El enrarecido camino del "nuevo" acuerdo compensatorio por Tabasco.
Hugo Triano Gómez.
Ni por ser una añeja demanda en
el país y más en Tabasco, existen garantías de que el próximo gobierno federal
modificará los esquemas que sirven para fijar las tarifas eléctricas. A lo
sumo, todo vuelve al terreno de la esperanza y al de la especulación.
Por ello, la preocupación en
Tabasco ante la futura pérdida de vigencia del "Acuerdo Solidario y
Compensatorio" con CFE es genuina y entendible.
De entrada, no hay que perder de
vista que el famoso acuerdo estuvo siempre diseñado en 2 vertientes. Una que
buscaba "amortiguar" el incremento a las tarifas que desde hace años
y sin excepción genera molestia entre los usuarios y la otra que buscaba evitar
el "borrón y cuenta nueva" de la deuda histórica iniciada para su
contabilidad en 1995. Para el problema de los pagos, finalmente se planteó el
esquema de que por cada peso dado, la CFE reduciría otro, aspirando así la
pareatestal a "recuperar" la mitad de lo debido.
Pero el que para algunos pudiera
ser el "mayor logro" de la administración Granierista, para otros fue
siempre un paso en falso, débil, al no ser como se sabe, un acuerdo definitivo.
Cierto es que a estas alturas
del sexenio hasta lógico suena decir que el Acuerdo en mención fenece el 28 de
Noviembre, a escasas horas de que el Presidente Calderón entregue la banda a su
sucesor, solo que tampoco hay que olvidar que desde que fue pactado, éste
siempre estuvo condicionado al cumplimiento de sus principales y mejores cláusulas:
La del compromiso del gobierno estatal de pagar mil 550 millones de pesos de
los más de 3 mil que se debían en 2007 por la inclusión de 250 mil usuarios en
la "resistencia civil" y la aportación que estos harían del resto
durante los siguientes 5 años, sin cobertura de intereses.
Ante la claridad de los
objetivos y las líneas a seguir, la revisión de los resultados es imperativa
para pensar -mínimamente- en una prórroga.
¿Qué cifras maneja ahora mismo
la Comisión Federal de Electricidad respecto a los morosos? ¿Coincidirán con
las del gobierno tabasqueño, que todavía en 2011 presumió una reducción en ladeuda por casi mil millones de pesos? ¿Sus datos avalan que más del 73% de
morosos inició la regularización y
más del 70% estaba pagando oportunamente? ¿Se mantuvo la tendencia o hubo
reversa? ¿Qué tanto se avanzó desde entonces? ¿Aceptará CFE objetivos
medianamente cumplidos? En una lógica empresarial la no satisfacción de una de
las partes, basta para terminar una relación contractual.
Por si algo le faltara al
asunto, Andrés Granier podría haber convulsionado todo. Volviendo a las
andadas, el "Químico" ubicó a la entidad en una dinámica peligrosa,
cuando sin ser claro habló de un presunto adeudo del gobierno federal -producto
del acuerdo- por 750 millones de pesos. Sin mayores explicaciones, prácticamente
colocó a la entidad en el papel de acreedor de la federación, cuando históricamente
y en materia de energía eléctrica ha sido lo contrario.
Pero no solo por esto último los
"buenos oficios" del gobierno entrante de Arturo Núñez estarán a
prueba. Más allá de que sea tiempo de que las relaciones ampliamente presumidas
por quienes administrarán el estado rindan frutos, parece que de nuevo habrá
que comenzar por instaurar el orden en la casa.
La incontinencia verbal mostrada
por el dirigente perredista Roberto Romero, que lo mismo retrasa reuniones del
equipo Nuñista con la dirigencia priísta al tildar a estos de
"traumados" por la derrota del 1ero de Julio; que adelanta decisiones
-como la de mantener la resistencia civil con o sin acuerdo compensatorio- que
se creía se tomaba por el consejo partidista en pleno, parece ser desde ya una
piedra en el zapato para la próxima administración. No por que no pueda
resarcir los daños, si no por el desgaste que supone estar levantando las
fichas que el líder partidista -sin conciencia- sigue regando.
Con todo esto, la reunión entre
los gobernadores saliente y electo de Tabasco con sus homólogos a nivel federal
se torna prioritaria. Urge total seriedad porque hoy más que ayer, escasean los
elementos para pensar en que el nuevo Ejecutivo Federal cederá al Congreso de
la Unión la facultad de regular las tarifas de energía.
¿Que mantener el acuerdo
compensatorio supone mantener tarifas no preferenciales? Sin duda. ¿Qué fue una
promesa del Candidato Peña? Ese no existe más. Solo falta la primer gran decisión
del Presidente Peña Nieto… para con sus gobernados del pantano.
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