Relevo en Tabasco: Radiografías de un gabinete. 2da Parte.
Hugo Triano Gómez.
Si la transición Mayans-Ojeda en
la Secretaría de Gobierno de la administración pública en Tabasco dio pie a
elucubraciones, la de José Sáiz a Víctor Lamoyi en Finanzas parece ahora mismo
pisar tierra firme.
Y así parece por que las
recientes declaraciones del nuevo encargado de las arcas estatales, confirmando
el siempre negado desorden administrativo, no son cualquier cosa. Apuntan a
darle formalidad a todo lo que se ha dicho este tiempo y a que por lo menos Sáiz
Pineda sea eje central de una eventual investigación. Cualquier otra cosa
restará seriedad a los discursos.
¿Quién hubiera pensado hace poco
que el hombre duro podría ser el mismo "importado", y llamado a ser
"refuerzo de lujo" de la escuadra Nuñista, Víctor Lamoyi? ¿Quién
mejor si no un experto para otro, como dicho sea de paso, demostró ser José Sáiz
a la hora de encontrarle vericuetos a las disposiciones legales, fiscales y
financieras?
En la Secretaría de salud, la
transición no es menos complicada. Sostenido con alfileres con olor a Peña
Nieto, el sector que encabeza ahora Ezequiel Toledo tiene como máxima
responsabilidad diseminar la cortina de humo del cese de los 3 directores de
los hospitales más importantes del Estado, para ir al por el pez gordo, para
llegar al fondo de la olla, al origen y destino del dinero federal
presupuestado-etiquetado para nada más que la manutención de los hospitales y
que de nuevo la Secretaría de Administración y Finanzas manejó a su sigilosa
conveniencia. ¿Acuerdos legales para obtener bonos informativos? Parecieran no
necesarios, tras la argumentación de los cesados, pero no deben descartarse.
El tránsito de la SCT del
"reinado" de Aquiles Domínguez a la dirección de José Antonio de la
Vega luce harto interesante. Más allá de la lucha de caracteres que pudiera
suponer un encuentro entre las partes, si alguien ha tenido la lucidez
requerida para los puestos de elección popular y sus causas, ha sido el señalado
muchas veces como el alumno más avanzado de Don Arturo, el hoy gobernador.
Cierto es que De la Vega luce
desperdiciado en la dependencia de "las placas y los permisos", pero
hay que asumir que no es precisamente por ellos y si, para ser el talón... de
Aquiles, que recaló allá.
La radiografía del gabinete Nuñista
a la hora de toparse con Manuel Ordóñez, tendría que tomarse su tiempo. Si bien
hay mucho que revisar, que publicar e investigar de la gestión de Héctor López
como su antecesor en el área de las obras públicas, el de Ordóñez Galán es un
uno de esos casos en los que la
lengua debe estar más que nunca conectada con "el que da las órdenes".
Férreo crítico del sistema desde
que dejó de ser de sus principales beneficiarios, el apasionado del deporte
nacional podría pagar caro reproducir en lo más mínimo las prácticas que acusó
de López Peralta y compañía.(s)
Pese a tener de su lado al
gremio quizás más alineado que ha servido y se ha servido del poder, Ordóñez
tiene ante sí, el nada sencillo reto de conducirse entre la cultura de la
simulación que dejan los concursos de obras y la corrupción del pago de diezmos
a los beneficiados… y extinguirlas. Algo sin duda digno de un capítulo especial
para la Utopía de Tomás Moro.
Extendiendo la revisión hacia
otro nivel, no menos importantes por ello, destacan el caso de Leticia Romero y
Carlos Dagdug del Instituto Estatal de la Mujer y el Instituto del Deporte de
manera respectiva.
Si bien no ha lugar aquí a
cuestionantes sobre la capacidad de la Doctora Romero para hacerse cargo del
llamado IEM, si las hay cuando por un nuevo error de la coordinación de
comunicación social su nombre fue presentado -como el de una funcinaria- sin
haberse agotado el proceso legislativo correspondiente, que evidenció de nuevo
la sumisión del legislativo al ejecutivo que tanto se ha criticado y que por
obviedad no cambiará por simple buena voluntad.
Finalmente y quizás mereciendo
el mote de la revelación de la semana, Dagdug Nazur dio santo y señas del
trabajo de fiscalización que se realiza en las dependencias. Más allá de candidatear a Melchi Franco
para enfrentar un proceso legal ante las becas desaparecidas y reportadas como
entregadas, Dagdug reveló que la revisión que se está haciendo a la gestión de
Andrés Granier va más allá de su último año, que se remonta a los años iniciales
y que participa en ella la que hace poco desairó la contraloría. La que, ya sea
sea a través de sus despachos o de su personal en la contraloría, ha hecho según
sus palabras un trabajo extraordinario. !Sí! La fiscal de hierro que parece
preferir las sombras, pero que no logró escapar a la radiografía del gabinete:
Rosalinda López Hernández.
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