Alza de impuestos: Pregunta mínima.
Ricardo Sashiel Rivera P.
¿Y a ti quién te preguntó? es lo que nos dicen ‘nuestros’ diputados federales cuando nos quejamos por la nueva ola de impuestos que nos han aventado desde sus lujosas curules de San Lázaro.
¿Y a ti quién te preguntó? nos remataron los senadores el fin de semana al aprobar los ajustes a los impuestos, a quienes no les costó levantar la mano –aún y con lo pesado de sus Rolex- para validar los nuevos gravámenes.
¿Y a ti quién te preguntó? nos dijo el ejecutivo federal cuando puso a la clase media del país (la mayoría de los mexicanos) en primera fila y antes de las clases marginadas al enviar su propuesta del 2% de impuestos al gasto en general, sin siquiera dar señas de que allá arriba se darían los verdaderos sacrificios, que llegaran más allá del discurso.
¿Y a ti quién te preguntó? expresó el bien pagado Secretario de Hacienda cuando recetó un nuevo remedio para el catarrito que vive el país y nos aumentó la dosis del ISR en un 2%. Tómese con su respectivo IDE y no se olvide del IETU, recomendó además.
¿Y a ti quién te preguntó? externó el Gobernador del estado cuando sin siquiera fatigarse para analizar lo que sucedería en el Congreso de la Unión, aseguró que estaría de acuerdo con “cualquier cosa que decidieran los diputados”. Enmarcando su declaración por cierto, al anuncio de que acudiría al Congreso federal en búsqueda de más recursos para el estado.
¿Y a ti quién te preguntó? le diría yo a “nuestros recién estrenados legisladores” que no sólo no me consultaron por el caso, sino que además nunca me aclararon el asunto de sus extra-orbitantes gastos legislativos –no hace mucho se ventiló públicamente lo que nos cuestan sus viajecitos de trabajo-.
¿Y a ti quién te preguntó? le diría a los senadores que ni siquiera se quedaron en el salón de plenos para asumir su responsabilidad y con un silencio culpable nos apretaron el cinturón de manera obligatoria.
¿Y a ti quién te preguntó? es lo que nos dicen ‘nuestros’ diputados federales cuando nos quejamos por la nueva ola de impuestos que nos han aventado desde sus lujosas curules de San Lázaro.
¿Y a ti quién te preguntó? nos remataron los senadores el fin de semana al aprobar los ajustes a los impuestos, a quienes no les costó levantar la mano –aún y con lo pesado de sus Rolex- para validar los nuevos gravámenes.
¿Y a ti quién te preguntó? nos dijo el ejecutivo federal cuando puso a la clase media del país (la mayoría de los mexicanos) en primera fila y antes de las clases marginadas al enviar su propuesta del 2% de impuestos al gasto en general, sin siquiera dar señas de que allá arriba se darían los verdaderos sacrificios, que llegaran más allá del discurso.
¿Y a ti quién te preguntó? expresó el bien pagado Secretario de Hacienda cuando recetó un nuevo remedio para el catarrito que vive el país y nos aumentó la dosis del ISR en un 2%. Tómese con su respectivo IDE y no se olvide del IETU, recomendó además.
¿Y a ti quién te preguntó? externó el Gobernador del estado cuando sin siquiera fatigarse para analizar lo que sucedería en el Congreso de la Unión, aseguró que estaría de acuerdo con “cualquier cosa que decidieran los diputados”. Enmarcando su declaración por cierto, al anuncio de que acudiría al Congreso federal en búsqueda de más recursos para el estado.
¿Y a ti quién te preguntó? le diría yo a “nuestros recién estrenados legisladores” que no sólo no me consultaron por el caso, sino que además nunca me aclararon el asunto de sus extra-orbitantes gastos legislativos –no hace mucho se ventiló públicamente lo que nos cuestan sus viajecitos de trabajo-.
¿Y a ti quién te preguntó? le diría a los senadores que ni siquiera se quedaron en el salón de plenos para asumir su responsabilidad y con un silencio culpable nos apretaron el cinturón de manera obligatoria.
¿Y a ti quién te preguntó? le expresaría al ejecutivo federal no sólo de su idea -gracias a Dios muerta- del 2%, sino de sus famosos gasolinazas. que al parecer, continuarán recortando mi economía.
¿Y a ti quién te preguntó? le contestaría al titular de Hacienda, quien además de todo por poco nos echa encima impuestos a las medicinas con las que tratamos los verdaderos catarritos.
¿Y a ti quién te preguntó? le reviraría al Gobernador de la transformación, que más feliz me haría que primeramente demostrara transparencia en el manejo de los recursos estatales, que por cierto para este año, ya suman ejercidos más de 90 mil millones de pesos.
Pero como a mi nadie me preguntó…
¿Y a ti quién te preguntó? es lo que nos dicen ‘nuestros’ diputados federales cuando nos quejamos por la nueva ola de impuestos que nos han aventado desde sus lujosas curules de San Lázaro.
¿Y a ti quién te preguntó? nos remataron los senadores el fin de semana al aprobar los ajustes a los impuestos, a quienes no les costó levantar la mano –aún y con lo pesado de sus Rolex- para validar los nuevos gravámenes.
¿Y a ti quién te preguntó? nos dijo el ejecutivo federal cuando puso a la clase media del país (la mayoría de los mexicanos) en primera fila y antes de las clases marginadas al enviar su propuesta del 2% de impuestos al gasto en general, sin siquiera dar señas de que allá arriba se darían los verdaderos sacrificios, que llegaran más allá del discurso.
¿Y a ti quién te preguntó? expresó el bien pagado Secretario de Hacienda cuando recetó un nuevo remedio para el catarrito que vive el país y nos aumentó la dosis del ISR en un 2%. Tómese con su respectivo IDE y no se olvide del IETU, recomendó además.
¿Y a ti quién te preguntó? externó el Gobernador del estado cuando sin siquiera fatigarse para analizar lo que sucedería en el Congreso de la Unión, aseguró que estaría de acuerdo con “cualquier cosa que decidieran los diputados”. Enmarcando su declaración por cierto, al anuncio de que acudiría al Congreso federal en búsqueda de más recursos para el estado.
¿Y a ti quién te preguntó? le diría yo a “nuestros recién estrenados legisladores” que no sólo no me consultaron por el caso, sino que además nunca me aclararon el asunto de sus extra-orbitantes gastos legislativos –no hace mucho se ventiló públicamente lo que nos cuestan sus viajecitos de trabajo-.
¿Y a ti quién te preguntó? le diría a los senadores que ni siquiera se quedaron en el salón de plenos para asumir su responsabilidad y con un silencio culpable nos apretaron el cinturón de manera obligatoria.
¿Y a ti quién te preguntó? es lo que nos dicen ‘nuestros’ diputados federales cuando nos quejamos por la nueva ola de impuestos que nos han aventado desde sus lujosas curules de San Lázaro.
¿Y a ti quién te preguntó? nos remataron los senadores el fin de semana al aprobar los ajustes a los impuestos, a quienes no les costó levantar la mano –aún y con lo pesado de sus Rolex- para validar los nuevos gravámenes.
¿Y a ti quién te preguntó? nos dijo el ejecutivo federal cuando puso a la clase media del país (la mayoría de los mexicanos) en primera fila y antes de las clases marginadas al enviar su propuesta del 2% de impuestos al gasto en general, sin siquiera dar señas de que allá arriba se darían los verdaderos sacrificios, que llegaran más allá del discurso.
¿Y a ti quién te preguntó? expresó el bien pagado Secretario de Hacienda cuando recetó un nuevo remedio para el catarrito que vive el país y nos aumentó la dosis del ISR en un 2%. Tómese con su respectivo IDE y no se olvide del IETU, recomendó además.
¿Y a ti quién te preguntó? externó el Gobernador del estado cuando sin siquiera fatigarse para analizar lo que sucedería en el Congreso de la Unión, aseguró que estaría de acuerdo con “cualquier cosa que decidieran los diputados”. Enmarcando su declaración por cierto, al anuncio de que acudiría al Congreso federal en búsqueda de más recursos para el estado.
¿Y a ti quién te preguntó? le diría yo a “nuestros recién estrenados legisladores” que no sólo no me consultaron por el caso, sino que además nunca me aclararon el asunto de sus extra-orbitantes gastos legislativos –no hace mucho se ventiló públicamente lo que nos cuestan sus viajecitos de trabajo-.
¿Y a ti quién te preguntó? le diría a los senadores que ni siquiera se quedaron en el salón de plenos para asumir su responsabilidad y con un silencio culpable nos apretaron el cinturón de manera obligatoria.
¿Y a ti quién te preguntó? le expresaría al ejecutivo federal no sólo de su idea -gracias a Dios muerta- del 2%, sino de sus famosos gasolinazas. que al parecer, continuarán recortando mi economía.
¿Y a ti quién te preguntó? le contestaría al titular de Hacienda, quien además de todo por poco nos echa encima impuestos a las medicinas con las que tratamos los verdaderos catarritos.
¿Y a ti quién te preguntó? le reviraría al Gobernador de la transformación, que más feliz me haría que primeramente demostrara transparencia en el manejo de los recursos estatales, que por cierto para este año, ya suman ejercidos más de 90 mil millones de pesos.
Pero como a mi nadie me preguntó…
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