Pomocagate.

Posted on 12:38 by Hugo Triano Gomez | 1 comentarios


Hugo Triano Gómez.


Si bien el escándalo tras el hallazgo de despensas y kits de limpieza para los damnificados en una casa “particular” en Pomoca, Nacajuca, no le costará el cargo a Andrés Granier (cual Watergate a Richard Nixon en los Estados Unidos) el Pomocagate ha dejado tras de sí lecciones serias, señales interesantes, amén de dudas en el aire.

En primer lugar es claro -aunque los “jefes” del área de protección civil o cualquier otra se molesten o no lo acepten- que la entrega de despensas y apoyos en Tabasco carece de un estricto control, por ende de un mecanismo que sea capaz de mostrar resultados fidedignos a la altura de un estado que presume estar en desarrollo y de dar pasos hacia delante en el combate a la discrecionalidad y la corrupción.

De otra manera no se explica el deslinde de Roberto López Romero, que con tantos años en el organismo, tiene claro que su trabajo termina al entregar los insumos a los del piso que sigue, o sea a las “instituciones municipales”. El uso que éstas les den es su problema, parece haber querido decir.

La declaración por sí misma -decíamos- no implica más que el conocimiento del terreno que pisa el funcionario, aunque a decir verdad deja que desear si se piensa en que al final, los kits y las despensas se adquieren con recursos del erario.

Resulta entonces inevitable preguntar ¿qué hubiera pasado si el “garganta profunda” del pomocagate no le echa el “pitazo” a quienes resultaron los denunciantes? ¿Acaso el ahora cesado Cristóbal Álvarez, por motu proprio iba a decir que guardaba todo en casa de su suegra, pero que no pensaran mal de él?

Difícil resulta creer que la “buena fe” terminó hundiendo a uno de los candidatos perdedores rescatados del Granierismo en el pasado reciente, con tanto antecedente y acusación en el terreno de la vox populi.

Por el contrario la versión del chivo expiatorio comienza a tomar fuerza cuando se piensa en que no hay más que el criterio de protección civil, en base a estimaciones que delegados o comisariados ejidales como los que aquí se involucraron, puedan hacer para determinar, cuántos y quiénes deben recibir apoyos.

Protección civil ignora por tanto la afirmación de Cristóbal Álvarez respecto a que él ayudó en la gestión de los apoyos a “su gente”, siendo que el Ayuntamiento de Nacajuca o cualquier otro que se involucre, debió ser quien recibiera la ayuda para hacerla llegar después a sus representantes comunales. Aquí pues se evidencia que alguien en protección civil se saltó también alguna tranca al entregarla “directamente” a comisariado o delegado alguno, pero lo que es más grave, ignora su responsabilidad.

¿Cuántos casos más estarán dándose ahora mismo, en algún otro lugar de la entidad de la transformación? ¿Qué garantías pueden ofrecerse de que no ha ocurrido, ocurre u ocurrirá cuando la desconcentración de la actividad dificulta por sí misma cualquier plan de contraloría?

En países civilizados los afectados van a los albergues y desde allí se concentra la ayuda. Hoy acá, tras años de negarse, está demostrado que en el camino, muchas cosas pueden no llegar a su destino.

El pomocagate sirve también para pensar si el “garganta profunda” choco es parecido al del watergate, en cuanto a su enquistamiento en los círculos del poder. Abre en ese tenor, un sin fin de lecturas y posibilidades.

¿Fue acaso la oportunidad de alguien para zafarse de algún Granierista más, en la estructura de gobierno? ¿Veremos a algún “James McCord” acusando después presiones políticas para autodeclararse culpable? ¿Fue el rol de Cristóbal Álvarez en esta historia, con la diferencia de pronunciar la “mea culpa”? ¿En verdad no hay nadie más involucrado? ¿En verdad no hay peces gordos en esta lagunita?

Lo bueno del Pomocagate sin duda, es que aquí no habrá cintas que intentar quemar, usar esa tecnología nos haría mal hablar.

“Hoy más que nunca” todo se dejará a la memoria, al tiempo, donde nada, nada se ha de grabar.

1 comentarios:

Anónimo dijo...

Pomoca Gate, o Pomo Cagate. Ese es el dilema.

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