Los nuevos tiempos... del fuero.

Posted on 8:45 by Hugo Triano Gomez | 0 comentarios

   
Hugo Triano Gómez.



El tema siempre ha sido recurrente en las izquierdas. Ha sido bandera política en tiempos de campaña y cuando la crítica a los gobiernos "tradicionales" o de "continuidad", ha arreciado. La principal oferta ha sido, "contribuir" a la anhelada igualdad entre los gobernantes y los gobernados, amén del deseo de "combatir" la impunidad. A la luz de los planteamientos, la idea de acotar el fuero constitucional a casi todos los más altos funcionarios de estado en Tabasco, presenta cosas positivas, aunque también interrogantes y elementos para abundar.
De inicio es de establecerse que la iniciativa presentada en el legislativo local no busca extinguir, sí reducir, limitar, el privilegio del que gozan magistrados y administradores del poder judicial, de órganos como el IEPC, los tribunales de lo contencioso y el electoral, los miembros del gabinete y las autoridades de mayor nivel en los municipios. Por lo menos aquí, se fue sincero desde el inicio y no se vendió la falsa idea -como ocurrió a nivel nacional- de que se quería eliminar la figura.
Superado el debate aquél de que el fuero “solo” buscaba garantizar que las ideas prevalecieran por sobre todas las cosas, hay que decir que de aprobarse la iniciativa en comento, todo servidor público de primer nivel en Tabasco y a excepción del gobernador, podrá ser -como cualquiera- sujeto a proceso si hay indicios de que cometió un ilícito, sin mediar un juicio de procedencia de la cámara de diputados, que irónicamente con el paso del tiempo, se convirtió en un mecanismo cómplice de la inacción de la justicia. No se recurrirá ya a las comisiones, donde los procesos legislativos suelen ser lentos y longevos. Bastará con que el pleno mismo, con su mayoría absoluta, “determine” si ha lugar a  investigar a alguien, que no es lo mismo que considerarlo culpable de alguna imputación. 
Como sea, con la idea propuesta se observa -quizás sin querer- una posibilidad paralela de buscar la justicia más rápido.
Claro que el órgano investigador tendrá que aportar elementos para no hacer de la rapidez una debilidad. Será ahora él, quien tenga los reflectores encima cuando un funcionario de los citados, sea relacionado con problemas legales.
Con la propuesta de reforma constitucional hecha realidad, no solo se le estará delimitando una potestad a los legisladores y compañía, volviéndolos -si se quiere- vulnerables, sino que se da también un espaldarazo a la procuraduría de justicia en un afán -al menos teórico- de fortalecerla. ¿Está sin embargo la procuraduría lista para el nuevo reto? Por lo pronto, para nadie es un secreto que tendría que desarrollar una nueva tarea y adoptar una nueva cultura, casi con la misma gente.
Y es que el ministerio público tendrá la sartén por el mango y la gran responsabilidad de proceder en casos de "la comisión de delitos graves o cometidos en flagrancia" -que pueden no ser graves- "así como con aquellos derivados de la delincuencia organizada" en la que se involucre a este tipo de funcionarios. Ahí su facultad se extiende al hecho de que "no se requerirá agotar el procedimiento" para actuar, o lo que es lo mismo, no necesitará en lo absoluto de la intervención del Congreso.
Diciéndolo de otro modo, deberá haber acción sin vaciles en casos como secuestros, tráficos de menores, homicidio y robo calificado, extorsión, violación, narcotráfico entre otros.
Cierto es que en Tabasco suele acusarse de todo, a todos. Aún así, la iniciativa no tendría por qué ser vista con malos ojos. Será como se dijo una nueva y pequeña prueba de fuego para los legisladores del "gobierno del cambio" y para los investigadores y juzgadores de primera instancia, so pena de terminar sancionados, si se comprueba que actuaron mal, bajo consigna o torciendo la ley.
La ruta crítica está trazada. El hecho simple es evitar que una investigación no pueda desarrollarse por requerirse una declaración de procedencia de la Cámara de Diputados.
El hecho notable es la búsqueda de hacer mortal al "representante popular", al funcionario de peso. Que cuando termine su actuar oficial diario, se conduzca con la normalidad de todo ciudadano de bien. Que dentro de ella respete la ley, se aleje del despotismo y renuncie al abuso de autoridad en el que seguro ha caído alguno.
¿Que puede ser un riesgo para los funcionarios y las instituciones? Quizás. Lo que queda -lo que les queda- es entender que en los nuevos tiempos, más valen los excesos de defensa, que los excesos… de poder.

0 comentarios:

Publicar un comentario