Andrés Granier: Latidos de un corazón.
Hugo Triano Gómez.
Uno es lo que piensa, uno es lo que dice, lo que escribe, lo que siente y ¡claro! lo que hace. Andrés Granier -aún en la distancia- ha vuelto a la escena para terminar de situarse en el corazón de los tabasqueños.
Quienes conocen a Andrés
Granier han sabido siempre de qué está hecho. Conocen de sus aficiones y
debilidades. Por afecto, por cordura, por zalamería, por así convenir a sus
intereses o por elemental respeto, nunca o casi nunca habrán dicho algo. Eso en
el terreno de lo personal pudiera no afectar a muchos, en el ejercicio del
gobierno sí.
Es por ello que la
grabación difundida hace unas horas en el principal noticiero matutino de
Tabasco, tiene su valía. Lo tiene por que no solo desnuda al hombre que hizo lo
que quiso en suelo choco, sino que exhibe su alter ego, que pocos pueden
garantizar mantuvo lejos de su proceder como jefe del poder ejecutivo.
¿Qué ejemplo puede dar a
sus subalternos quien se enorgullece de ser un coleccionista de prendas caras y finas, zapatos de 8 mil
pesos, asiduo a los viajes, a la buena vida y a hospedarse donde lo han hecho
las "estrellas" de Hollywood? ¿Cómo pudo pretender pedirle a "su
equipo" que viviera en la medianía con un guardarropa de mil camisas y
lograr empatía con la gente que carece de lo elemental -no se diga zapatos-
cuando 400 pares de ellos aguardan a "su majestad" en casa?
¿Habrá quienes defiendan
aún sus falsos discursos de austeridad tras lo ventilado, aún y cuando sean discordantes con los gastos excesivos de la Quinta Grijalva confirmados en
febrero de este año?
¿Qué más se puede decir de
quien a 2 meses y medio de abandonar el cargo seguía "gozando la
vida" mientras pretendía firmar un nuevo adeudo para las arcas estatales,
como si Granierlandia no tuviera fin?
Afortunadamente desde hace
tiempo -cuando los bonos de fatiga y la falta de transparencia- la imagen falsa
de Granier quedó al descubierto, así que aquí no hay lugar para las
decepciones.
La grabación exhibida en
Telereportaje confirma además algunos de los dichos que se ventilaron en su
paso poco afortunado por la gubernatura de un estado, que no solo por sus
palabras parece despreciar. Miami y Los Ángeles en Estados Unidos y Cancún en
México, son ciudades a las que se tendrá que recurrir si lo que se quiere es que
el ex gobernador explique -por lo menos- muchas cuestiones que aún intrigan a
los tabasqueños.
Claro que coleccionar
prendas, tener afición por la moda o gozar de alguna excentricidad no es en sí
algo malo, después de todo esa libertad es de todos y de cada quien, solo que
en el contexto de la "tragedia tabasqueña" sus gustos lucen poco racionales,
excesivos.
Habría que revisar si sus
ganancias como "mandatario" justifican lo erogado para estas y otras
lujosas adquisiciones, si es que
se piensa que hubo algo irregular,
ilegal, en todo esto.
El lado moral del asunto
parece estar agotado. La demagogia andante, el caballero de la falsedad, el
hombre del doble discurso, el reflejo fiel del politicastro, pueden ser
adjetivos mínimos que encuadren en la personalidad del Granier que admitió
vestirse -en ocasiones- "chafa" en su natal Tabasco… y ante el pueblo que
decía era "suyo".
¿Quién se atreverá a
declararse orgulloso por la frivolidad, lo extraviado y superfluo que luce el
pensamiento de alguien que muchos suponían lideraría la transformación
"positiva" de un estado decadente?
Como ya se dijo, que su
corazón lata a mil por hora por las camisas, los zapatos, la moda y hasta el
dios Baco no deja de ser con todo y todo su gusto genuino y legítimo hasta que
se demuestre lo contrario. Empero !Pobre Tabasco! !Pobre Granier! Qué cosas no se habrían hecho, qué no se
hubiera evitado si la misma pasión demostrada, hubiera regido… su modo… de
gobernar.
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