México 2012-2018: Consumátum Est.

Posted on 7:38 by Hugo Triano Gomez | 0 comentarios

Hugo Triano Gómez. 





Contrario a los peores vaticinios, México no está incendiado tras el fallo del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, respecto de la elección Presidencial.
El temor -como muchos- quizás fue infundado, dada las muestras del camino a seguir por el movimiento promotor de la desechada idea de la anulación de los comicios, pero era parte de la lógica política tercermundista de la nación mexicana. En ella, siempre fue "normal" que el PRI "advirtiera del riesgo al país" y que desestimara desde el inicio el planteamiento de algo previsto en la Constitución Mexicana.
Lo relevante tras la declaratoria de validez del Tribunal Federal es reconocer qué es lo que viene. Si acaso a los biógrafos, historiadores y analistas sirve seguir husmeando en lo que pasó. Legalmente todo está dicho, nada va a cambiar.
Ahora mismo, es improbable que el México del 2012 se vaya a incendiar, haciendo eco del llamado a la desobediencia civil lanzado hace unas horas por Andrés Manuel López Obrador.
La escena ciertamente sería de lo más compleja si dicho llamado alcanza a las instalaciones petroleras ubicadas en territorio tabasqueño, pues en cierto grado -dependiendo la acción- exigiría del "primer gobierno opositor en Tabasco" -el de Arturo Núñez- la aplicación de la ley; si la desobediencia civil planteada se extiende a la Comisión Federal de Electricidad, cuando el adeudo histórico iniciado a mediados de los 90s, no ha podido ser resuelto y si además la escena se reedita en nuevos estados del país.
A estas alturas parece claro que el gobierno de Enrique Peña no titubeará en sus intervenciones tratando de ganarse el respeto que le hace falta.
Minimizar sin embargo a López Obrador, a su movimiento y lo que representa no es opción para el gobierno Peñista, como sí lo fue en su época para Carlos Salinas de Gortari que ni los veía ni los oía.
A como están las cosas parece lógico que una nueva modificación a la ley electoral está por llevarse a la mesa, aunque de nueva cuenta tendrá poco impacto positivo. Si acaso su objeto será apaciguar más los ánimos de los encendidos.
Difícil de creer es que las causales abstractas de nulidad que desaparecieron con la última reforma electoral vayan a volver, por lo menos con la legislatura actual. De haberlas mantenido -ahi si- se duda que Peña Nieto pudiera asumir la Presidencia del país el próximo primero de Diciembre. Baste recordar que cosas "menos graves" a las advertidas ahora en los comicios presidenciales, sentaron el precedente de la anulación de un jefe del poder ejecutivo en Tabasco, allá por el año 2000. 
Como sea, los promoventes de la anulación de la elección presidencial que no sucedió, deben sentirse más que robados, decepcionados. Decepcionados, por que más allá de que el Tribunal no concedió lo que buscaban, todo quedó reducido a la "no suficiente" comprobación -objetiva- de los hechos, lo que en la más amplia de las lecturas no significa que lo denunciado no haya sucedido.  "Simplemente" -si se permite el término- no se demostró a ojos de los magistrados electorales, la implicación de lo ocurrido con el resultado comicial.    
Deberán estar decepcionados por que todo mundo sabe que "sucedieron" las conductas de siempre -la manipulación de la ignorancia y la pobreza- y algunas nuevas sin que haya una manera de juzgarlas; decepcionados por que objetivamente las "malas intenciones" no cuentan, a menos que sea en un día -no en un proceso- de elecciones.
Dejando en el terreno de la incredulidad el avance de la investigación por lavado de dinero iniciada contra el equipo del hoy Presidente electo, es de esperar al 2018 para que la izquierda intente otra vez hacerse de la titularidad del Poder Ejecutivo en México. Lo hará a través de los partidos y del "Primer Candidato Ciudadano en la era moderna" y hasta en 2 vueltas, si no se presentan nuevas traiciones en la izquierda.
Andrés Manuel López Obrador tendría en 2018, 65 años. 1año menos que cuando Cuauhtémoc Cárdenas se postuló por las izquierdas por 3era vez en una elección Presidencial. 6 menos que cuando Cárdenas Solórzano se "retiró efectivamente" de la actividad en 2005, confesando aún a los 71 años que su interés por la Presidencia se había mantenido vivo.
López Obrador no ganó otra vez, pero tiene ya hoy paso libre a lo que sigue, amén de tener ya a su favor el mecanismo para no "pelearse" con su primer opositor formal: Marcelo Ebrard.

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