Hugo Triano Gómez.

Aunque los montos muevan a risa, si se compara con los recursos que el Gobierno de Tabasco y la Secretaría de salud manejan al año, la denuncia de la presunta corrupción en la dependencia que encabeza Luis Felipe Graham, parece estar mejor maquinada que nunca.

Independientemente de ello, son varias las lecturas y los descubrimientos que se han dado ya, tras los primeros dos días de vida del citado caso.

1.- Inicialmente es de destacarse que esta vez “la de ocho” no fue bautizada con ningún distintivo como aquel “Galletagate” del desaparecido IET y el comenzado a olvidar “Pomocagate”, muy a pesar de que presumiblemente hay elementos para pensar en una mano meciendo la cuna y filtrando información “oficial”, a como advirtió el Diputado Priísta Miguel Moheno.

2.- Eso, a menos que el Perredismo se haya “metido” a robar cual Watergate, los documentos, que dicho sea de paso, el aludido Secretario Graham nunca puso en tela de juicio, que ya es decir bastante.

3.-Vale la pena decir que la presunción Perredista de corrupción en el rubro de Telemedicina que alcanzaría poco más de 5 millones de pesos, parece diluirse con el transcurrir de los minutos y las explicaciones dadas, dejando solo la duda de si los solaztequistas interpretaron erróneamente el concepto en comento, como la impartición de una consulta o servicios médicos, "vía telefónica".

4.-De cualquier manera dicho argumento derivó en una valiosa revelación, en una que volvió a dejar en evidencia la falta de transparencia del Gobierno Estatal y el doble discurso que se emplea cuando se habla de austeridad.

5.-Y es que no puede llamársele de otra manera a la “autorización” que según Luis Felipe Graham, dio la Secretaría de Finanzas para costearle a todos los secretarios del gabinete –incluido él por supuesto- el uso de su teléfono celular hasta por 7 mil pesos mensuales, siendo que dicho precepto –dijeron- fue desparecido cuando aquello de la “reingeniería administrativa” de mediados de año.

6.- Por supuesto que suena a incongruencia “autorizar” algo así, cuando el mensaje de la crisis y la falta de recursos por la inundación trastornan al escucha día a día, ante el número de “impactos” al que se someten con dicha leyenda; además que no se sabe en base a qué, bajo qué criterios y desde cuándo entró en vigor la nueva decisión del otra vez desaparecido, Secretario de Administración y Finanzas José Sáiz Pineda.

7.- Como es de suponerse, la mente de los ocupados en observar el decir y el hacer, podrán preguntarse si ese es el mismo tope al que tendrá que sujetarse el Gobernador para sus propias llamadas.

8.-Como dato adicional destaca la doble versión del ya varias veces citado Secretario Graham, cuando en su afán de exonerarse de culpa dijo en el radiofónico “Noticias en Flash” que los gastos de la Secretaría de salud por telefonía celular no rebasaban los 200 mil pesos al año y unas horas después en “Telereportaje”, reveló el tope que tenían para su consumo, precisando que quien lo rebasara tendría que pagarlo “por su cuenta”.

9.- Confiando en sus palabras, la condición económica del conocido galeno podría estar en complicaciones. Pues si se considera que al mes “le pagan” los 7 mil pesos de telefonía de los que habló, al año se hará un monto de 84 mil pesos. ¿Acaso no mermaría a un bolsillo pagar una diferencia hasta ajustar los “menos de 200 mil pesos" referidos? ¿O es que alguien más se ha beneficiado de la “autorización Saízta”? ¿Quién? ¿No que solo a los Secretarios? ¿Cómo es que no cuadran los números?

10.-A fin de no desairar a Pitágoras, un nuevo número “escalofriante” apareció en todo esto tras multiplicar los ventilados 7 mil pesos de uso de celular mensual por el del número de Secretarios de Estado que hay en Tabasco. Si son 15 –que lo son considerando a la Procuraduría y la Consejería Jurídica- el total es de 1 millón 260 mil pesos al año. Eso es lo que se gasta la administración de la "transformación", por uso del “celuloide”. 105 mil pesos al mes.