Mafalda: Mirada de ayer... y hoy.

Posted on 8:53 by Hugo Triano Gomez | 0 comentarios

Flor de Líz Pérez Morales.





Hoy quiero hablar de mundo. Así. Del mundo a secas. Quiero hacerlo. Seguro todos los días hablamos de él, pero no pensamos en él de la manera más centrada que podríamos hacerlo. Mafalda, ad hoc con los 49 años que acaba de cumplir, habló del mundo porque en el colocaba sus preocupaciones y el sueño de muchas generaciones, justamente las de su gente; un planeta para los niños, los jóvenes, los adultos… en realidad un mundo simplemente para poder vivir.

Uno solo entiende a la pequeña niña, pidiendo a gritos "¡Paren el mundo, me quiero bajar!", cuando observa las atrocidades que se miran en la incongruencia de las luchas políticas incomprensibles para muchos que no alcanzan a entender acontecimientos como lo ocurrido a los libios peleando con la bandera de la utopía; la de de acabar con los yerros de Muamar Gadafi, mientras que Estados Unidos, Gran Bretaña, Francia, Italia, Canadá, Bélgica, Italia, España y Dinamarca se unen en una operación militar para intervenir en este país árabe. Todavía quedamos sin entender por qué aparece Rusia dispuesto a “mediar”. Algunos de estos países nos pueden hablar de autoridad política o moral, algo que les permita actuar de esa manera frente al mundo. ¿Quién y cómo se avala tal autoridad?

No es la paz del mundo la que les preocupa, ni les ocupa en realidad. Los actos pacificadores dejaron desde hace muchos de existir en las agendas de los gobiernos. Mafalda dice que ella cree todavía en los Reyes Magos: “Melchor,Gaspar y Baltasar existen porque me lo dijo mi papá, y yo le creo; en cambio sobre la paz tengo todos los días pruebas de que, por ahora, es un cuento”.

...Querida Mafalda.

Hace mucho nos dejaste con una pregunta que en realidad se convierte en una afirmación cuando revisamos tus palabras “¿Será que en este mundo hay cada vez más gente y menos personas?”, es decir, desde hace mucho dejó de importarnos quiénes están a nuestro alrededor y le dimos presencia a las formas materiales de la vida humana. Seguro que la mejor muestra nos la ponen los políticos, ellos no ven los rostros, sino posibles votantes que harán la suma electores para el 2012.

Alegóricamente nos apurabas a intervenir en el mundo, porque “Resulta que si uno no se apura a cambiar el mundo, después es el mundo el que nos cambia a uno.” Es posible que hayamos “progresado” tanto que no podemos detener lo que nos está pasando; justamente logramos a base de muchos esfuerzo destruir lo que nos quedaba. Hoy vivimos en la amenaza de aquella terrorífica idea de nuestra destrucción nuclear o una guerra más. Lo ocurrido en Japón se asemeja a tus palabras… “Más que planeta, éste es un inmenso conventillo espacial"...

Las apelaciones a esa humanidad, solidaria, respetuosa, progresista, demócrata, libre, se ven marcadas hoy por la ausencia y creencia en si misma de la vida que queremos. Irónicamente Mafalda cubría el desencanto y la desesperanza en una frase "No es que no haya bondad, lo que pasa es que está de incógnito”.

La mirada crítica, lúdica desde donde el personaje de Quino miró el mundo no se ha distanciado del hoy; un mundo que también el argentino Enrique Santos Discépolo exclamaba con angustia en su tango Cambalache, su entrada enunciadora recurría a una lamentación sin tapujos “que el mundo es una porquería ya lo sé…”

El mundo es pues un escenario de irritabilidad e inhabitabilidad social, hoy no alcanzamos a componer los desperfectos causados; los terremotos, las plantas nucleares, las guerras intestinas, la pesadumbre social, el narcotráfico; cualquier cosa nos advierte la posibilidad de perder las esperanzas y pedir auxilio gritando...¡paren el mundo, me quiero bajar!

0 comentarios:

Publicar un comentario