2 de Julio. (1era parte)
Hugo Triano Gómez.
!No! El milagro que la izquierda mexicana
necesitaba para alcanzar el triunfo en la contienda presidencial no llegó.
Enrique Peña Nieto será titular del Poder Ejecutivo en México.
Cierto es que por segunda ocasión en menos de
una década, la izquierda será el segundo bloque político con mayor
representación en un país que -de manera inducida en su mayoría- se niega a
"probar" su manera de gobernar.
Con el Panismo retrocediendo, más por los
yerros de su abanderada presidencial que por el cobro de una factura al gobierno
Calderonista, el PRI volverá a los Pinos tras doce años de ausencia formal,
pero lo hará bajo un panorama no tan cómodo como el mismo tricolor esperaba. Lo
hará tratando de lograr como sucede en el país desde hace 15 años, los consensos necesarios para
que el del gobierno federal, no sea más tiempo perdido.
El PRI volverá al poder, sí, pero tratando de
superar lo que Vicente Fox y Felipe Calderón no lograron: La oposición a
ultranza de sus opositores en el congreso, encabezada entonces por el
Revolucionario Institucional.
No se duda que la escena no sea la esperada
tanto por el CEN priísta como por el propio Enrique Peña, en función de los
números pre-electorales que manejaron todo este tiempo. Será para acabar
pronto, un escenario incierto para la primera parte del
sexenio Peñista.
La segunda dependerá de los comicios intermedios y claro de la reforma política que se ha prometido retomar y que incluye según un
compromiso del eventual Presidente: El de "extinguir" 200 curules en el
Palacio de San Lázaro. No es descartable tampoco que a pesar de la reciente
oposición, el PRI impulse ahora la idea de Felipe Calderón de permitirle al
Presidente la "legislación preferente" si el Congreso es omiso, por
falta de acuerdos o desidia.
Enrique Peña tendrá que mostrar cuanto antes
-partiendo del primero de diciembre- su nueva estrategia contra la delincuencia
organizada, una que se diferencie de la actual que tanto criticó inicialmente y
que poco a poco fue secundando hasta admitir que no es posible retirar del
todo, al ejército de las calles. El discurso reiterado anoche cuando su
triunfo, de que no habrá negociación ni tregua son solo parte de algo ya
conocido.
Habrá que esperar cuánto tiempo pasará para
que las reformas estructurales prometidas para el país se topen con su
auténtica "bestia negra" en las Cámaras de representantes; si se
insistirá en terminar de privatizar PEMEX y la CFE; si habrán verdaderos
cambios en la ley laboral y si resultará cierta la advertencia de que Peña y su
grupo -encabezado por Luis Videgaray en la próxima gerencia de la Secretaría de
Hacienda- pretenden incrementar la tasa impositiva del valor agregado hasta el
22 por ciento.
El combate a la Pobreza, la mejor educación,
el sistema de salud y la recuperación del campo -Peña debe saber- son la
segunda oportunidad que ha dicho, el Priísmo no quiere perder. Más valdría
recordarle que en una situación como la de México no pueden permitirse ya . .
.más errores.
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