Díaz Uribe: La captura.

Posted on 11:28 by Hugo Triano Gomez | 0 comentarios


Hugo Triano Gómez.




Lo ideal de un caso como el de José Ramón Díaz Uribe, es ubicarlo en su perfecta dimensión. De poco sirve considerar unos “fuera de serie“ a las instancias judiciales por lograr su detención. A lo sumo, debe reconocérseles que esta vez cumplieron su labor.
Díaz Uribe no es el "Chapo" Guzmán aunque en realidad como aquél, éste se le escapó a la autoridad estatal casi casi en su nariz y muy probablemente por una "indiscreción" del mismísimo procurador Fernando Valenzuela. Tampoco puede darse por hecho que con la captura, el sistema de cosas que funcionó mal al interior del Sindicato del Colegio de Bachilleres cambiará. Para ello hacen falta acciones, no discursos, no palabras.
Justamente a lo que esta detención debe llevar es a retomar los dichos de que los sindicatos en cualquier área no pueden seguir siendo los mandamases en detrimento de las instituciones y al final de la gobernabilidad.
¿Qué si Díaz Uribe se enriqueció de forma ilícita y malversó fondos de los trabajadores agremiados al SICOBATAB y hasta del subsistema? Esa es una cuestión que no admite debates, sí elementos de prueba y las sanciones a las que haya lugar. Todo podría decirse, se torna menos complicado si se parte de la admisión de que el mismo "líder" fue quien reveló que ganaba entre 650 y 700 mil pesos al año, teniendo por el otro lado, 16 propiedades. 
La autoridad tiene aquí el reto inicial de integrar todo correctamente para no terminar la historia siendo el hazme reír -o sembrando dudas de parcialidad y arreglos- en la opinión pública.
José Ramón Díaz Uribe, diciéndolo en palabras llanas, no es una perita en dulce. En efecto supo hacer crecer su poder sindical durante cuatro administraciones estatales, con todo y que al interior no pudo evitar el surgimiento de una disidencia. Para que su crecimiento fuera posible tuvo necesariamente que contar con la bendición (mal entendida) de los gobernantes en turno que seguro vieron en su actitud de "armas tomar", una posibilidad para evitarse problemas al interior y controlar académica y financieramente el subsistema, que paralelamente hizo pasar a la educación a segundo término, privilegiando los deseos o necesidades de quien se convirtió en el "todo poderoso".
Es posible también que en el caso de Díaz Uribe aparezca un despacho de esos famosos, que no cualquier mortal pueda pagar, lo que quizás en el fondo, no le haría un gran favor. Empero en vísperas de su declaración ministerial, es presumible que algunos actores más hayan perdido el sueño, pues las irregularidades en las que se involucró bien podrían ir más allá del hecho de crear su propio sistema de enseñanza abierta, de imponer a directores de escuela, o de manejar discrecionalmente los montos de las cajas de ahorro. 
¿Acaso algún ex director general del COBATAB fue cómplice de Díaz Uribe? ¿Cuántos de ellos podrían deslindarse con elementos de lo que al interior sucedía? ¿Se atreverá la procuraduría a llegar hasta allá? La lengua de quien ha caído en desgracia conjugado con el carácter conocido del alguna vez maestro universitario podría no ser una buena combinación para algunos.
Este tampoco es un escenario en el que puedan descartarse movilizaciones de los afines al caído líder sindical, con todo y que el PRI haya preferido mantenerse a la "expectativa" y casi casi se haya deslindado de quien antes fue arropado en el juego perverso de los "liderazgos naturales", que privilegian la cantidad de votantes que ponen a disposición por encima de la calidad y las convicciones. 
Ese por si se olvida, es el principal reto de la autoridad. Y es que no logra mucho cortando de raíz una hierba como la de Díaz Uribe. Debe evitar -sí- a toda costa que se reproduzca en otros plantíos y por supuesto no caer en la tentación de sustituirla por otra que afín a ella, puede resultar peor que el mal... combatido.

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