Cuando en 1992 Salvador Neme Castillo solicitó “licencia” para separarse de la Gubernatura de Tabasco, el coordinador regional del PRI Jorge Reyes Vides, dio muestras discursivas de creer en el supuesto “interés” del Gobierno Federal, por “sumar” al tabasqueño a los esfuerzos de la Secretaría de Agricultura y Recursos Hidráulicos. El Diputado Federal Roberto Madrazo fue más allá, al hablar del honor que debería sentir Neme al ser invitado a asumir otro encargo (de menor rango).

Años más tarde, el propio Madrazo Pintado olvidaría el gozo que debió sentir “Chavo”, al rehusarse a aceptar la "invitación" del Gobierno de la República para dirigir la Secretaría de Educación. Él prefirió su coto de poder. El pueblo -pero más sus amigos- se encargaron de mantenerlo “vivo”, a punto de claudicar.

Como es sabido, en uno y otro caso, todo siguió una lógica política, la misma que se mantiene vigente aunque con algunas coincidencias, otras diferencias e incluso nimiedades.

Con toda proporción guardada, en los tiempos de la debacle Nemista pesaban como hoy señalamientos contra el Secretario de Gobierno. Si bien no se hablaba de las posibilidades políticas futuras de aquél, si se le adjudicaba a Fernando Sánchez de la Cruz la fuerza suficiente para imponer candidatos, tanto que el caso de su hermano en Cárdenas fue referencial. De Humberto Mayans hoy se dicen tantas cosas, aunque fundamentalmente que ha preparado todo para su regreso a las filas priístas y su posterior candidatura al Poder Ejecutivo Estatal.

Coincidentemente -no hay que olvidar- Mayans regresó a la escena estatal gracias a la caída de Neme y el conocido arribo al poder de Manuel Gurría Ordóñez.

En sí en el gabinete de Salvador Neme, estaban principalmente sus amigos, los mismos que se afirma le costaron la chamba al negarse a la otra “petición federalista”, de sacrificar a algunos de ellos.

En la SCAOP por ejemplo Pedro Rodríguez Priego enfrentó durante y después de su gestión, acusaciones de corrupción que a la larga lo llevaron a prisión. Su sucesora -la SAOP- con Héctor López a la cabeza es hoy por hoy de las dependencias más señaladas, más si se sigue la hebra de las obras del Plan Hídrico Integral presuntamente pagadas, no ejecutadas e “ignoradas” por el área responsable de la vigilancia en el Gobierno Tabasqueño.

Otros casos sonoros de la época los constituyeron los titulares de la SEFICOT Carlos Elías Dagdug Martínez, señalado de adjudicarse logros ajenos y de “desarrollar” proyectos utópicos que por cierto siguen siendo una deuda, como el de convertir a Frontera en puerto de altura; así como el de la Secretaría de Desarrollo de Edgar Méndez que como siempre hablaba de la extinción de los tiempos del paternalismo y la intervención excesiva.

Lastimosamente su heredera: la SEDECO pareció seguir los mismos senderos.

Sin querer sonar apocalíptico, se sumó al entorno la ida del Obispo Don Benjamín Castillo, equiparable a la despedida que en aquel entonces hacía en la Entidad Don Rafael García González.

Las diferencias sustanciales de los tiempos de hoy con los de Neme, estriban sin embargo en la división interna, quizás irremediable del Perredismo, que a lo lejos, muy a lo lejos, recuerda los resultados de sus presiones políticas en lugares como Cárdenas, Nacajuca y Macuspana.

Pero también en que contrario al primer Gobierno de los años noventa en Tabasco, el actual ha hecho ya ajustes en su gabinete, no importando que los amigos del jefe hayan sido los despedidos. No importando que la actual figura se debilite al interior, y en contraparte se refuerce a quien pudiera sucederlo, todo en aras de soltarle un mucho de presión a la olla.

Mención aparte merece el recuerdo de la incorporación a la administración pública de un personaje que pese a todo, se mantiene vigente y que justamente con el exterminio del Nemismo y la aparición del Gurriísmo tuvo su “gran” oportunidad, su arribo a las “grandes ligas”, a aquellas que hoy lo han puesto en el paradójico escenario de reconocer a aquel y tener que homenajearlo, el ex Director de SAPAET: Andrés Granier, el mismo que ahora puede estar tranquilo, pues aunque no se sabe aún quién, en 18 años – a como ocurrió con Neme tras su salida- bien podría enaltecerlo e inmortalizarlo hasta por lo que no realizó.