Nombres y hombres de la sucesión Priísta en Tabasco. (Parte 2)
...Floricel Medina más mesurado que nunca es de los que se cree con méritos pero al final desistirá. A “Pechel” Un cargo lo consolará sin duda. Así de simple. Haciendo juego de palabras, la encandilada rectora Candita Gil estará más viva por sus padrinos políticos que por ella misma, con todo y que sus cartas credenciales sean presentadas siempre en grado superlativo. Ese esfuerzo parece le llevará a algún cargo legislativo.
LuisFelipe Graham, el Doctor, el Secretario de Salud, apunta a aparecer en la final. La cercanía al “jefe” –su jefe- su incondicionalidad y lo menos complicado que le queda a Granier en su póker lo hacen naturalmente contendiente aunque pueda cuestionársele que no pudo ni ganar un distrito cuando quiso ser Diputado Federal.
Cuco Rovirosa no es problema. Aceptará gustoso su “amada” Macuspana, se mantendrá vigente y se dirá orgulloso de recordarse a sí mismo por que alguna vez se le consideró “ gobernador en potencia”. Jesús Alí triunfador inesperado de la alcaldía de Centro hace unos años, presenta como virtud fundamental declararse “cercano” al gobernador, aunque en el fondo debería ser lo último y un argumento insuficiente para aspirar. Su labor como Diputado Federal y local no habla bien de él, adhiriéndose automáticamente a la orden de los coordinadores casi nada pudo mostrar. Perdidas las oportunidades de oro, incluirse entre los intendentes de la nación es todo un logro. Al final se alineará haciendo honor a su institucionalidad recalcitrante.
Nicolás Bellizia lastimosamente desaprovechó su horas e inversiones de postgrado en Europa, pues salvo su beneficio económico, poco por no decir nada ha aportado al país y a su ahora “amado Tabasco”. Tendrían que pasar muchas cosas malas para que otra calamidad nos alcanzara. Es el típico caso de tirarle a lo grande para lo menos, con tal de mantenerse en el erario
Con Jaime Mier y Terán ocurre algo similar. Sin méritos políticos auténticos, “vende la idea” del redentor hastiado que antes era tolerante, por “convenir” así a las instituciones. La representación no fue lo suyo y quizás nunca lo sea. Pese a ser un médico de reconocida experiencia y fama, cualquier cosa –política- sería buena…para él.
Ni que decir de Lulio Marín, el aspirante número 12, según dijeron. Una vacilada. Fredy Chablé afortunadamente atajó las versiones que también lo incluían, reduciendo todo a un “borregazo”.
Con todo desmenuzado, la tarea política tendrá que centrarse en esos 3 ó 4 si se incluye al inconforme. La humareda debiera esfumarse ya. La negociación se impone, pero por la tardanza no garantiza nada. Más bien da la impresión que ha convertido esta historia en una de tipo Kalimán en la que “un paso en falso significa la muerte”.
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