Comal...Caliente.
Como
si algo faltara en el enrarecido proceso electoral local, un alcalde, el de
Comalcalco en Tabasco Alejandro Medina
Custodio, fue “pillado” ahora y
exhibido en una grabación fungiendo como promotor político no solo de Enrique
Peña Nieto, sino también de Jesús Alí, el candidato priísta al gobierno del
estado, del aspirante a sucederlo Laurence Rodríguez y los 2 suspirantes a las
diputaciones locales por ese municipio.
La
grabación, como la del Panista Jorge Ávalos, no deja lugar a dudas sobre la
injerencia de los “primeros regidores”
en una jornada comicial. Ingenuo es creer –y se corrobora ahora- que se
mantengan al margen de su sucesión y de las implicaciones que una revisión de
sus cuentas les generaría en el futuro. A como el caso referido, no destapa nada
nuevo pero en cambio aporta elementos
para los juicios de valor, amén de los legales.
En
la grabación que además afirman las fuentes se captó el viernes 13 de abril
pasado en horas hábiles, Alejandro Medina Custodio se abre de capa y no solo pide
que “le echen la mano” votando por
Peña Nieto, si no que presume su cercanía con Jesús Alí a quien pide reciban
cuando sean los tiempos de campaña. ¡Qué ironía!
Pero
va más allá, promete “mejoras” para
las corporaciones policiacas en la administración que siga a la de él, pues
hace el “compromiso” de programarlos
para que al próximo gobierno municipal no lo quede otra más que asumirlos. En
términos coloquiales el munícipe pide apoyo político para los suyos a cambio de
beneficios, lo que lo tendría muy cerca de ser si no un coptador de
conciencias, por lo menos si alguien que induce a votar por alguien determinado
y en cualquier caso podría ameritar una sanción.
Es
cierto que en la grabación Medina Custodio no utiliza un mensaje amenazador como
el conocido en la del líder panista, pero eso no le quita que pretenda un beneficio
político para su grupo valiéndose de su encargo.
Su
primera declaración, desafortunada por cierto, pues según su dicho su intención
era esclarecer todo, da por asentado primero, que en efecto su voz es la que se
escucha en la grabación y después que sí dijo lo que todos escucharon en el
informativo noticias en flash. Por lo menos esta vez no se llegó al ridículo de
negar la veracidad de las mismas o de acudir
a la tristemente célebre frase de “si
es mi voz pero no es mi voz”
Lo
que no es creíble para Alejandro Medina es su deslinde, luego de afirmar que “no ha quebrantado el marco legal”, sin
acceder a responder interrogantes. Decir que se reunió con los policías “como ciudadano” no cuadra de inicio,
cuando ningún “común” ha de ser
secundado por una corporación por el solo hecho de convocarlo a un encuentro;
menos tras mostrar tal control de las cosas pero sobre todo poder, para animarse a prometer cosas
más allá del tiempo legal de una gestión. En la boca de un “normal” tales promesas no tendrían lógica ni sustento.
La
actitud de “dar la cara” fue para
acabar pronto, una mascarada. Declaró que él no ha prometido algo cuando lo
contrario ha sido claramente escuchado. Se dijo inocente, cuando ello dependerá
determinarlo a la autoridad electoral. Vital será el papel que asuma la
legislatura local al respecto, pues amén de recurrir a los exhortos para
investigar como hicieron con el Panista Ávalos, es casi un hecho que ante una
denuncia por delitos electorales, los Diputados deberán resolver con la misma
verticalidad un eventual juicio de procedencia contra un “íntimo”… de Jesús Alí.
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