Alternancia: La realidad toca a la puerta.
Marilú
Aké Vázquez.
Paciencia,
espera, conciencia, son cualidades que los ciudadanos no practican ante los
trámites y decisiones de las autoridades gubernamentales, por lo que con la
nueva administración que a partir del 2013 presidirá el PRD en el Gobierno del
Estado y en la capital tabasqueña, tampoco serán aplicados.
La
desesperación, urgencia, decepción, la crítica y las protestas serán las
aliadas de los tabasqueños ante la falta inmediata de respuesta a sus
necesidades. Principalmente de los detractores del "sol aztequismo",
de los priistas y de los eternos inconformes. Las expectativas son demasiadas
altas, que el "cambio rápido" será la exigencia común, pero la
realidad golpeará en la cara a más de uno.
Si
bien no pueden adelantarse vísperas sobre el desempeño y resultados de quienes
serán funcionarios, porque ni los nombres del gabinete se conocen aún, es
lógico que los cambios conllevan un proceso de aprendizaje que impedirán una
atención “pronta y expedita” a los más elementales problemas. Sumado al proceso
burocrático normal, la "tramitología" y la falta de recursos.
Ante
ello la primera etapa para justificar el actuar de los servidores públicos será
la repartición de culpas a quienes los antecedieron; el estado en que se
encontró la parte administrativa y presupuestal. Los ciudadanos -
efectivamente- desean el resarcimiento del daño, los más esperan el
encarcelamiento de los responsables de la falta de programas y obras y de
quienes no cumplieron con su obligación de ejercer el presupuesto público a
favor de los que lo hacen efectivo a través del pago de impuestos.
Pero
mientras se da el proceso de aprendizaje por parte de los que por primera vez
estarán del otro lado del escritorio y entienden que deben gobernar para todos,
aparecerán otras exigencias: La de los que se consideran los impulsores del
cambio, la del pago de favores a los fieles de la causa, actitud que aunque explicable
no luce conveniente, prudente ni oportuna. De todos modos, es previsible que
pedirán ser los primeros en recibir la atención, de lo contrario, vendrá el
consecuente enojo y molestia.
Es
de reiterar que no se puede hablar de los resultados y las actitudes que
asumirán los funcionarios, si serán competentes o incompetentes, sin embargo
desde ahora se debe dejar en claro al 71% de los electores que votaron, a los
que optaron por un cambio de partido en el Gobierno, que al tronar de los dedos
no se tendrán resultados. Que tendrán que transcurrir meses, años, incluso más
de un sexenio para lograr abatir los vicios que por más de 81 años a fuerza de
costumbre, se hicieron tradición.
Previo
al cambio de poderes debe venir la concienciación del tiempo en que podrían
verse los resultados. La euforia del triunfo ya pasó, ahora viene la realidad,
la aclaración de que la transición no tienen fecha de caducidad.
Al
gobierno electo quizá no convenga advertir esta etapa, pero las promesas de
campaña ya pasaron, ahora la realidad toca a la puerta. No menos importante es
recordar a los ciudadanos que también a ellos corresponde hacer conciencia de
que el cambio de actitud que buscaron.. necesita de su aporte.
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