Granier 2013: Respuestas a una caminata tranquila.
“Puede
caminar tranquilo en la calle y nadie le va a reclamar nada en cuestión
política de cultura” le dijo la directora del Instituto de Cultura de Tabasco
Norma Cárdenas Zurita al Gobernador Andrés Granier, durante un evento en el que
entregó equipos de cómputo a estudiantes de esa dependencia. Después añadió
“puede usted irse tranquilo” refiriéndose al 2012, cuando concluirá su sexenio.
¿Podrá? Me pregunté minutos después
cuando para evadir a los reporteros utilizó una puerta que lo llevó del
auditorio al interior de la biblioteca José María Pino Suárez, lugar en donde
se desarrollaba el evento. Mientras el mandatario realizaba un recorrido por la
biblioteca, dos integrantes de su equipo de logística se colocaron en la
entrada del lugar para evitar que alguien ingresara. A su salida, más de 10
integrantes de su equipo de seguridad lo rodearon para evitar que alguien se le
acercara, así caminó hasta llegar a su camioneta. Si esa es la tranquilidad de
la que habló Norma Cárdenas, al término de su administración el Químico deberá
contar con igual o mayor número de custodios.
¿Nadie
va a reclamar nada en cultura? Baste recordar que en esta administración
desapareció el festival Ceiba; que la entrega de becas y apoyos económicos para el
sector se puso en entredicho y que por falta de recursos cerró sus puertas el
Colegio de Arte Tabasco. De forma curiosa, la revista Magisterio que se edita
en Villahermosa, trata en su número 8 el tema “El malestar de la cultura”, en
donde varios compañeros ofrecen su visión sobre la forma en que la burocracia
estatal poco a poco ha condenado la cultura a ser una dependencia más, en la
que se privilegia a los amigos por encima del talento y la mayor parte del
recurso es para gasto operativo. Artículos como “la simulación de la cultura”
de Azarías Gómez González, “El PECDA (programa de estímulo a la creación y al
desarrollo artístico) programa inútil” de Beatriz Pérez Pereda, “Soliloquio de
un burócrata de la cultura” de Ezequiel Soberanes, entre otros, retratan de
manera fiel el sentir de varios ciudadanos.
Pero
no es solo por el tema de la cultura, que se duda que el Gobernador podrá
caminar tranquilo por las calles de la ciudad. Hay tantos asuntos pendientes en
Tabasco que se necesitarían más de 10 cuartillas para abordar cada uno, pero de
manera general baste recordar la falta de transparencia en los recursos que se
enviaron por la inundación del 2007; los endeudamientos de su administración,
la reingeniería que llevo a cientos de tabasqueños a la calle, la desaparición
de los apoyos económicos a grupos vulnerables, la falta de resultados en áreas
como educación, seguridad pública, obras públicas, deporte y por supuesto,
¡cultura,! entre otros.
Incluso
le será difícil al “primer priista” del Estado caminar de manera libre al
interior de su propio partido. La forma que toma su sucesión sigue causando
malestar entre algunos militantes del tricolor. Granier estará rodeando pero
del tufo perdedor que lo acompaña en los últimos días; perdió su candidato a la
rectoría de la UJAT Rodolfo Campos, perdió su gallo para la candidatura al
gobierno Luis Felipe Graham y aunque logró colocar a Miguel Alberto Romero en
la dirigencia del PRI, su elección se impugnó y hubo que reponer el
procedimiento. Sin embargo, su trabajo en el proceso interno se ha visto
rebasado por la intervención del CEN, lo que se suma a otras perdidas que el
químico ha acumulado en estos últimos 5 años al frente del Poder Ejecutivo:
pérdida de credibilidad, pérdida de liderazgo, pérdida del arraigo popular que
lo llevó al poder, pérdida de la tranquilidad que le permitirá caminar libre
por la calle al termino de su sexenio. Si no es que para Granier su sexenio se
convirtió en quinquenio.
Y
es que a 11 meses de que concluya su gestión, la ausencia que por varios días
tuvo de la escena pública y que podría obedecer a querer evitar pronunciarse
sobre el tema relacionado con el proceso interno del PRI; salvo los medios de
comunicación que querían su reacción “para la nota”, para el resto de los
ciudadanos fue imperceptible su ausencia -peor aún- nadie lo extraño.
Mientras,
los verdaderos problemas que requieren una solución de su parte se pasaron por
alto. Además por ser un año electoral, habrá menos oportunidades de realizar
alguna obra de gobierno o al menos simular con sus mensajes
propagandísticos que la administración
continúa “transformando” Tabasco. Así que la pregunta sigue en el aire ¿podrá
Granier caminar de manera libre por la calle al término de su gobierno? Para
quien esto escribe, no.