Junio 24
Hablar de San Juan Bautista, en automático nos remite al evangelio.
Signo inequívoco de que el conquistador tan vilipendiado por la historia oficial, nunca trajo consigo el exterminio tan propagado.
Por el contrario al abrirse camino entre montes, valles, llanos, rutas sin crear y montañas, con valor religioso el hispano bautizó a toda villa o caserío fundado, en atención al patrono en celebración.
La "Villa Hermosa de San Juan Bautista", implica un referente, el único signo de que este pantano del siglo XXI, respecto de su origen pertenece a España. De no haber sido así, de no haber sido por el “maldecido hispano”, no se conociera hoy o en el ayer inmediato , el origen de la fundación del pantano que hoy somos.
El 24 de junio pues, pertenece a la tradición católica, sin lugar a dudas.
El primo de Jesús de Nazaret, bautizó al mismo hace milenios, pero en el siglo XVI, el primo de aquél, se dice que hizo lo mismo respecto de un caserío a orillas del tercer río de América, San Juan Bautista.
Pudo ser simplemente la "Villa Hermosa", pero no, tenía que ser de San Juan Bautista. No obstante, “letrados”,“doctos”,“maestros de maestros” eternizaron simplemente Villahermosa.
¿El motivo? El odio religioso y la ignorancia.
Lo cierto es que el caserío que hoy existe a la orilla del contaminado y mediocre Grijalva (mediocridad propia del río y no de quien inspiró su nombre), no es hoy digna de ninguna tradición. Por lo menos de una verídica tradición.
Hoy tradición es sinónimo de mediocridad; el arrastre hacia necias costumbres se pretende asemejar a tradiciones.
Y es que costumbre y tradición no son lo mismo.
Por costumbre año con año se desperdician y desvían recursos económicos a fin de excitar y desviar la atención de la masa, de los verídicos conflictos a discutir a nivel local y nacional.
Por tradición se debe sostener y defender el culto originalmente hispano a San Juan Bautista, patrono de aquél caserío y por ende de sus habitantes.
Tan jodido se halla este pobre rincón de la Nación y del antiguo reino de la Nueva España, que como festejo sólo nos depara otro “festival” más, sin luz y sombra.
Alentar nuestra verídica tradición hispano católica, respecto de la razón de celebración generaría sin dudas, amor por el pantano, que aunque fregado, es nuestro.
Dios bendiga la necedad del primer habitante que decidió no salir de este pantano; quien sin probar el pozol decidió por opción o vocación, quedarse en él.
Sólo así, la simple Villa Hermosa, el actual pantano, fue posible.
¡Pecador o no pecador! ¡ateo o arreligioso! ¡Que el creador bendiga al pantano! Primer terruño, tierra de los padres, patria pequeña… ¿¡En este su aniversario?! ¡Cuestión de opinión! al fin en el pasado, la encomienda de sus fundadores era para el sencillo San Juan Bautista y Hoy a nuestra ciudad le hace falta, mucha falta, encomendarla a la divinidad.
Religión, Independencia y Unión.
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