Homologación: Mitos a la basura.
En honor a la verdad, la idea de homologar las elecciones en el país, interesa a una minoría. A la “clase política”, a la gente medianamente informada, a los “letrados”. En Tabasco la escena es igual, o peor. Lo demás, de nuevo, es falacia, demagogia.
Afirmar que la “reforma” es trascendental es discutible, sin menoscabar el reclamo legítimo de pedir el cese de la grilla –la politiquería- y centrarse en la exigencia de resultados a los “gobiernos”. En otras palabras, puede ser importante, pero no trascendente.
Fijar pues la fecha de las elecciones en un mismo día -cada 6 años- no garantiza de entrada una mayor votación,-razón de ser de los carísimos institutos electorales- aunque si representa una posibilidad para ello. No garantiza tener un mejor país o un mejor estado, tampoco la erradicación de la pobreza, aunque si ahorros millonarios. Lastimosamente, ni siquiera da la certeza de que el “ahorro” en mención pueda ser empleado de mejor manera. Así, esta modificación a lo sumo, será de nuevo, de forma, no de fondo.
Ante el escenario, una consulta ciudadana se torna innecesaria.
Ni cierta ni válida para “nuestros tiempos”, resulta la advertencia de una duplicidad de mandos acuñada por los que creen en mantener el estado actual de las cosas, así se jacten de ser los más experimentados en “dinosaurismo básico”.
No es cierto que haya lugar para malas interpretaciones.
Tanto en el caso del Presidente de la República como el de los Gobernadores, los Senadores, los Alcaldes, regidores y Diputados locales es claro que los funcionarios “electos” no pueden –ni deben- adjudicarse facultades que por ley no les corresponden, ni a un día de haber sido declarados ganadores, ni a uno de asumir la posición.
Es claro que la autoridad saliente - aún en funciones- no puede permitirle cosas a aquel, so pena de que ambos sean exhibidos y castigados. Para acabar pronto, el temor estatal de que habrá 2 gobernadores, 2 ediles y demás, es tan absurdo como negar que la medida traerá consigo la influencia nacional a los comicios locales.
¿Qué es apresurado para el 2012? Ni legal ni políticamente lo es. Objetivamente está en tiempos, subjetivamente puede estarlo, todo depende del interés mayoritario de la fracción predominante en el Congreso tabasqueño.
Por supuesto que no se trata aquí de darle su lugar a la ingenuidad. Solo es momento de enviar los mitos, lo que no sirve… a la basura.
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