Rescate en salud: Show-time.

Posted on 7:30 by Hugo Triano Gomez | 0 comentarios


Hugo Triano Gómez.

 
El mini "rescate" que el gobierno de Enrique Peña Nieto hizo del sector salud que Andrés Granier heredará en Tabasco, tiene varias lecturas. De paso, abrió dos puertas de oportunidad.
Inicialmente hay que establecer que la "intervención" subsana pero no resuelve la problemática por falta de recursos y de cumplimiento de los compromisos del muchas veces presumido como sector bastión de las administraciones locales. 
Así, habrá quienes celebrarán la “benevolencia y la disposición” del  nuevo gobierno federal por atender el problema, empero aún fuera esto así, no debe olvidarse que nada se da de manera fortuita en las cosas de la administración pública. Tampoco que los responsables del quebranto siguen ahí…Y sin asumir su culpa.
El hecho es trascendente, si se piensa en que las enfermedades serán atendidas -por lo menos- como de costumbre en los nosocomios y que las aportaciones a los médicos serán cubiertas; lo es más, si se entiende que el gobierno Peñista tiene frente así la primera oportunidad para mostrarse serio y eficaz ante los tabasqueños. 
La lectura de que Peña más que salvar la operatividad del sistema de salud, salva a Andrés Granier cobra vida, pues seguro si el asunto se hubiera complicado más, el gobernante saliente de los tabasqueños podría haberse enfrentado a escenas cercanas al escándalo y quizás hasta el "linchamiento".
De lo que se trata simplemente es de hacer valer el dicho presumido a la llegada de la Secretaria del ramo Mercedes Juan a Tabasco para conocer personalmente la crisis. De darle veracidad al dicho del enviado de la SEGOB Eduardo Sánchez respecto a que “no se solaparán acciones irregulares en el manejo del recurso presupuestado en salud”. Obvio es que el mensaje no es nuevo, que de hecho es uno de los más recurridos en la historia de la administración pública en México. Por -triste- lógica, el más defraudado.  
No desarrollar una investigación convincente, ser omisos y hasta mantenerla en secreto, a nivel de escritorios que solo se abren cuando el chantaje se torna imprescindible, no solo enviará y rubricará mensajes de impunidad, sino que fortalecerá la idea de que el rescate a Granier se vincula también con la jornada electoral federal de Julio pasado. 
No hay de otra. Los tabasqueños entenderán que no hacer algún deslinde de responsabilidades a nivel central, es el pago de facturas en la lógica de que incluso algún dinero pudo haber salido del área quebrada, rumbo a la campaña del Mexiquense, hoy Presidente. 
Claro que nada de esto es tarea sencilla. Siempre existirá el riesgo de que alguien viéndose perdido suelte la sopa, que incluya a más rostros y manos de la debacle para compartir culpas, penas. ¿A qué grado fue el compromiso?¿existió? ¿Valen la pena tantos riesgos?
El gobierno de Arturo Núñez a su vez, tiene que ser incisivo desde el principio en el caso del sector salud. No puede volver a equivocarse con "mensajes piadosos", que podrían confundirse con debilidad o complicidad. Requiere de golpes de timón, de decisiones de peso.
 Se quiera o no, cual época esplendorosa del priísmo, la administración de Núñez requerirá de acciones de alto impacto para demostrar su fortaleza y más aún, mantener su credibilidad. Núñez no lo ignora. Núñez sabe que Granier comenzó mal desde ahí. Roger Pérez Evoli, el aún contralor fue todo menos responsable por los asuntos contable-financieros de su jefe y amigo.
Rosalinda López -su eventual sucesora- tiene a su favor el "hambre" del 2018, en el que una fama de "dama de hierro", bien pudiera catapultarla como siempre ha deseado.
 Ya falta poco. . .El show debe comenzar.

Sobre las ruinas del porvenir.

Posted on 7:33 by Hugo Triano Gomez | 0 comentarios



Flor de Líz Pérez Morales. 


Tal vez sean los tiempos, quizás porque es una buena época de reflexión y esto nos lleva a guarecernos en la nostalgia, quizás porque en ella podemos esconder la utopía de lo imposible. Quizás porque a los que habitamos en Tabasco nos encaminaron a no creer, que hacerlo nos hace daño. Quizás también porque dentro de lo posible, confrontamos la realidad para dilucidar en nuestro propio porvenir y eso muchas veces nos es desesperanzador. Por eso ahora, cercanos a un cambio político social remiramos el pasado lo que nos lleva a asomarnos y a especular en lo cercano a nosotros, en lo que nos espera. A veces con esperanzas, pero con muchos más miedos a creer en nuestro terruño.
Dicen los discursos políticos de los últimos meses que vienen tiempos de cambio, que las expectativas en los gobiernos son escenarios donde se reinicia con un reacomodo de la conciencia social. Nada gustaría más a los ciudadanos que empezar creyendo en las instituciones, “empezar” con la fe puesta en una tierra cuyo destino pudiera asegurarse positivamente por lo menos en un sexenio.
Nos gustaría creer como en los viejos tiempos en el Estado generoso, hábil en su papel de administrador, vigilante y protector de su gente, en esa estructura política que nos aseguraba y auguraba siempre los mejores tiempos, tener la confianza para empezar de nuevo, aunque luego los padecimientos estaban a la orden del día y con ellos el desencanto.
Éste puede ser el sentir de muchas personas, todos los que hemos sido agredidos, violentados, engañados, sostenidos en los fallos de aquellos en quienes depositamos la creencia de que en el marco de las leyes, la moral y responsabilidad harían congruente su actuar. Es pesado cargar con este presente para empezar el futuro, cuando el pasado ya marcó sus propias sombras, que evidentemente mellan en la actualidad.
Cómo hacerlo cuando volteamos un tanto la mirada y ésta se deja replicar en la mentira y el engaño, en los sinsabores de la corrupción, en la irresponsabilidad de los quienes en la historia de esta entidad la han desgraciado, la han hecho insalubre. Pobre Tabasco. Vamos a empezar de nuevo. Ahora con más temores, con más vacíos, reiniciamos sobre escenarios de mayor incertidumbre e inseguridad.
El día a día ha demostrado que al amparo de las injusticias el ciudadano está indefenso, que la policía cobra sus cuotas, que los funcionarios se llevan la mejor tajada, que las empresas no están de nuestro lado, que las reglas caminan por el lado de los intereses personales y no sociales, que nuestro ambiente natural está igual de contaminado que nuestras vidas, que el tráfico de nuestras ciudades está tan congestionado como nuestras deudas.
Comienza una cuenta nueva en los escombros de los hospitales que cargan con las corruptelas, con los fantasmas de obras que no entendemos, con cifras que no nos cuadran, con documentos que huelen a estiércol, pero sobre todo con funcionarios amorales cuyo escape ya se cuenta.
En palabras abstractas de mi querido Marc Augé, las ruinas de la utopía de la modernidad hoy descansan en una tierra marcada por los huecos de sus ciudades, por la pobreza de sus comunidades, porque se trabajó tanto en amilanar el espíritu social del tabasqueño que casi lo apagaron.
Hoy la tarea es grande, mucho más que volver a empezar en las cuentas que vienen, en reconfigurar un proyecto político sólido en su economía y marco de seguridad social. Hoy la tarea comienza en reconstruir lo más complejo, la confianza en la moral de quienes nos gobernarán por tres y seis años.
Por eso no es y no está siendo fácil elegir, no a los mejores hombres y mujeres, sino a los más adecuados para un proyecto que requiere de la emergencia de la moral política; más aún porque cuando los conozcamos saldrán nuestros miedos y rencores de un pasado-presente que aún nos cobija.
Es verdad, son los claroscuros de la política, pero también son los claroscuros del ciudadano de Tabasco. Incongruentemente la continuidad de la historia comienza de nuevo.
Hoy la hazaña del gobernador electo Arturo Núñez Jiménez, de los presidentes municipales, de los diputados, de todos aquellos que formarán parte en mayor o menor escala del servicio público se agiganta en cada paso, en su porvenir, porque frente a la ausencia y la desgracia, reconstruir sobre las ruinas será siempre dolorosamente arduo.

Granierlandia: Punto final.

Posted on 8:45 by Hugo Triano Gomez | 0 comentarios

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Hugo Triano Gómez.


Cualquiera que sea la conclusión, tiene que ser lapidaria. Que Andrés Granier niegue que el sector salud en Tabasco está en crisis, exhibe al alguna vez popular químico, como uno de los más grandes politicastros de la historia local.
Efectivamente, Andrés Rafael Granier Melo se extravió desde hace mucho en la burbuja del poder; perdió el contacto con la realidad y probablemente termina el sexenio sin importarle lo que digan o piensen de él; es más, en plena tormenta da muestras de no pensar aún en arrodillarse y sigue confiando -a ciegas- en el canto de las sirenas, no importa que éstas sean su perdición.
¿Ingenuo, insensible o gran actor? ¿víctima o victimario? Ante la incapacidad de controlar a sus supuestos hombres de confianza, que se regodearon traicionando la que les entregó, el resultado es igualmente grave.
Que Granier intente minimizar el caos en la secretaría de salud se entiende, más no se acepta.
Que un sector tan sensible que siempre ha recibido la mayor cantidad del ejercicio presupuestal -estatal y federal- padezca hasta por lo más mínimo es inverosímil, si se piensa en un buen manejo de los recursos públicos.
Deudas inéditas por más de mil millones de pesos a proveedores; falta de ministración de recursos a los 5 hospitales considerados de primer nivel, que llevó al extremo de evacuar pacientes; ausencia de pago a los médicos especialistas hasta por dos meses también sin precedentes; empleo no aclarado, sí observado por la Auditoria Superior de la Federación año tras año, de los montos concernientes al seguro popular en rubros diferentes; sobreprecios detectados en compras, nunca detenidos y menos revertidos, han llevado a la Secretaría a una auténtica terapia intensiva, solo aceptada por quien entiende, también se juega el pellejo, el Secretario sustituto Carlos de la Cruz Alcudia.
Cínica se torna la actitud de su antecesor Luis Felipe Graham, quien con frialdad ejemplar, se "engalla" para afirmar que está limpio, pero se niega a decir, a explicar ¿en dónde está el dinero que su presupuestó para lo mínimo del sector y mucho más? ¿En qué se invirtió o cómo desapareció? ¿Por orden y ejecución de quién?
Es claro también el hecho de que todos los actores pueden alegar lo que a su derecho convenga, pero también la existencia del inobjetable derecho de la opinión pública, a no creer todo de todos, por una simple apariencia amigable o más seriamente, cuando los argumentos no son expuestos a profundidad.
De lo que se trata ahora, es cierto, es de atender la emergencia provocada por alguien, pero también saber por quién. ¿Por Graham en sus casi 5 años de gestión o De la Cruz Alcudia en 13 meses? Dejar en claro el papel en todo esto del -otra vez desaparecido- José Sáiz, el responsable final de la insolvencia financiera del gobierno Granierista, al que el líder de la corriente le entregó la “bandera ondeando” para llevar su gobierno a buen puerto…Y fracasó.
Fracasó por que ahora mismo se afirma que algunos de los adeudos en el sector salud se cubrirán solo “para cerrar el año”, heredando la papa caliente de ésta y las demás áreas, un déficit y el presupuesto 2013 ya comprometido al nuevo gobierno.
Ni que hablar ya del endeble intento de defensa de Granier. Su discurso de que todo lo ha hecho por Tabasco y que aún se padecen los efectos de las inundaciones, más que desgastado, está devaluado.
Así pues, aún y como están las cosas, no es posible celebrar el fin del sexenio Granierista, en virtud de que las consecuencias aún están por verse y por padecerse. El gobierno Nuñista tendrá como se ha dicho antes, la última palabra.
Por parte de Granier, el punto final a su triste obra parece estar puesto. La historia seria comenzará a escribirse pronto. !Y no! no habrá para él, como él no tuvo con Tabasco… misericordia.

Cynicus

Posted on 12:54 by Hugo Triano Gomez | 0 comentarios

                                                                                       Hugo Triano Gómez.



Ser cínico es ser descarado, insolente, falso, hipócrita. El cínico no siente vergüenza, nada. Por eso llama la atención que apenas unas semanas atrás, en el final del sexenio Calderonista, científicos sociales hayan calificado a México de tal manera.
Su argumento se centró en la "amplia serie de derechos incluidos en la Constitución, que no son garantizados en los hechos". Como es de entenderse, la daga certera del análisis se encajó fundamentalmente en la yugular de las diversas estructuras de gobierno.
Más, cuando volvió a aparecer como losa muy pesada para los entes, la llamada guerra contra el narcotráfico, factor decisivo para la calificación según los referidos científicos
Empero la definición de "México cínico" no puede ni debe limitarse. Si extenderse al fuero de los comunes, a los más, como a los menos.
El temor por el "México cínico" debiera servir pues para que cada quien, en su cada cual, examine la contribución, mucha o poca, frecuente o no, que hace para que su país sufra tal "distinción".  Después de todo, si no se es protagonista del flagelo, podría terminarse siendo su víctima. Una mentira que a nada llega -un acto de cinismo- será declararse ajeno, inmune a ella.
¿Qué tan cínico se puede llegar a ser?¿hay cínicos de primero, segundo y hasta más grados?¿en base a qué se les podría endilgar el mote?¿en función del daño que creen? ¿cuál es el lado positivo del cinismo?¿lo tiene?¿es válido calificar a los gobiernos por lo que "dejan de hacer" cuando uno hace todo lo posible por salir bien librado de los problemas de la cotidianeidad? ¿es acaso reversible?
Tristemente como se ha establecido, el cinismo ha rebasado desde hace mucho la esfera gubernamental, particularmente en México, tanto que resulta difícil establecer el momento y el origen preciso de la perversión. ¿Quién se torno primero así, la sociedad en conjunto o la élite que gobernó? Algo parecido a la paradoja de. . .la gallina y el huevo.
Con independencia de ello, es claro que muy lejos, sepultado entre los escombros, quedó el deseo de uno de los fundadores de la patria: José María Morelos, que hacía votos, desde los sentimientos de la nación, por que lo único que diferenciara a los mexicanos, fuera la virtud. Ahora, ser cínicos, sirve para hablar de unos u otros.
Claro que todo ello está lejos de ser una buena noticia.
El cinismo sirve -o realmente no- para tantas cosas. Para ocultar y profundizar las tragedias de quienes carecen de los medios mínimos para aspirar a un verdadero desarrollo, condenándolos a vivir en ella a perpetuidad. Para disfrazar incapacidades a costa de la esperanza de pocos o muchos. Para mal lograr el progreso, medido si acaso en las cosas materiales. Para anquilosar en el alma la idea de la mediocridad como algo normal, natural, lógico. Coarta la combatividad del espíritu y contribuye a aniquilar la grandeza que pudo ser.
Hacia un un debate filosófico de proporciones lejanas al alcance, podría llevar la idea de que cual acto corrupto, el cinismo es inherente al hombre y por tanto mientras este exista, la condición prevalecerá.
Lo mejor -parecería- es encauzar verdaderos esfuerzos educativos como una medida de combate. Una solución clara, no simple si se habla en serio, para un problema complejo.
Al final es de reconocer que muchos son los cínicos que se han beneficiado de los otros que indebidamente dieron el "ejemplo". En plena coyuntura y en vísperas de nuevos tiempos, bien vale recordar que de nada… De nada  servirá que un cínico se vaya… si más… vienen en camino.

Animal político III

Posted on 7:04 by Hugo Triano Gomez | 0 comentarios

 

Directamente desde lo más alto de la casta dominante, llega para Mass Opinión, la nueva entrega del animal político, ese que muchos llevan dentro y que a unos se les “sale”. . . más que a otros.

Valenzuela Pernas: El dedo que viene.

Posted on 12:02 by Hugo Triano Gomez | 0 comentarios


 Hugo Triano Gómez.


Todo mundo entiende que un gobernante debe rodearse de gente en la que confía para integrar su gabinete. Nadie discute que para un puesto relevante se requieren también capacidades probadas.
Con ello claro, poco sorprendente puede resultar la definición de Arturo Núñez para que Fernando Valenzuela Pernas termine siendo pronto procurador de justicia en Tabasco. Si acaso lo que hace es dejar un carril libre e incrementar la velocidad en el hándicap por quien ganará la carrera para ser en adelante el próximo titular del Poder Judicial y en el que Valenzuela en algún momento estuvo.
Las cuestionantes surgen sin embargo, cuando sin necesidad de por medio, el gobierno entrante imita al saliente en el poco cuidado de las formas, al impulsar al ex priísta al cargo. Lo imita porque con una urgencia no justificada, patrocinó la solicitud de licencia definitiva a su diputación local y el congreso se la aprobó de nuevo sin razón, en dichos términos, mancillando la calidad de solemne que tenía la sesión en la que el muy criticado por él, titular del poder judicial Rodolfo Campos, rendía su informe.
¿Pero qué necesidad? ¿Cuál era la urgencia, si ahora mismo no hay un nombramiento y Andrés Granier apenas "conocerá" los nombres de las "propuestas"? ¿Porqué meter con calzador algo que obviamente no urge y -sí- deja mal parado a quien se supone estará más que otros, para hacer valer la ley?
Con todo -y todos- cuadrándose ante el nuevo gobierno en el afán de allanarle el camino al próximo procurador, quedan en la mesa dos escenas sobre el asunto, igual de interesantes.
En la lectura legal, es inevitable advertir el contraste que la legislación local establece en función de otras leyes estatales y la general de la república misma, a la hora de designar a quien ocupará la representación social del ministerio público.
Mientras a nivel federal y en la mayoría de los estados del país, el Congreso es quien ratifica la propuesta del Ejecutivo en turno, Tabasco es el único estado en el que el legislativo "envía" una terna al gobernador para que éste elija a quien ocupará el puesto de Procurador.  
Si bien, "al final se supone" que la decisión del ejecutivo estatal es la que prevalece al "seleccionar" éste el nombre que más le atrae, en el fondo lo que sucede es que el legislativo sigue sirviendo como un apéndice del gobernante al prestarse a "promover" lo que a todas luces es deseo de aquél.
¿Qué valor tiene entonces que una barra de abogados reconozca de repente y de forma unánime un perfi y cual escena clásica del corporativismo la haga llegar a la legislatura para su inclusión en la terna decisiva? Todavía algo más de seriedad podría haber tenido convocar a los interesados a una evaluación o a sugerir nombres, aunque sabido es que cuando el dedo manda en estas cosas, las virtudes ajenas parecen minúsculas. 
Así el mensaje que se envía no es el adecuado, pues una farsa siempre será reprochable a quienes pregonan el cambio en la manera de hacer las cosas; más si se piensa en que el mismo escenario puede reproducirse en el futuro, en cualquier otro asunto.
Cierto es que la ley sui géneris de la que se habla en Tabasco data de hace algunos años, pero ello no significa que las primeras decisiones tengan que tomarse bajo ese precepto. ¿Porqué no -aprovechando la buena relación entre quien saldrá y entrará- se acordó devolverle al ejecutivo la facultad de proponer (directamente) a uno de sus hombres duros y al legislativo de disponer? Así al menos el Gobernador cuidaría las formas, amén de tener la certeza de la confianza.
La lectura política también aporta cosas para el anecdotario, pues ahora resulta que la estructura granierista del congreso "reconoce" por intermediación de las barras de abogados, la trayectoria de Valenzuela Pernas que tras su renuncia al PRI, mostró su lado crítico, lo que de antemano lo hacía si no un enemigo, sí un incómodo para el Granierismo.
Lo más revelador es que la llegada de Valenzuela Pernas a la Procuraduría demuestra -otra vez-que la ruptura que se presumía entre Núñez y Granier tras la aprobación del congreso para contratar más deuda pública, resultó falsa. De otra manera es imposible entender por qué con todos los antecedentes, Valenzuela Pernas pasó el filtro del congreso granierista sin mayores problemas. ¿A cambio de qué? obliga a pensar.
¿Que hace falta capacidad en la procuraduría? Siempre, aunque el procurador saliente Gregorio Romero Tequextle ha demostrado que la institución no cambiará necesariamente por los títulos o los grados académicos. Falta más -como en todo- su dosis de buena fe, de convicción, de predicar con el ejemplo. Mano dura pero sobre todo manos libres para actuar como se debe, donde se debe y cuando se debe. Lo contrario no generará cambios y solo si bien le va a la entidad, evitará que los vicios y los problemas sigan creciendo. ¿Desaparecerlos? suena utópico con las mismas estructuras.

Claro es que para ello lo que hace falta es la decisión, el dedo del gobernante pero para hacer historia; para darle a la procuraduría el papel protagónico que merece y que reclama. No solo el de perseguidor a sueldo en el que varias veces. . . se convirtió.

Mujer y política.

Posted on 1:21 by Hugo Triano Gomez | 0 comentarios

                Flor de Líz Pérez Morales. 




¿Cómo se elige un equipo de trabajo político? ¿Por identidad de género o por capacidades? Las preguntas salen a colación porque en el nuevo gabinete presidencial figuran tres mujeres, Rosario Robles Berlanga como Secretaria de Desarrollo Social, Claudia Ruiz Massieu Salinas en la Secretaría de Turismo y  Mercedes Juan López como Secretaria de Salud. Personalmente debería celebrar el asunto por el hecho de que son féminas que representan nuestras identidades, sino fuera porque entiendo, bajo la mirada del análisis, que  la tarea política va más allá de un asunto de género o particularmente de la sexualidad que nos separa a hombres y mujeres. 
De Mercedes Juan López, se sabe poco, entre esto, de su significativa trayectoria en el área de la salud; de Ruiz Massieu Salinas seguro saldrá mucha más información más allá de lo meramente histórico.  Sin embargo, las tintas de información se han regado mucho  respecto a la elección de Robles Berlanga, y justamente la figura política de ella no parece la mejor parada en la ejemplificación de las virtudes del género femenino. De las referencias de la nueva secretaria de SEDESOL, se dicen cosas como: “Atrás quedó la Rosario Robles de los grandes lentes y actitud introvertida; cambió las gafas por una cirugía láser en los ojos, tinte cobrizo, mascadas, uñas perfectamente delineadas, buenos perfumes y para cuidar su figura bebe refrescos de dieta, sólo de lata”. Sin embargo, no es esta la referencia que mejor la ilustra, y que poco tendría de discutible, sino esa otra donde su moral política quedó develada en el favorecimiento que hizo de su puesto sobre el interés personal, actuar que responde a valores y no propiamente a identidades o lo que podemos entender en  el resultado de su actuar político frente a los gobernados. 
Norberto Bobbio decía “si bien la moral siempre se refiere al acto y conciencia individual, la política es la relación con los otros” y desde ahí no hablamos de mujeres, sino de actores sociales. 
Tal vez para muchas personas la determinación de la inclusión femenina en los equipos políticos se ampare en la equidad de género, entendida ésta en el alegato de las discusiones, como igualdad, lo que evidentemente asunta a una perspectiva reducida de cantidad y no propiamente en lo sustancial que es en la aplicación justa de cualidades; noción mejor valorada porque el concepto de equidad encuentra su  cobijo en la justicia y las capacidades humanas. 
Ahora mismo en Tabasco muchos hombres y mujeres se pavonean buscando lugares políticos, invocan virtudes, presentan cartas de recomendación y padrinazgos, dan credenciales falsas, se asumen como conocedores de la vida política de la entidad; se ufanan de su arraigo en las comunidades que buscan dirigir, hacen antesala y caminan saludando como si tuvieran el poder de transgredir las decisiones. Muchos de los casos  apelando a una condición de género que los haría incluyente de una “verdadera política democrática”. Pero se nos olvidan otras cosas .
Justamente porque se ha caminado por ahí es que la historia de México y Tabasco abunda en fracasos políticos, errores que desde las claridades de la reflexión se revelan desde la ignorancia, inexperiencia, corruptelas, ausencia de liderazgo, apropiación de antivalores; esto es, en infinidad de situaciones que mucho se explican en las incapacidades del individuo para dirigir la vida política de una comunidad y poco en su identidad de género. 
Si se mira la política como un acto de responsabilidad cuyo eje se traza en  la trascendencia hacia los gobernados, entonces esta tarea deja de lado el asunto de las identidades de género y coloca solamente a personas con conductas, y capacidades, pero ante todo con posturas éticas.  
El  ciudadano probablemente entienda poco en su accionar cotidiano si es un hombre o una mujer quien dirige sus instituciones, lo verdaderamente significante se mira en una encomienda de trabajo que se solventa en las gestiones sociales. Ahí es donde se mide el pensamiento  que se traduce en valores políticos  y que no se personalizan en feminidades o masculinidades, sino en actos de gobierno. 
Entiendo pues que un proyecto de acción y  moralización política  de gobierno no se aboga ni se dirime en elecciones de género, es decir, no se elige por ser hombres o mujeres, sino que las elecciones se sustentan en aquellos sujetos que sostengan los rasgos incólumes de la exigencia y el deber político para ocupar un puesto. Me parece que se trata más bien del concepto de  equipo articulado y no diferenciado; Antonio Camou lo explica así: “la idea de una ciudadanía construida a partir de la articulación de múltiples posiciones de sujeto no parece llevarse bien con una propuesta que opta por acentuar la diferencia en el plano de la representación política” 
Para qué queremos los ciudadanos, más hombres o más mujeres, en un gabinete que domine por su condición de género, si lo que nos inquieta se mide en la atención que nos brindan las instituciones al hacer de la vida social. Para qué los queremos si no conocen nada del quehacer público y administración de gobierno. Por qué querríamos a alguien que no sabe de la sensibilidad de su gente, si no ha tenido contacto nunca con las necesidades de los desprotegidos y no sabe tocar puertas para buscar los recursos. Para qué queremos  figuras que usen los roles políticos para el favorecimiento de intereses personales. En fin, para qué queremos personajes que no tengan la menor idea de por qué están ahí. 
En el caso de Tabasco, particularmente en mi lugar de ciudadano común, no me inclino por un gabinete de identidades de género, de hombres o mujeres; me preocupa más la mutilación de una verdadera vida social, de eso que sacrifica el “deber ser” político, por eso que Gilles Lipovetsky discierne en la ética indolora de los nuevos tiempos democráticos.  
Para el caso deberíamos precisar con más cuidado en sujetos-actores políticos responsables de la voluntad social. En síntesis, se trata entonces de reflexionar en torno a gabinetes articulados por las capacidades y conductas políticas de cada uno los integrantes y no propiamente diferenciados por la sexualidad.