por la derrota de julio del 2012; fue también quien luego de criticar el más mínimo movimiento del Granierismo, el que se convirtió en acomodaticio cuando ni siquiera fue capaz de exigir o pedir a la administración nuñista que investigara el caso Agapito para entonces convertido en escándalo.
El hecho de que Romero del Valle haya advertido esta vez la gravedad de lo que dijo e hizo optando por dar un paso al costado y renunciando a su "liderazgo", refleja si acaso -no más- un aprendizaje en aras de buscar el perdón de los ofendidos por sus dichos: Funcionarios de alto nivel del "nuevo" gobierno y el mismísimo gobernador Núñez.
Claro que Roberto Romero sabe de sobra que se excedió en sus comentarios, si no, no habría renunciado. Que lo hayan grabado, chantajaeado y hasta amenazado con difundir la grabación no deja de ser complementario, ante el resquebrajamiento de la lealtad que se supone debería profesarle al equipo en el poder, el líder del partido que los impulsó.
De los que sorprendieron al renunciado dirigente grabando su soez conversación, queda decir que sin querer evitaron que la hipótesis de una guerra intestina entre corrientes cobrara fuerza, coqueteara con la credibilidad.
No es normal porque haya sido como haya sido, el del sol azteca es el partido en el poder en el pantano choco. La falta de oficio y la fanfarronería sin embargo, fueron características de la dirigencia que ahora se quedó sin gas.
Considerado dentro del grupo de los duros, en los que aguantar presión y echar puño y patada lucía normal, Romero del Valle encabezó una dirigencia acorde al papel de oposición del perredismo, que sin embargo se fue extraviando después de la llegada de Arturo Núñez a la gubernatura. Fue entonces cuando Romero del Valle finalmente sucumbió, pues tardó en entender que al formar parte de los "ganadores", tenía ahora que tragar sapos y culebras aunque supieran a rayos.
Fue por eso que el ahora ex dirigente sol aztequista batalló y en serio con su carácter, con su institucionalidad. Fue -por recordar algo- el primero en poner en riesgo los acercamientos del nuevo gobierno estatal con el PRI, cuando se buscaba la firma del acuerdo político por Tabasco, ante su insistencia de que los tricolores seguían traumados por la derrota de julio del 2012; fue también quien luego de criticar el más mínimo movimiento del Granierismo, el que se convirtió en acomodaticio cuando ni siquiera fue capaz de exigir o pedir a la administración nuñista que investigara el caso Agapito para entonces convertido en escándalo.
El hecho de que Romero del Valle haya advertido esta vez la gravedad de lo que dijo e hizo optando por dar un paso al costado y renunciando a su "liderazgo", refleja si acaso -no más- un aprendizaje en aras de buscar el perdón de los ofendidos por sus dichos: Funcionarios de alto nivel del "nuevo" gobierno y el mismísimo gobernador Núñez.
Claro que Roberto Romero sabe de sobra que se excedió en sus comentarios, si no, no habría renunciado. Que lo hayan grabado, chantajaeado y hasta amenazado con difundir la grabación no deja de ser complementario, ante el resquebrajamiento de la lealtad que se supone debería profesarle al equipo en el poder, el líder del partido que los impulsó.
De los que sorprendieron al renunciado dirigente grabando su soez conversación, queda decir que sin querer evitaron que la hipótesis de una guerra intestina entre corrientes cobrara fuerza, coqueteara con la credibilidad.
Lo
cierto es que a como se dieron los hechos, no caben dudas ya de que todo quedará
reducido a la bajeza con la que suelen actuar las tribus de politicastros que
abundan en el sistema de partidos del país y de Tabasco.
¿Que si qué pierde en realidad el perredismo con la salida intempestiva del huimanguillense? La verdad poco, luego que como se dijo, el sentido crítico quedó en el pasado. ¿Ganará algo de cordura? Tal vez.
Al interior políticamente tampoco se aprecia mucha ganancia, pues el grupo predominante parece mantendrá bajo tutela el cascarón amarillo que le dejará MORENA de López Obrador. Con todo ello, pocas cosas cambiarán y vaya que le hacen falta ajustes a quienes se han perdido también, creyendo que con llegar al poder cumplieron la meta, que por ese solo hecho han cambiado… la realidad.
¿Que si qué pierde en realidad el perredismo con la salida intempestiva del huimanguillense? La verdad poco, luego que como se dijo, el sentido crítico quedó en el pasado. ¿Ganará algo de cordura? Tal vez.
Al interior políticamente tampoco se aprecia mucha ganancia, pues el grupo predominante parece mantendrá bajo tutela el cascarón amarillo que le dejará MORENA de López Obrador. Con todo ello, pocas cosas cambiarán y vaya que le hacen falta ajustes a quienes se han perdido también, creyendo que con llegar al poder cumplieron la meta, que por ese solo hecho han cambiado… la realidad.
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