2 de Julio. (2da parte)

Posted on 7:19 by Hugo Triano Gomez | 0 comentarios


Hugo Triano Gómez. 
 
 
 
Aún y cuando Jesús Alí decida "exhibirse" ante los tribunales electorales, la alternancia política en Tabasco está consumada. El cambio… aún está por verse.
Arturo Núñez, el primer personaje de la historia local que logró derrotar al priísmo y acorralarlo como nunca en los últimos 83 años, lo ha dicho claro: No puede darse el lujo de equivocarse.
Es cierto que las celebraciones desbordadas pueden parecer normales; que la "tunda pública" hacia el PRI-gobierno puede ser merecida, pero este debe ser ya para él y los suyos, momento para la ecuanimidad.
Contra los pronósticos más halagadores, incluido quizás el del mismísimo Núñez, las condiciones en Tabasco están dadas para avanzar a paso veloz en el proyecto que presentó a los tabasqueños. Con una muy probable mayoría calificada obtenida por el PRD y sus aliados en el Congreso local, los pretextos no caben en el panorama por lo menos en la primera parte del sexenio.
Lo peor que le pudiera  suceder ahora al perredismo es desperdiciar la oportunidad, enrolándose en otra lucha intestina por el control de la bancada -que será la mayoritaria- en el congreso tabasqueño. Honrando los discursos del “cambio”, es de esperar que las direcciones que operan el legislativo sean de inicio, adjudicadas, definidas de otra manera.
Núñez y su equipo no deben olvidarse desde el primer día de poner manos a la obra y de pujar para convertirse no solo en la antítesis del granierismo, sino también del andradismo y del madracismo, estos últimos, factor clave de su llegada hasta ahora al poder.
La fiscalización y revisión de las cuentas públicas deberán de dejar de ser en Tabasco un juego de presión y una simulación política; deberán en cambio dar muestras de ser una práctica auténtica, una donde efectivamente no pesen los compadrazgos y las decisiones ejecutivas. El primer año, cuando se revise el ejercicio administrativo de Andrés Granier, será vital para vislumbrar lo que depara el futuro.
Obligación mayúscula del gobierno Nuñista es precisar a la brevedad, el monto de la deuda heredada por su antecesor, incluidos los empréstitos; despejar las incógnitas sobre los deudores diversos y corroborar, negar o explicar la causa, el fin y los efectos del siempre advertido y negado boquete económico que padecen las arcas estatales. Diseñar la estrategia para evitar mayores problemas y sentar precedentes auténticos, castigando a los responsables, si los hay.
El primer gobierno perredista de Tabasco tiene que consultar con los más serios criterios de los que disponga, las medidas que crea convenientes desarrollar. Tiene que ser sensible a la crítica, mantener bajo el egocentrismo y por su bien, atajar, enfrentar versiones aún y cuando le puedan resultar mínimas o escandalosas. Debe hacer eficiente la comunicación con sus gobernados y darle -reconocerle- su valor a la opinión pública. Dejar atrás la era de los oídos sordos, del valemadrismo. 
Núñez ha hecho énfasis en su calidad moral para gobernar. Comenzará su travesía como los boxeadores en el ring: Con la tarjeta en 10, pero con el riesgo latente de reducir sus bonos al menor descuido, por acción u omisión.
El de Núñez parece de entrada un gobierno con personalidad, habrá que ver si ello alcanza para reeditar “el milagro mexicano” en suelo choco. Habrá que esperar para confirmar si logra contagiar, pero más, inspirar a una sociedad "enviciada" como la nuestra, en la que cuesta trabajo entender que un paso es eso..nada más.
Quien crea que va a salir de pobre o prosperará por la sola "alternancia" se equivoca. Cada quien tendrá que hacer lo suyo y mejorar… buscar esa oportunidad que el gobierno promete procurar. Tendrá que despertar si sigue dormido. Lo que es innegable, es que a nadie en Tabasco conviene que un gobierno vuelva a irse… sin hacer... historia.

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