Lo indefendible. Fuchi Ratings

Posted on 12:25 by Hugo Triano Gomez | 0 comentarios

Opinión
Ricardo Sashiel Rivera P.

Aunque para muchos el recién publicado informe de Fitch Raitings sobre la calificación crediticia de Tabasco le puso los puntos a las íes a la situación de la entidad, para otros –inclúyome- sólo confirmó que la segunda mitad del sexenio actual será por lo menos igual que la primera: Con la administración estatal evadiendo los temas importantes, con una ausencia de transparencia y -lo más seguro- con mayores problemas financieros.

Si el panorama financiero que pinta la calificadora internacional sobre Tabasco es desafortunado (se habla de un estado con alta marginación, limitado en sus créditos, con un crecimiento en sus pasivos a corto plazo y dependiente de los recursos de la federación, entre otras cosas), de mayor preocupación resulta que el Gobierno en vez de salir al paso desde un inicio, aclarar la situación y explicar las posibles salidas, haya intentado darle la vuelta al asunto y decir que “estamos mal pero no tanto”. En vez de aceptar las medidas sugeridas por el mismo informe –como atender el alto gasto operacional y la posible desaparición del ISSET-, la administración estatal prefirió salir a decir, sólo mediante un lamentable boletín, que aunque hay carencias también se han implementado esquemas de austeridad y se ha ahorrado en estos tres primeros años de “transformación”, aunque las cifras del presunto ahorro son desconocidas incluso para el mismo encargado de manejarlas -sólo basta recordar las declaraciones de la semana pasada del Subsecretario de Administración de Finanzas, Carlos Vega-.

Así, lo más cercano a una posición gubernamental que se ha tenido es el mínimo boletín circulado por Comunicación Social del Gobierno a los medios y que ni siquiera fue retomado por los diarios oficiales y la postura (¿?) del ya mencionado funcionario de Finanzas. Lo del Gobernador Granier, y su “que lo aclaren ellos” -refiriéndose a la empresa calificadora-, eso sí le puso el punto a la ‘i’, la i de fuchi. La postura del mandatario no sólo confirmó todo lo expuesto, sino que además dejó en claro que a menos que algo extraordinario suceda la Secretaría de Finanzas no dirá ni pío al respecto, es más, el hecho ni siquiera obligaría a José Sáiz a salir de donde quiera que esté para asistir al Congreso.

Y justamente, a falta de información oficial, ha sido el recinto legislativo el lugar donde se ha ventilado mayormente el asunto. El tricolor fue el primero en hacer precisiones sobre el caso, no obstante, el posicionamiento leído en la tribuna por su líder parlamentario Fernando Calzada sonó más como una reflexión personal suya que como una postura del Gobierno o siquiera del partido; el ex secretario de finanzas enmarcó la situación de Tabasco en el ámbito nacional, señalando que aún y cuando la calificación otorgada por Fitch en el informe se cataloga de “negativa”, no es tan mala y se mantuvo tal cual a la del 2008. Si bien Calzada no se metió de lleno al asunto como para echar abajo la percepción negativa que dejó el informe, hizo lo suficiente para mostrar que por lo menos hay maneras de afrontar las críticas y encarar lo indefendible.

De la discusión en la tribuna destacó la afirmación de “peso” del diputado José Antonio de la Vega. En un primer momento el panista señaló que con la situación actual habría que “pedir a gritos que regresara Manuel Andrade”. Y por ilógico que suene el asunto, el comentario provocó que, si bien no se añore el regreso de Andrade a la Quinta Grijalva, no se descarte que el Gobierno de las soluciones haya tenido un desempeño financiero con mayores resultados que el de la Transformación, y que la misma Fitch Raitings habría documentado en su informe del 2006, donde se expresaba una notable diferencia con cualquiera de las calificaciones que esa empresa le ha otorgado en sus tres primeros años a la administración granierista.

El segundo señalamiento de De la Vega que no ha sido dimensionado y bien podría ser visto más como una advertencia antes que una crítica fue que en el 2012, la crisis en Tabasco tocaría fondo; es decir, que los escándalos financieros de los últimos tres años podrían llevar a que al final de su administración, Andrés Granier entregue un estado en una peor situación que como lo encontró. Y las reflexiones regresan, ¿tenía razón quien fuera el gobernador más joven que ha tenido la entidad? ¿era el Tabasco del 2006 ‘el mejor lugar para vivir’?
Nos guste o no, el tiempo dará la respuesta…

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