Relevo en Tabasco: Comunicación social..o de Estado.

Posted on 7:49 by Hugo Triano Gomez | 0 comentarios

Flor de Líz Pérez Morales. 


Mucho se ha escuchado del discurso político que se emplea para referirse al papel que tendrá el nuevo gobierno de Tabasco respecto a los medios de comunicación. Casi todas las expresiones llevan consigo trazos donde se alude a una comunicación social, lo que se concibe, de acuerdo a lo dicho, como acciones de puertas abiertas al ciudadano, de trato igualitario a todos los sectores, lo que incluye a los medios y por supuesto donde se legitime y se de transparencia al uso de los recursos para la publicidad gubernamental.
Si logramos entender bien el asunto, parece que las cosas no varían mucho; de hecho sólo cambia el concepto que se delinea en lo denotativo y no propiamente en lo connotativo o sustantivo de la política. La concepción de comunicación proviene, por la manera en que se están expresando, de una política de gobierno y no de una política ciudadana para los medios en relación al estado. Cierto, tradicionalmente los medios de comunicación de la entidad han sido parte de una relación de poder entre el gobierno y los medios, donde la participación ciudadana ha sido casi inexistente. En la práctica, la comunicación en Tabasco se ha marcado justo en ese papel mediatizador, de enunciaciones masivas y verticales, donde la sociedad es informada conforma a los cánones impositivos del discurso político y social. Abrir las puertas del gobierno con trato igualitario no es pues una comunicación social. Se trata de algo más.
En el sentido estricto de una comunicación social se dibuja un papel mucho más determinante de los ciudadanos y los medios de comunicación como puentes de diálogo que puedan mediar en los conflictos sociales ante la diversidad de instancias del estado. Se trata también de gestión y autonomía de los medios, pero básicamente se trata del respeto a las libertades. Si somos justos, la mediación, principio básico de la comunicación social, abona a la resolución de conflictos y no a agravarlos. ¿Cómo entonces podemos hacer una comunicación social, cuando no se está entendiendo a los medios en su justa dimensión? ¿Cuál es la autonomía de los medios de comunicación masiva? ¿Cómo hacer que un ciudadano participe si lo hace sólo a través de la manifestación y no del diálogo? ¿Cómo se hace una comunicación social ante el ciudadano, si los actuares de gobierno son contradictorios?
La comunicación social devine de una política de participación ciudadana que conlleva a la ciudadanización de los procesos comunicativos; no se trata pues de cambiar a los medios o los procedimientos desde el estado, sino desde la sociedad. Es difícil poder hacerlo, si en lo antaño del asunto se dirime lo más escabroso, como lo es el uso transparente de los recursos. Cómo hacerlo sí la profesión comunicativa ha estado determinada en mucho por los bajos salarios, lo que se ha prestado a las corruptelas del ejercicio.
La comunicación social es un ejercicio comunicativo de congruencia entre las instituciones y su gobierno, en lo que mucho intervienen los medios de comunicación. Aunque lo que leemos no es propiamente eso.
Difícil cambiar las cosas si en las entrañas de las circunstancias se cuecen ya porvenires inciertos para los medios impresos y audiovisuales tabasqueños, frente a los medios convergentes dados en el marco de las redes sociales, espacios donde se apunta con mayor rapidez la democratización de la comunicación. La dificultad se escombra más con el nulo crecimiento de lectores de profundidad porque las propias redes sociales están creando lectores de 140 caracteres. Las estadísticas precisan en un estado como Tabasco cuyos ciudadanos leen muy poco.
Cómo podremos cambiar las cosas, si desde el gobierno los ciudadanos estamos leyendo los protagonismo de los propios mediadores políticos; autoridades que apartan sus estacionamientos como privados, fastuosidad de ceremonias, figuras políticas que quieren estar en todas las filantropías y élites sociales y no en el trabajo diario. La lectura desde este lado no habla de comunicarnos socialmente. La interacción política parece dictar otra cosa.
Frente a los avatares de lo anterior vale la pena pues intentar comprender si de verdad se hará una comunicación social o simplemente nos la jugamos con una comunicación de estado

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