En efecto, cual principio matemático, al final el orden de los factores no alteró el producto. La permanencia de Francisco Rullán Silva al frente del Órgano Superior de Fiscalización por 7 años más, es un hecho.

No obstante la puja por lograrlo, dejó tras de sí una estela de máscaras caídas, amén de abrir un camino que solo confirmó teorías.

Tan solo unos días después de los comicios del 18 de Octubre del año pasado, cuando la “Lección politiquera de una elección” advertimos que pese a la “cámara plural” (de Diputados) que se diría tendría Tabasco, pocas cosas iban a cambiar, pues no habría ni “nueva geografía ni (nuevo) espíritu político” -sobre todo esto-. Sí en cambio “más transformación de la política en politiquería”, como ocurrió.

Ahora ya no cabe duda. Como también se vaticinó aquella vez, solo hay “hechos del pasado, reeditados para los tiempos de hoy”.

“Coincidentemente” con el paso de Cronos, otras piezas del rompecabezas Rullán, fueron encajando “maravillosamente” de acuerdo a lo observado. Solitas, casi sin moverlas, como si fueran atraídas por un imán. Así que en verdad, ¿para qué o de qué extrañarnos?

¿No se advirtió entonces que en aras del debilitamiento perredista, el Panismo “ganó” 2 Diputaciones por el “voto directo” con la venia de Andrés Granier? ¿No se dijo que (fortalecer al PAN-Tabasco) era una idea que no tenía pierde? ¿No fueron los “ganadores” de aquella jornada, los que ayer respaldaron la permanencia del fiscal que “revisa” las politizadas cuentas públicas de los Poderes, Ayuntamientos, anexos y conexos?

Claramente se dijo, que los Panistas no deberían ofenderse por el escenario pues “no son inmunes a las deserciones” y según sus dichos “siempre están dispuestos a acordar”. ¿A quien se le ocurrió entonces desdeñar la buena relación entre los Panistas chocos y el huésped de la Quinta Grijalva?

De los Perredistas también hubo claridad desde un principio. Desde la suma –al oponente- la ausencia o abstención de alguno de sus miembros en la definición de asuntos trascendentes –como ya había ocurrido en la actual legislatura- hasta los pleitos por una coordinación que detonara en división y fractura a favor del PRI, eran previsibles cuando decíamos que de ellos todo se podía esperar.

De nuevo aquí no ocurrió más que la confirmación de la teoría, tras conocerse que 5 “opositores” de membrete secundaron el proyecto de la fracción Priísta en la Junta de Coordinación política, que no es otro que el del que ordena cómo deben ser las cosas en Tabasco y que siempre fijó la mira, en lograr el control del congreso “para hacer y deshacer”.

Porcentajes píirricos en la “muestra para auditorias” de un presupuesto que volverá a superar los 30 mil millones de pesos el año entrante; dependencias que se seguirán salvando al “azar” de las revisiones; “astucia” para extinguir cualquier indicio de mal manejo presupuestal; la constante acusación de “Lupa abierta” para la revisión de los números de los enemigos del Gobierno y por ende la puesta en duda de su verticalidad y honorabilidad, son algunos de los episodios que habremos de seguir viendo y viviendo, gracias a lo que ocurrió ayer.

Independientemente de la pequeñez que -otra vez- exhibió la llamada “oposición” en el terruño, suena “hueco” el dicho aquel de quien insiste hasta el aburrimiento, en aspirar a “transformar Tabasco”… sobre todo cuando se usan las mismas estructuras que harán cumplir a Francisco Rullán, 17 años en el cargo.