Granierlandia: Punto final.
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Hugo Triano Gómez.
Cualquiera que sea la
conclusión, tiene que ser lapidaria. Que Andrés Granier niegue que el sector
salud en Tabasco está en crisis, exhibe al alguna vez popular químico, como uno
de los más grandes politicastros de la historia local.
Efectivamente, Andrés Rafael Granier Melo se extravió desde hace mucho en la burbuja del poder; perdió el
contacto con la realidad y probablemente termina el sexenio sin importarle lo
que digan o piensen de él; es más, en plena tormenta da muestras de no pensar
aún en arrodillarse y sigue confiando -a ciegas- en el canto de las sirenas, no
importa que éstas sean su perdición.
¿Ingenuo, insensible o gran
actor? ¿víctima o victimario? Ante la incapacidad de controlar a sus supuestos
hombres de confianza, que se regodearon traicionando la que les entregó, el
resultado es igualmente grave.
Que Granier intente minimizar el
caos en la secretaría de salud se entiende, más no se acepta.
Que un sector tan sensible que
siempre ha recibido la mayor cantidad del ejercicio presupuestal -estatal y
federal- padezca hasta por lo más mínimo es inverosímil, si se piensa en un
buen manejo de los recursos públicos.
Deudas inéditas por más de mil
millones de pesos a proveedores; falta de ministración de recursos a los 5
hospitales considerados de primer nivel, que llevó al extremo de evacuar
pacientes; ausencia de pago a los médicos especialistas hasta por dos meses
también sin precedentes; empleo no aclarado, sí observado por la Auditoria
Superior de la Federación año tras año, de los montos concernientes al seguro
popular en rubros diferentes; sobreprecios detectados en compras, nunca
detenidos y menos revertidos, han llevado a la Secretaría a una auténtica
terapia intensiva, solo aceptada por quien entiende, también se juega el
pellejo, el Secretario sustituto Carlos de la Cruz Alcudia.
Cínica se torna la actitud de su
antecesor Luis Felipe Graham, quien con frialdad ejemplar, se
"engalla" para afirmar que está limpio, pero se niega a decir, a
explicar ¿en dónde está el dinero que su presupuestó para lo mínimo del sector
y mucho más? ¿En qué se invirtió o cómo desapareció? ¿Por orden y ejecución de
quién?
Es claro también el hecho de que
todos los actores pueden alegar lo que a su derecho convenga, pero también la
existencia del inobjetable derecho de la opinión pública, a no creer todo de
todos, por una simple apariencia amigable o más seriamente, cuando los
argumentos no son expuestos a profundidad.
De lo que se trata ahora, es
cierto, es de atender la emergencia provocada por alguien, pero también saber
por quién. ¿Por Graham en sus casi 5 años de gestión o De la Cruz Alcudia en 13
meses? Dejar en claro el papel en todo esto del -otra vez desaparecido- José
Sáiz, el responsable final de la insolvencia financiera del gobierno
Granierista, al que el líder de la corriente le entregó la “bandera ondeando” para llevar su gobierno a buen puerto…Y
fracasó.
Fracasó por que ahora mismo se
afirma que algunos de los adeudos en el sector salud se cubrirán solo “para
cerrar el año”, heredando la papa caliente de ésta y las demás áreas, un
déficit y el presupuesto 2013 ya comprometido al nuevo gobierno.
Ni que hablar ya del endeble
intento de defensa de Granier. Su discurso de que todo lo ha hecho por Tabasco
y que aún se padecen los efectos de las inundaciones, más que desgastado, está
devaluado.
Así pues, aún y como están las
cosas, no es posible celebrar el fin del sexenio Granierista, en virtud de que
las consecuencias aún están por verse y por padecerse. El gobierno Nuñista
tendrá como se ha dicho antes, la última palabra.
Por parte de Granier, el punto
final a su triste obra parece estar puesto. La historia seria comenzará a
escribirse pronto. !Y no! no habrá para él, como él no tuvo con Tabasco…
misericordia.
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