“El presupuesto de egresos 2011, tiene que ser otorgado en base a resultados” sentenció el presidente de la junta de coordinación política del congreso local, José Carlos Ocaña Becerra, durante la inauguración del curso de capacitación a servidores públicos municipales, que realiza el órgano superior de fiscalización. Olvida el coordinador de los diputados priistas, que el poder legislativo (en Tabasco) no tiene la facultad de elaborar, modificar o siquiera sugerir cambios en el proyecto de presupuesto que envía el Poder Ejecutivo a la Cámara, solo para el trámite de la aprobación.

Pese a ello, año con año el asunto genera polémica entre los parlamentarios, con las consabidas “sugerencias” de la oposición (entiéndase las fracciones del PRD y PAN) y el aval sin critica de la mayoría tricolor.

El tema que se debe abordar durante noviembre -mes de los muertos- se antoja sin embargo, que formará parte de este ritual mortuorio; es decir, que la sola mención de entregar los recursos económicos del año previo a la elección, “en base a resultados”, nacerá extinta.

Y aunque el resto de los partidos políticos representados en el Congreso, deberían aprovechar y tomarle la palabra tras lo declarado a Ocaña Becerra, sabemos que lo señalado por el priísta fue solo una declaración que le sirvió para algunos encabezados en prensa.

Así que supongamos, solo imaginemos que por primera vez, los “representantes populares” pueden proponer la integración del presupuesto de Tabasco. La interrogante inicial sería ¿quién calificaría el trabajo de las secretarias, órganos descentralizados y ayuntamientos, para en base a eso, otorgarle recursos?, ¿acaso los diputados del PRI, enrolados solo para el “sí señor Gobernador”?, ¿los divididos diputados del PRD que no se ponen de acuerdo siquiera para reconocer quién es su coordinador?, ¿los legisladores del PAN, que en varias ocasiones han evidenciado que tampoco se ponen de acuerdo entre ellos, o con su dirigencia estatal?, ¿los ciudadanos, que pese a estar “representados” en el Congreso, no tienen voz ni voto?, ¿expertos en materia económica?, ¿quién con los conocimientos suficientes podría aventarse tremendo paquete, sin anteponer intereses personales, políticos, partidistas, sociales y económicos?.

Resuelto lo anterior ¿qué criterios se utilizarían para definir el presupuesto de cada dependencia? ¿Por popularidad de cada responsable de área?, ¿por el número de programas o trabajadores a su cargo?, ¿un maratón de conocimientos?, ¿una carrera atlética?, ¿un volado? Considerar pues que sea “en base a resultados” dejaría sin dinero a todas las oficinas del Gobierno de Andrés Granier.

Si se mide la eficiencia de los Secretarios de Estado “por resultados” dinero sobraría. Si se califica a cada dependencia “por resultados” todas las oficinas cerrarían sin necesidad de reingeniería.

El discurso del coordinador de la bancada tricolor de otorgar los recursos del 2011 “en base a resultados” da pie a preguntar en que se ejercieron los $29 mil 491 millones 214 mil 824 pesos que estaban proyectados en el presupuesto 2010, es decir, un aumento de $192 millones 896 mil 79 pesos en comparación con el 2009.

¿Dónde quedó el dinero? Si nos atenemos a lo declarado por el propio Gobernador Andrés Granier y ratificado por sus funcionarios, ya no hay solvencia económica en la administración pública a 3 meses de cerrar el ejercicio fiscal, pero la inversión no se aprecia por algún lado. Y tampoco la preocupación de los políticos, para indagar en dónde quedó el recurso.

¿Acaso los diputados serán capaces de “defender” la integración del presupuesto para el próximo año, si ni siquiera se han preocupado y ocupado de saber en qué se utilizó el ejercicio actual? Baste recordar al “coordinador” de los Perredistas, Juan José Martínez Pérez, que hace unas semanas declaró que por la actual contingencia, la transparencia en el manejo de los recursos y saber porqué no hay dinero en las arcas estatales para la atención de los afectados por las lluvias, pasaba a segundo término.

Si esta es la “oposición” en la Cámara, los ciudadanos no tienen muchas esperanzas de recibir respuestas sobre el presupuesto que el Gobierno Estatal tuvo en sus manos en el 2010.