Ecos de las extinciones y despidos a granel...(De Granier)
Como suele ocurrir en el Gobierno de la “transformación” de Tabasco, un intento por tapar un frente abrió otro, o lo que es lo mismo, la intentona de "uno" para salir de un problema metió en "bretes" a alguien más.
Así puede entenderse la explicación “somera” dada por el Secretario de Finanzas José Sáiz a inicios de la semana anterior, cuando reveló que una empresa –no aceptada aún como tal- se encargó de definir los criterios para llevar adelante la prometida “reingeniería administrativa” basada en la extinción de dependencias y la eliminación de burocracia.
Y es que más allá de las afectaciones laborales y que incluso haya quien afirme que más que perjucios le generará beneficios -por aquello del empleo de los programas sociales- Sáiz pareció no calcular con exactitud los efectos colaterales de su dicho; las repercusiones del “incendio” que provocó… pero en la Secretaría de Planeación.
Justamente –no hace mucho- el ex Diputado José Antonio de la Vega, planteó la idea de que el Gobierno mismo debió haber hecho la tarea de la reingeniería, solo que citó a la Secretaría de Administración y Finanzas como la que debía emplear su experiencia en ello. Allí debió decir que la encargada era la dependencia que encabeza Gustavo Jasso.
Basta observar de inicio, que para hablar de planeación hace falta pensar en método, en uno que lleve del origen a la meta; en uno que reconozca el inicio y advierta el fin; en uno que plantee alternativas para los problemas aún y cuando sean de la envergadura de las inundaciones que Granier y su equipo no dejan de recordar. Uno que sea capaz de ser medible, uno que sea serio, que soporte el análisis más escrupuloso, que cuente con las argumentaciones precisas, pero sobre todo con la idea clara de lo que se tiene que hacer.
¿De qué le ha servido entonces a los tabasqueños costear la infraestructura, los utensilios, los salarios y todo lo que se emplea en la Sepladet -o como se llame ahora- si una empresa tuvo que decidir por ella, haya sido por lo que haya sido? ¿Desde cuándo “planeación” dejó de planear en el Gobierno de Tabasco? o acaso ¿lo hizo alguna vez?¿cuáles fueron las razones por las que se optó por alguien más, por una voz experimentada? ¿Propuso algo, se escuchó su voz siquiera?
Gustavo Jasso debería reflexionar en serio respecto a si los más de 60 mil pesos que dice ganar cada mes –ya sin bono de fatiga- corresponden a lo que dijo aspirar pero sobre todo pretender realizar desde el momento mismo en que asumió la posición. Igual y será mucho o poco para él, -el dinero- pero lo cierto es que de nada sirve un “superejército” de especialistas y un gran comandante, si no se es capaz de hacerle ver al General, la adecuada estrategia para avanzar en un largo y sinuoso camino.
Aquí no se trata de que el señor Jasso o algún chivo expiatorio renuncien a su cargo buscando satisfacer a alguien. El cambio que se requiere se ha dicho antes, es de estructuras y de actitudes, pero también para ganarse el respeto y poder ejercer funciones inicialmente delegadas, condición que solo se logra trabajando con lealtad, de nuevo no a quién si no a qué.
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