Tabasco 2012: Los sobrevivientes del Granierismo.
Que las cosas se hayan hecho de
una manera –desde hace mucho y hasta hace poco- no significa que estén bien y
que necesariamente tengan que continuar así.
En el escenario de las
renovaciones políticas de este año en Tabasco, es un hecho que el Granierismo
busca sobrevivir a la vorágine de los “nuevos grupos” que sienten que su tiempo
ha llegado.
El nicho “reservado” para el
Granierismo en el PRI, luego del retiro del control del proceso para elegir
candidato a gobernador a manos del CEN, quedó reducido –si se puede decir así-
a las posiciones locales, principalmente al Congreso del Estado.
No obstante la realidad
engrandece el significado de la “representación legislativa”, bajo la idea de
que la próxima legislatura será la encargada de revisar las cuentas que Andrés
Granier y su equipo heredarán a quien ostente la gubernatura a partir de Enero
próximo.
Es pues como se ve, un ámbito de
poder más importante que cualquier otro, si se trata de sobrevivir no solo
políticamente, si no al vendaval que supone un “cambio de rumbo” con la posible
llegada de un régimen opositor a la gubernatura.
De esta forma a nadie debe
sorprender que nombres como el de José Escayola, Beatriz Luque, Jorge Bates y su último alfil Miguel Romero, busquen y probablemente obtengan pases directos
en la próxima repartición de espacios para las curules. A nadie debe sorprender
ante la imperiosa necesidad de incondicionalidad requeridas por las próximas
autoridades salientes.
El problema moral es que
precisamente todos ellos forman parte de la estructura que dejará de gobernar;
que todos salvo Miguel Romero verán pasar ante sus ojos y sus “votos” –si
alcanzan a llegar- sus ejercicios presupuestales del último año de gestión. En
otras palabras además de incondicionales del Granierismo serán como ya ocurrió
antes, jueces y parte a la hora la “fiscalización” que entonces no despejará
dudas y por el contrario fomentará más desacreditación hacia el trabajo del
ente encargado y de los que hacen oficiales sus dictámenes.
La consecuencia de nuevo será costosa
para la “imagen” de los Diputados que otra vez –solo por convenir al
granierismo- pondrán en entredicho la actividad política y su idea de la
representatividad. Representatividad que seguirá reducida a la de los grupos
políticos, no a la de los votantes que los eligieron.
Es cierto que no hay
impedimentos legales para que un funcionario de hoy sea legislador del mañana,
pero las coyunturas deben ser aprovechadas para sentar precedentes. Si dichos
personajes –pero más una mayoría priísta- no alcanzaran a llegar al recinto
donde se hacen las leyes, es de esperarse una modificación para acabar con la
posibilidad de auto-exonerarse de cualquier responsabilidad en el ejercicio de
sus funciones. Amén que será más que interesante observar y ponderar el papel
que una legislatura -de los hoy opositores- podría realizar al momento de
llamar a cuentas a los últimos administradores.
Unos suponen que
además los mitos sobre los endeudamientos del estado y la afirmación de las
arcas quebradas se despejarán, se confirmarán o de plano se descartarán. Como
sea, la ruptura “por las buenas” de estructuras poco aseadas en el legislativo,
también parece ser una buena noticia…que se antoja dar.
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