Presente, pasado y futuro de las izquierdas en Tabasco: Los desafíos de sus gobiernos.
Flor de Líz Pérez Morales.
Es un hecho que la vida
política de Tabasco plantea otros escenarios, hoy los desafíos para las dirigencias de las izquierdas del próximo
sexenio y trienio, exponen asuntos cuyo eje central se delimita en la forma que
tendrán para administrar y hacer funcionar un sistema de gobierno que por
muchos años ha dejado que desear.
No se puede ignorar que la
historia de los gobiernos de los ayuntamientos llegados desde la base del PRD
en Tabasco ha sido en referencia de un dogmatismo político y muy poco sobre el
conocimiento de cómo hacer política. Sin proyectos profesionales que le dieran
fundamento a la acción política, su dirección ha estado vacía, ausente de
miradas claras que le hagan definir los rumbos de la sociedad. Han sido
ejemplificadores los casos donde los presidentes municipales han realizado obras
públicas sólo por decisión personal y sin proyectos profesionales, como la
remodelación de un parque que se hizo bajo la ocurrencia y dirección del
alcalde y no sobre un proyecto
arquitectónico.
Muchos de los que llegaron
ahora provienen de hacer política de calle y no de un proyecto de Estado con
principios y valores sustentados en un fundamento filosófico que se concrete en
la vida social de los tabasqueños. Esto es, muchas figuras llegaron y llegarán
sin la verdadera preparación de un político cuya tarea de servicio público
exigirá en estos tiempos otros rasgos, no porque no conozcan a la gente, sino
porque como diría el muy querido Mario Benedetti, no es lo mismo plantear una
táctica, que desarrollar una estrategia.
¿Cuántos de ellos conocen
de fondo la constitución? ¿Cuántos de verdad pasaron por la universidad y
leyeron El Quijote? El sueño de todo hombre de luchar en la utopía del mundo.
¿Quiénes recuerdan a Marx?, aunque para muchos ya esté en el olvido. ¿Sabrán
que Saramago en Las intermitencias de la muerte, habla de maphias y
autoritarismo, como antítesis de las democracias actuales? ¿Habrán leído libros
básicos que dan experiencias de vida política? ¿Conocerán al mexicano, su
cultura y sus problemas? ¿Se limitarán a reproducir la ideología de un sistema
que pide un cambio, porque no conocen otro? ¿Sabrán que hay mundo que se
plantea más allá de la modernidad? ¿Entenderán los debates actuales de autores
como Gilles Lipovetsky, Jean Boudrillard, Jean Lyotard o Paul Virilio, que anuncian
que el mundo ya cambió y la visión social también? La pasarela ya terminó y el trabajo serio ya se debe estar cocinando en los modelos de
gobierno como desafíos de primera envergadura.
Los asuntos neurálgicos
brotan, preparan terrenos fértiles a los problemas que dictan la intervención
inmediata en los marcos de la participación ciudadana. ¿Qué proyectos hay para
la sustentabilidad social y ambiental; para dar respuesta a los males de la
corrupción, a la injusticia social; para formar la conciencia crítica desde la
educación; para tender el uso factible de la tecnología en el orden de lo
social, educativo y político; para la equidad social y perspectiva de empleo en
los jóvenes?
Nuevamente brotan las
preguntas a veces incómodas: ¿Dejarán la
educación en manos del sindicalismo? ¿Darán entrada a los mismos corruptos de
años? ¿Qué carácter tendrán en el servicio público? ¿Serán estrategas,
mediadores, humanistas, tecnólogos….?
Queda claro que en los niveles de gubernatura aunque poca, si hay tela de donde cortar. Es decir,
seguro en la elección del gabinete tendremos figuras que han dado muestra de
que la vida política de un estado es pensamiento y acción, cuyo fundamento se
toma desde la sociedad a dirigir. Sin embargo, éste podría no ser un
parámetro general en las decisiones de gobierno. Ojalá y la llegada de los
secretarios de estado y las dirigencias de gobierno a las distintas instancias
esté amparada en el conocimiento pleno de hacer política.
También es claro que hay mucho
trabajo de fondo que debe establecerse desde los propios partidos. ¿Dónde están y cómo se formaran los nuevos cuadros
políticos? ¿Qué harán con los jóvenes para que realmente se formen en una
filosofía de valores del partido? ¿Cómo harán para inculcar el verdadero
proyecto a los jóvenes políticos, ante las ausencias? ¿Cuál es modelo de
valores para los partidos políticos?
Frente a ello, se acotan
entonces los terrenos para enfrentar los retos que la ciudadanía demandará y
que de ninguna manera pueden quedarse en la superficialidad. Esta es una buena
oportunidad para empezar de nuevo. Lo cierto es que el escenario no es sólo en
la concreción de un presente político, sino en la prevención de ese propio
escenario. Es actuar en el presente, con dirección en el futuro sin perder las
referencias del pasado.
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