Hugo Triano Gómez.
En
la tradición política del país todo es tiempo y circunstancia. Muy a pesar de
ello, la declinación –definitiva- de Humberto Mayans a buscar satisfacer su
aspiración de ser gobernador de Tabasco por el PRI en el 2012, no deja de
asombrar a más de uno. Ya no digamos de hacer “llorar” a otros.
Lo
sucedido ayer con Mayans tiene desde ya su lugar en la historia del priísmo
tabasqueño. Será recordado por ser el aspirante que en 2 ocasiones por lo menos,
quiso y no pudo ser su Candidato a Gobernador. Así le pasó cuando aspiraba a
suceder a Roberto Madrazo y ahora a “su
hermano del alma” Andrés Granier.
Si
se es estricto hay que decir que Mayans ya había renunciado una tercera vez a
la primera magistratura estatal, cuando luego de presentar su “eterno proyecto para resolver los problemas
estatales” terminó guardando su bandera en pos del mismo Químico, que le
pagó la “jugada” haciéndolo
Secretario de Gobierno.
Pero
eso es -como citó varias veces en su carta de dimisión- pasado. Ahora es tiempo
de advertir el presente, y más el futuro.
En
5 cuartillas Mayans envió mensajes, mensajes que como su nueva costumbre no
estuvo dispuesto a desnudar en público, para dar pie a las interpretaciones.
De
inicio Humberto Mayans pretendió dar muestras de que la cuestión estatutaria
que tanto le marcó Pedro Gutiérrez sobre su inelegibilidad para la candidatura
por haber renunciado al PRI y haberse reinscrito hace poco, no fue factor para
su decisión. Aunque si lo haya sido para el Comité Nacional Priísta.
Habló
en 2 tiempos –distintos- de que no tenía impedimentos jurídicos y de la
legitimidad de su aspiración. En el primer caso nunca se sabrá ya si él o el “Doctor” tenían razón, pues al final no se
“arriesgo” ni por la coalición que se
ha jurado se construía a su favor y no habrá por tanto materia que juzgar. En
el segundo, varios priístas no concordarán hasta la muerte con su afirmación,
tras sus idas y venidas del partido que hoy ha prometido pese a todo, apoyar.
La
parte central de sus líneas son las que “más
vuelo le dan a la hilacha”, partiendo de que es claro que tienen destinatario, y que nunca –menos en la
actividad política- se dicen cosas solo por decirlas.
Su
dicho de que “Quien pretenda gobernar
para dar cauce a sus rencores; quien tenga como único proyecto la venganza en
base a supuestos agravios, no llegará” no es más que la advertencia del
otrora Secretario de Gobierno de que no secundará ni electoral ni discursiva y
hasta económicamente tal “proyecto”,
aunque obliga a pensar -en la lógica Mayancista- en quien agraviado aún tiene
que entender que “El pasado hay que
dejarlo atrás para aprender de él, para no cometer los mismos errores; para no
traicionar el futuro” .
A
fuerza de las palabras es preciso revisar las tragedias personales de los
involucrados en la sucesión para mandar fuera a las máscaras. Los episodios no
dan para mucho si se entiende que salvo la excepción a la regla, la mayoría de
los que aspiran han sido hasta no hace mucho, elementos de bajo perfil en sus
grupos políticos donde la prioridad era sobrevivir para después “desarrollarse”-colocarse como ha sucedido.
Por ello no queda otra que acudir justamente a los “grupos” para encontrar las verdades.
Aunque
a estas alturas seguro la lista de aspirantes priístas ya fue depurada, el
grupo Madracista parecía el mayor interesado en recobrar su poder, que si bien
ha sido un tanto acotado, está aún lejos de extinguirse y por tanto de tener
una afrenta que cobrar. Georgina Trujillo, Floricel Medina y Jaime Mier Terán
resultaron sus nominaciones y solo una queda viva.
Los
Andradistas tienen aunque puede lucir complicado en Evaristo Hernández a su
jugador principal, seguido de Francisco Herrera hecho Senador y empresario por y
bajo el auspicio del patriarca del grupo, más allá de los conocidos vínculos
que el “jefe” tiene con todos los
demás integrantes de la lista. Precisamente esas relaciones –de ayer y hoy- lo
mantienen en frecuencia sobre lo que sucede y sucederá, descartándolo temprano
de ser el grupo al que Mayans haya dirigido sus obuses.
Revisando
los dos grupos restantes, uno halla mayores indicios. Unos públicos, otros
privados. En el Granierismo que apoya al Dr. Graham, se parte de la especie de
que no se hizo lo suficiente para llevar a buen puerto la candidatura de Mayans,
ya sea por omisión o falta de capacidad y liderazgo de su “cabeza” incluso por las rencillas de las que siempre se ha hablado
al interior del clan vinculado al seno familiar. Una cosa es cierta. Si el
mandamás hubiera querido, el declinado sería hoy todavía prospecto para sucederlo.
Finalmente
aparecen los Nemistas, los mártires por excelencia de la política pantanosa.
Con su proyecto emanado desde el Centro de Jesús Alí, parecen ser el blanco
ideal de las advertencias Mayancistas. A casi 20 años de distancia –se afirma-
las heridas siguen abiertas y pesaron demasiado en la estructura nacional-Peñista
a tal grado de dejar a un pez gordo como Mayans nadando solo en la pecera de su
propia aspiración.
No
puede echarse en saco roto tampoco el riesgo que Mayans ve cuando habla de los
triunfos pírricos dirigiéndose a sus compañeros de partido, aquellos que
ganando significan una derrota.
Sea
como sea, Mayans se equivocó en algo, al decir que a nadie convienen los
retrasos y todo lo que sucede en el PRI, en pos de la sucesión. Se equivocó con
todas sus letras. El beneficiario está claro, lo ha tenido enfrente siempre,
desde hace tiempo y no es por mucho precisamente un “enemigo”. Su nombre… Arturo
Núñez Jiménez.