Es el colmo que se trate de evadir la realidad y que los poderes fácticos del País traten de venderle a la sociedad Mexicana, como la solución a los grandes males nacionales, programas de la iniciativa privada que en nada se “distinguen” de los programas gubernamentales más que por el origen de los recursos que se aportan, porque de ahí en fuera son lo mismo que dos gotas de agua.

En efecto, el último reallity show de las dos “grandes” televisoras nacionales denominado “Iniciativa México” -en el marco de un falso “Bicentenario”- se vendió a la población mexicana como el gran esfuerzo de la IP para motivar a la sociedad a participar, entregando propuestas sobre cómo se puede hacer que este País mejore sustancialmente.

No es extraño que ante el creciente descontento social y el peligro de un “estallido social”, los poderes fácticos de Televisa y Tv Azteca se hayan sumado a la propuesta que sonaba “alentadora” para un pueblo que en su mayoría vive en pobreza y otros tanto en pobreza extrema. De hecho estudios advierten que son más de 50 millones de mexicanos los que viven ya en esta situación, con independencia de los resultados que arrojará el INEGI en los resultados del último censo, próximo a publicarse.

No fue sorpresa por tanto que en dicha “Iniciativa México” se hayan recibido tantas propuestas (más de 47, mil de acuerdo a su sitio en internet); lo que si sorprende es que no se haya elegido ninguna propuesta de cambio en políticas gubernamentales; es decir, que implicara un cambio significativo en el aparato del Gobierno Mexicano. A lo mucho se eligió una iniciativa denominada “Un Congreso dialogante y efectivo” que propone la capacitación de los legisladores para “abrirse al dialogo y poder llegar a acuerdos efectivos”, la cual si bien es cierto ayudaría en cierta medida a mejorar el ambiente de dialogo, se limitaría a una cuestión “superficial” de la política mexicana, que en nada abona a resolver los grandes problemas políticos nacionales. Así, ninguna iniciativa seleccionada –se dijo- estuvo encaminada a mejorar de raíz, los problemas del País.

El mayor problema nacional ignorado por “Iniciativa México” fue el indebido reparto de la riqueza nacional; es decir, su injusta distribución. Es aberrante que existan más de 50 millones de mexicanos pobres, cuando se tienen recursos naturales que envidian los Países Europeos y Asiáticos y se es puente entre los Países sudamericanos y los vecinos del Norte EUA y Canadá.

Desde que somos una Nación independiente en 1821 -no en 1810- hemos tenido todo, absolutamente todo para ser la potencia del continente Americano; pero ha faltado visión y carácter, además de la unidad para serlo.

Por ello es que, si se sigue ignorando que el problema más grande que tiene México es que la mitad de su gente no tiene ni para comer decentemente, no podrá ponérsele fin a dicho problema; algo así como a aquel alcohólico que no puede salir de su enfermedad hasta que “acepta que tiene un problema”.

A la par existe un fenómeno social suscitado en diversos estados de la República, consistente en que diversos ricos ya no viven "aquí" porque se sienten inseguros. Los que se quedan a vivir lo hacen gastando una fortuna en medidas de seguridad para ellos y su familia, ante el miedo a los secuestros y a ser víctimas de diversos delitos.

Lo que no han entendido los poderosos y ricos del País, es que la pobreza extrema cada día se convierte en un caldo de cultivo para que la inseguridad y la violencia sigan creciendo; en ese tenor no es posible mantener salarios raquíticos a los trabajadores cuando éste debe ser digno y decoroso; y que lejos de patrocinar programas televisivos que sirvan como “cortina de humo" deberían empezar por reconocer que el problema de la pobreza lejos de beneficiarles les perjudicará a largo plazo.

No se trata de volver al discurso Marxista de “abajo los ricos y vivan los pobres”, de enfrentar a los dos bandos eternamente antagónicos pues vivimos en un sistema capitalista que está muy lejos de cambiar; se trata de reconocer que los mexicanos nos necesitamos unos a otros, seamos ricos, pobres, profesionistas o no. De reconocer que en la historia siempre habrá clases sociales, pero que es necesario erradicar de raíz la pobreza extrema y buscar un nuevo modelo económico en donde se mejore la distribución de la riqueza; que cada familia mexicana tenga por lo menos acceso a un trabajo y salario digno.

Si el problema no se atiende con URGENCIA, es claro que seguirá creciendo; aún hay riqueza petrolera y otros recursos naturales; es momento de revisar el modelo político y económico para de una vez por todas mejorar en sustancia el nivel de vida de los mexicanos.