Relevo en Tabasco: Cuenta regresiva I
A 39 días de las elecciones en Tabasco; a poco más de una semana del inicio de las campañas de los candidatos a gobernador, los apuntes tras sus primeras “propuestas” se tornan obligados.
Ahora
mismo se observa como una posibilidad seria, la negociación entre los tres que aspiran a suceder a Andrés Granier para debatir. El hecho podría resultar
relevante en el ámbito de la realidad estatal, acostumbrada a la unilateralidad
de quienes toman las decisiones y que suelen imponer cubriendo formalismos su
visión de las cosas, con todo y los riesgos y perjuicios que ello implique.
Pero
más relevante será el encuentro para quienes buscan con seriedad definir su intención del
voto. De nuevo pues, el encuentro no irá dirigido a los miles de
incondicionales de cada grupo.
Como
sea, es cierto que Jesús Alí no se ha confrontado en este lapso con su ex jefe
Arturo Núñez salvo el énfasis de un “nuevo
tiempo” que hace para diferenciar
las campañas de ambos. Núñez por su parte ha hecho incapié en su “experiencia” y enfocado sus baterías
en esta afrenta a la “lista de mercado”
que Alí ha enumerado y al equipo que rodea a su ex colaborador y que lo compromete
en la forma -aún no siendo su candidato original- con el Granierismo.
Gerardo
Priego, el Panista, ha aprovechado por su parte cada espacio que se le abre para
-cual Josefina Vázquez Mota- definirse “diferente”,
no importando que en el camino recuerde a Gabriel Quadri por aquello de que los
“políticos tradicionales” son sus
adversarios.
En
esta primera semana de campañas también se han aclarado algunas paradas. Alí,
Núñez y Priego han “comprometido” su
decisión de eliminar el Impuesto que creó Andrés Granier -vía su secretario de
finanzas José Sáiz- para no dejar de percibir ni un peso, luego de la
derogación de la tenencia hecha a nivel federal. El meollo del asunto consistirá
ahora en saber de dónde se obtendrán los dineros que aporta dicha recaudación y
qué rubro podría resultar afectado si no se logra una sustitución. Generar ya
montado en el caballo o en la gubernatura una “nueva contribución” con un pretexto distinto, hará burdo el
anuncio de hoy y sus dichos de que la “eficiencia
presupuestal” será suficiente para soportar cualquier estrago.
No vivir más en la Quinta Grijalva –la residencia
oficial- fue un madruguete de Alí, no solo porque lo haya “sugerido” en las primeras horas que se permitió hacer
proselitismo. Pareció de hecho “agarrar
fuera de base” a Arturo Núñez que apenas y alcanzó a comentar que analizará
qué sucederá con la “casona” que según
información pública le cuesta al erario 35 mil pesos diarios por mantener al
gobernador, a su familia y sus actividades; el equivalente a 1 millón 50 mil
pesos por mes y 12 millones 600 mil pesos al año.
La
astucia de Priego Tapia no se vio a su vez ensombrecida pues a la luz de los
números no queda otra cosa que fustigar el exceso. A este respecto habrá que
abonar que tampoco servirá de mucho convertir la residencia en un museo
popular, si cada vez que el próximo mandatario requiera un espacio para un “evento oficial” se gasta la cantidad
que hoy todos critican y nunca hicieron algo para remediarlo.
Finalmente
–por ahora- es de hacer notar los cólicos que seguramente los 3 aspirantes sufrieron
en sus primeros días de proselitismo y que parecen más cercanos al casillero de
los errores. Por un lado Gerardo Priego con todo y su sonoro discurso anticorrupción tendrá que sacudirse muchas veces a su
líder Jorge Ávalos -exhibido condicionando apoyos y presumiendo poder en las
delegaciones federales sin haber sido sancionado- si quiere evitarlos.
El
problema de Arturo Núñez pasa más por quien él mismo le ha adjudicado la
autoría: Humberto Mayans y el fobaproa. Núñez no fue el mismo la tarde del
lunes cuando un universitario lo increpó al respecto. Mandado o no, el Senador
con licencia extravió –extrañamente- la brújula, casi regañando a quien
finalmente sus seguidores llamaron acarreado por referir el tema. La
explicación del mismo Núñez al día siguiente en el matutino telereportaje, no
fue tampoco del todo sobria, aunque suficiente para exhibir la incomodidad.
El
de Jesús Alí también surge de su alter ego y no tiene porqué quedarse atrás. Con
el énfasis de que “Tabasco necesita un
amigo en la Presidencia”, el priísta olvida que gobernar no es una cuestión
de amistad y sí de constitucionalidad; parece enfilar así hacia su propio despeñadero y revela su
necesidad de alguien más para lograr algo, justo cuando pocos se atreven a
negar que el amiguismo ha afectado tanto a las estructuras del poder en México
y ha hundido más en la oscuridad al pantano en que literalmente se ha convertido… Tabasco.
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