PEMEX: La amenaza fantasma.
Hugo Triano Gómez.
Si fuera
tan sencillo, si no tuvieran tanto que perder, si todo obedeciera al "o me dejas hacer o me voy", desde
hace mucho, desde hace al menos 2 décadas, PEMEX se habría ido de Tabasco. Esa fue la época en la que detonaron con mayor fuerza las protestas contra la paraestatal por las
afectaciones que desde siempre ha dejado en el “territorio clave“, que le
significa el pantano choco.
Es por eso
que el dicho de José Luis Fong, el Subdirector de Pemex exploración y
producción en la región sur, de que la empresa cansada de tantos bloqueos en los
accesos a los pozos petroleros podría llevarse sus inversiones a otro
lado, carece de profundidad, de seriedad, de la más mínima dosis de cercanía a la
realidad.
Claro que
si por Fong fuera, quizás esto se habría hecho ya. Antecedentes sobran respecto
al trato que los altos funcionarios de la petrolera desarrollan en donde quiera
que se asientan. Conocedores de la importancia para el país de la
industria en la que participan, los de la alcurnia en petróleos mexicanos se
sienten más dueños del terreno que pisan, que el mismo Presidente de la
República -que tampoco lo es- y por eso son capaces de arrojar barbaridad y
media de la boca que debiera servirles primero para brindar informaciones
precisas de lo que hacen y después explicaciones de su implicación.
Lamentablemente
para Fong, el no es quien -con todo y su poder- para determinar que la
paraestatal levante sus “tiliches“ y abandone el Estado que junto al complejo
Cantarel han soportado la explotación indiscriminada de la riqueza, con todo y
que según datos de la Comisión Nacional de Hidrocarburos la extracción en los
pozos localizados en el litoral de Tabasco se redujo 6.4% a finales de 2013.
Lo que se
debe tener claro es que en ninguna lógica cabe una decisión de esa
naturaleza. Las arcas federales cuentan y contarán hasta que la extingan con
los dólares que le genera la renta petrolera, así sea una miseria comparado con
lo que se obtiene hoy. Ya parece también que PEMEX se irá de Tabasco siendo el
segundo abastecedor nacional de hidrocarburos y ante los relativamente
recientes descubrimientos de yacimientos hechos en Comalcalco y
Nacajuca.
Lo que
Fong ha dejado claro en contraparte, es que prevalece la intolerancia y el desprecio de
siempre en un organismo que sigue creyendo que con dádivas y
solventaciones podrá abrirse paso donde quiera, relegando pese a los discursos, su responsabilidad social. El reto en ese sentido del gobierno estatal,
va más allá de sentarlos en una mesa interinstitucional donde se abordarán los
asuntos concernientes a su actividad, pues aunque pueda sonar rimbombante y
hasta atractiva para algunos, la verdad es que en el pasado sus homólogas han
servido para poco, tanto que no hay elementos tangibles,de peso, para pensar que esta vez será distinto.
Lo que
siempre ha debido buscarse es volver al acuerdo de gran alcance -digno de
utopía- donde las participaciones federales eran mayores en función de la
aportación estatal al pacto federal y la buena y estricta administración de lo devuelto
en pesos y centavos. Nada más que el derroche y el abuso del poder, pueden
explicar la tristeza de Tabasco de ser la famosa encarnación de un gobierno rico con pueblo
pobre.
Tampoco
puede negarse en todo esto que los intereses de quienes ven en PEMEX una forma
de ganarse la vida y al electorado, suelen estar presentes en las protestas
contra la parestatal. Como sea este no es un asunto de cansarse, de apagar la
luz y marcharse.
Ahi quedará de nuevo en la escena pública la posición del gobierno de
Tabasco respecto a la "amenaza fantasma" de PEMEX. La duda de si ¿no era mejor adoptar respecto a ella, una
posición vertical, una posición de izquierda, una no tan prudente, como la
sostenida por el Secretario Raúl Ojeda?.
¿Se habría puesto acaso en riesgo la
mesa interinstitucional lograda? ¿No se habría llegado a ésta con mayor calidad
moral a la hora de las negociaciones?
Al final,
el riesgo de no tocarlos ni con el pétalo de una rosa, no solo puede favorecer
a la empresa y al “condenado status de cosas“, sino que podría mostraral gobierno Nuñista como servil, o en el peor
de los casos débil, como una más de las administraciones que pudiendo dar la batalla
decidió rendir la plaza, como una que siendo gallo terminó mutando, hasta
convertirse... en una triste... gallina.
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